Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)

《Capítulo 31》

¿Por qué estás sin camiseta?

Bueno, lo que yo me esperaba era a un chico horrible, con sobrepeso, que use lentes, que tenga el cabello horrible y cosas de más. Que lindo sería que eso pase, pero no, aquí no pasa nada de eso.

¿Por qué?

Porque mi vida es muy jodida, debería haber un letrero que diga:

"Bienvenidos a Jodidalandia"

Él chico que tengo en frente es muy guapo, ¿qué esperaba? Los gustos de Ariana son muy buenos y ella no se acostaría con alguien feo. Ojo tiene el cabello negro muy intenso, los ojos negros...

Eso sonó gracioso, Ojo tiene los ojos negros. ¡Ay Dios, debo dejar de ser tan graciosa!

Me acerco unos pasos y noto que es más alto que yo, una sonrisa hace que me ponga de los nervios. Veo su tatuaje en el cuello, si, él es Ojo.

—  ¿Cómo sabes mi nombre? — suelto y trago mis miedos.

— ¿Cómo no podría saberlo? — dice y da una vuelta a mi alrededor, mirándome y analizando cada acción que hago.

— Responde, ¿cómo sabes mi nombre? — digo con más firmeza.

Se detiene frente a mi y sus ojos se quedan fijos en los míos, su mirada es muy intensa lo cual hace que quiera apartar la vista pero no lo haré. No me gusta perder en nada.

— Cuándo Tadeo me dijo que tres chicas y un chico estaban preguntando por mi me alarme un poco. Despues dijo que era una chica de cabello castaño, ojos marrones y lindo trasero. — me observa de pies a cabeza. — Adiviné muy rápido, y mira, acerté.

Tadeo gran hijo de puta.

— Me alegra que me reconozcas, pero no vengo a hacer amigos. — me cruzo de brazos. — Quiero respuestas.

Ríe de una manera que hace que mi cuerpo sienta escalofríos. Creo que escuché esa risa antes, pero no recuerdo en donde.

— ¿Qué clase de respuestas? ¿De Química? ¿De Matemáticas?

— De Historia. — respondo dando otro paso al frente y escondiendo mi miedo. — Algo del pasado, lo siento, soy muy curiosa. — ahora yo sonrío.

— Me hiciste esperar, y eso no me gusta. — se encoge de hombros. — Responderé las preguntas que yo crea conveniente.

— ¿Cómo sabré si me dices la verdad?

— Cierto, hay que hacer esto más divertido. — se soba la barbilla. — Yo responderé las preguntas que tu quieras, lo haré con toda sinceridad, pero a cambio de cada pregunta quiero que te quites una prenda.

¡SANTOS DIOSES DE LOS SAYAYINES!

¿Está loco? Bueno, eso ya lo sabía.

— Lo estás dudando, ¿sabes? Pensé que no eras solo una niña haciéndose la madura, me equivoqué. — se da vuelta.

No puedo dejar que se vaya, esta es mi oportunidad para tener respuestas.

— ¡Espera! — se detiene. — Lo haré. — se da vuelta y regresa.

Miro a los lados y noto que no hay nadie en el parque lo cual me alegra mucho, ahora que me doy cuenta no he almorzado nada.

— Empieza con las preguntas. — dice sonriendo.

— ¿Ariana está viva? — suelto sin pensarlo dos veces.

— ¿Ariana murió? — abre los ojos por la impresión pero luego de segundos es reemplazada por una sonrisa. — Solo bromeo.