《Capítulo 69》

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Tú y Ariana...

Me pongo de pie al escuchar la puerta sonar, veo a Elliot entrar, una media sonrisa se forma en sus labios.

— ¿Sabes que día es hoy?— me pregunta y yo niego con la cabeza. — A pocas semanas de Navidad, lo que significa que por fin puedes salir de esta habitación. 

Enarco una ceja al escucharlo, el extiende su mano y yo la tomo con miedo. Esas mismas manos me han golpeado todo el cuerpo, lo único que no me golpean es el rostro. Sujeta a su mano salimos de la habitación, por fin, salgo de esa habitación. No era una broma, en serio salgo. 

La luz fuerte me golpea la vista y tengo que cubrir un poco mis ojos por la cantidad de luces, es un pasillo de hospital. Tenia razón es el hospital que yo creo que es.

Hospital Rerve. 

— ¿Ya reconociste el lugar? — pregunta con burla.

— Por favor mamá, no me dejes aquí. Ya no quiero estar aquí.

— Lo siento, debes curarte Mikela. — los doctores me cargan y así me obligan a soltar la mano de mamá.

— Me portaré bien, lo prometo. Ya no voy a lastimar a nadie, no me dejes aquí de nuevo. — grito en sollozos. 

— Vas a estar bien, volveré por ti. — dice ella antes de que cierren la gran puerta. 

— Hola, Mikela. — la voz del sujeto malo se escucha, los demás me bajan y el hombre malo me acaricia la mejilla. — Oh, nena. Has sido una niña muy mala.

Yo solo bajo la cabeza y agarro mis pequeñas manos, bajo mi vestido amarillo que mamá me puso antes de venir aquí. Pensé que iríamos a comer helado. 

— ¿Y que le sucede a las niñas malas?—  pregunta el hombre bajando su mano grande por mi cuello.

Empiezo a llorar a gritos pero nadie me ayuda, mi mamá ya no está, mi papá si me salvaría, mi papá si lo haría. 

Ladeo la cabeza por el reciente recuerdo que vino a mi cabeza.

Olvídalo, eso nunca te pasó. 

— Tu madre si que fue muy cruel al dejarte aquí dos veces, lo peor de todo es que nunca sospechó que aquí mismo, en esa habitación. — señala la habitación en la que yo estaba. — Te violaron una y otra vez por ser una niña mala. 

Niego con la cabeza, eso nunca paso. Yo estaba en un centro de Rehabilitación, me trataron muy bien, me daban caramelos por ser buena niña, a mi nunca me violaron. 

— A mi... nunca — no me deja terminar cuando suelta una risa. 

— Por el trastorno que tienes, por eso no recuerdas muchos sucesos, porque no los viviste tu. 

Niego con la cabeza aunque posiblemente sea verdad, no lo se, nunca lo supe. 

— Este hospital cerró hace años. — comento empezando a caminar por los pasillos.

Esta sucio, hay muchos papeles en el suelo, yo estoy descalza ya que no me dieron algunas sandalias y me quitaron mis zapatos. El suelo esta mas frió que el de mi habitación, veo las enormes ventanas y me pregunto la altura de este lugar. Si salto por la ventana podré sobrevivir, creo. 

— Las ventanas no son de vidrio fácil de romper, es a prueba de suicidas, recuerda que es un centro de rehabilitación. 

Maldigo en mi cabeza y veo como cruzamos a una esquina, Elliot abre la puerta y entonces veo lo que parece un salón.

Enamorándome de alguien más (Olvidarte para siempre)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora