《Capítulo 9》

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La galleta de la fortuna.

¿Si finjo que estaba buscando mis lentes de contacto en su boca estaría bien?

¡Que tonta, no uso lentes de contacto!

— Lo siento, yo... — no termino de hablar.

Me quedo mirándolo a los ojos y luego a sus labios de nuevo, debo ser fuerte.

No caigas en su tentación.

No caigas en su tentación.

No caigas en su...

— Mierda. —  me acerco y lo beso de nuevo.

No sé porque lo hago, esta mal pero no puedo dejar de besarlo. Se siente bien y hace que me olvide de todo por un momento, sus manos bajan a mi cintura y me responde el beso. Ahora soy yo la que lo muerdo dejando una herida en su labio, lamo la parte que sale sangre y sus ojos caen en mis labios. Cierro los ojos y lo vuelvo a besar sintiendo la sangre pero ahora eso me está excitando mucho. Jalo su cabello y me coge de la cintura para hacerme sentar encima de la mesa junto al fregadero. Pasa sus manos por mis muslos, soba y aprieta, no es tan fuerte y tampoco tan suave. Es perfecto, ataca mi cuello y echo la cabeza para atrás sintiendo como me chupa y lame.

— Alguien va bajar. — digo pero parece un gemido.

— Eso lo podemos arreglar. — me carga y enredo mis piernas alrededor de su cintura.

Camina pero no miro nada ya que empiezo a besar su cuello haciendo un camino hasta sus bíceps, esa camiseta está haciendo que quiera arrancarla como en una de esas películas. Pero no estamos en una película así que me contengo y Lucas empieza a subir las escaleras. Las habitaciones están cerrada y entonces me pone contra la pared del pasadizo cerca a mi habitación. Abre la puerta y entonces me baja para seguir saboreando sus labios. Caminamos con torpeza hasta la cama cuando caigo pero... no caigo en algo suave, es en algo duro que golpea mi cabeza.

— Au. — me quejo y entonces Lucas se sale encima de mí.

La vergüenza abunda en mi rostro y no tardo en ponerme roja. Nuestras respiraciones están aceleradas pero ahora miro esa caja que esta en mi cama. Me acerco y veo la tarjeta.

Para: Mikela.

De: Ariana.

¡Santa madre de la papaya!

Lucas nota mi cara de pocos amigos y entonces coge la tarjeta y pone la misma expresión que yo al leerla. Veo a todos lados de la habitación, cojo mi sandalia y voy a mi baño para ver si hay alguien.

— ¿Qué haces? — pregunta Lucas muy alto.

— Shh. — le digo y él me mira extrañado.

Abro la puerta y no veo a nadie, voy a mi armario y tampoco hay nadie, busco en el clóset y no hay nadie. Mierda, veo debajo de la cama y nada.

Entonces veo la ventana abierta y como el aire fresco entra a la habitación, corro hasta la ventana y veo a una persona  corriendo, lleva puesto un traje negro pero no veo muy bien ya que es de noche.

— ¡Oye! — grito pero hago que la persona corra más rápido.

Desaparece.

Vuelvo al frente de mi cama con Lucas a mi costado y empiezo a caminar como si eso me diera respuestas. Pero no es así. No hay respuestas, solo la última caja, la caja que se supone tiene respuestas.

— ¿La vas a abrir? — pregunta Lucas mirando la caja rosada.

¿Debería hacerlo?

La duda siempre se quedará en mi si no lo hago, tengo tanta curiosidad de hacerlo pero siento que si lo hago todo se va ir a la mierda. Será un adiós definitivo para Ariana y no quiero eso.

Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora