L Y TU

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Todo comenzó un lunes por la mañana.

Me encontraba trabajando en una tienda de pasteles o repostería más que nada, soy dan de los dulces así que, que mejor lugar para trabajar qué en una tienda de repostería.
Mi vida, no ha sido de las mejores, pero tampoco una de las peores. Mi madre y mis dos hermanos menores se fueron a México desde que mi padre murió. Yo me quedé aquí ya qué estudio gastronomía y en mis tiempos libres trabajo aquí. Es complicado por que aveces no tengo tiempo para nada, aveces quisiera rendirme, pero quiero  ver a mi madre feliz. Además no es una mal empleo de echo me agrada, puedo comer lo que yo quiera y el sueldo es excelente, suficiente para pagar mi carrera y mi departamento y algún qué otro lujo.

El día era tranquilo, de es en cuando venía personas a llevar algo con un linda sonrisa. Estaba mirando el computador cuando una señor un poco mayor se acerco.

-Muy buenos días señorita. - hablo de manera amable y mostrando una tierna sonrisa a la cual correspondí. - Quisiera pedirle una pastel de fresa si no es mucha molestia.

-oh - sonreí - de ninguna manera. - Apunte lo que me ordenó en una pequeña libreta y dándose la a mi compañera Any. - El pastel estará enseguida. Si gusta puede sentarse y lo llamaré cuando su pedido este listo. - le sonreí amablemente. - Me llamo Mell un gusto.

-El gusto es mío señorita - me dio la mano en forma de saludo con su agradable sonrisa y quitando se el sombrero. - Me llamo Watari. - Volvió a sonreír me y se fue a sentar.

Lo miraba y como en 10 minutos qué estuvo listo su pedido lo llame. Se acerco a mi me volvió a sonreír.

-Muchas gracias Señorita Mell. - se despidió y se retiro.

Es el mejor cliente que e tenido, sin exagerar. Me cayo muy bien además me dio mucha ternura.

Cuando por fin llego mi hora de salido, me dirijo a un pequeño cuarto donde guardábamos las cosas, tome mi chaleco y mi mochila, me despedí de mis compañeras y me retire.

Las calles estaban frías y aun se veían una qué otra personas caminado de un lado a otro. Me podía ir en un taxi pero me gusta caminar, ir con tranquilidad observando todo a mi alrededor. Llegue a mi apartamento puse las cosas en el tocador y fui directo a mi cocina a prepararme algo de cenar, me dirijo con mi cena a la sala prendo la televisión y me pongo a cenar, no pasaron ni dos minutos cuando me senté qué se acerca un hermoso gatito blanco y empieza a muallarme y ronronear y sin poder evitarlo le doy un poco de mi cena.

- Me convences rápido Shiro. - lo acaricio mientras come.

Termino y pongo mi plato en el fregadero y me dirijo a mi habitación para dormir.

(---)

Al día siguiente me levanto temprano para dirigirme al trabajo no sin antes dejarle comida a Shiro.

Cuando llego hago lo necesario y así empiezo mi día, pasaron las horas y el Señor Watari venía como siempre con una hermosa y tierna sonrisa, acompañado de alguien a quien no logro distinguir bien.
Tenia el cabello despeinado y completamente negro, su piel era claro y tenia unas ojeras le calculo unos 24 años. Sin saber me llamo la atención completamente.

El señor Watari se acerco a mi, y me pidió de nuevo el Pastel de fresas.

-Hola señorita Mell. Buen día - me sonrió a lo que respondí.

-Buenos días. - le sonreí - Trae consigo un amigo, ¿O es su hijo? - pregunte de manera un poco curiosa.

-Eh si jejej- suspira y me sonríe - Es... - Mira al chico y le hace una seña para que me diga su nombre.
El chico me voltea a ver y noto un pequeño rubor en sus mejillas.

-Eh... Me llamo Lawliet.- me Mira. Sus ojos a pesar de tener ojeras y estar un poco dilatados son hermosos.

-Lindo nombre Lawliet. - Watari lo Mira y luego me sonreí. - Bueno señor Watari, Lawliet aquí esta su pedido.

Los dos me sonríen y se retiran y antes de que aquel chico llamando Lawliet se me acerca y me entrega un papel con lo que quiero pensar es su número y sale corriendo como alma qué lleva el diablo. Ese acto aceleró por completo mi corazón y me dio bastante ternura.

Después todos los días Lawliet venía a comprar el mismo pastel con un gran sonrojo cuando me veía. Hasta que un día me invito a salir. Estábamos en un restaurante de comida china.

-Oye Mell. - se le escuchaba nervioso. - e estado queriendo decir esto desde que te vi, pero como sabes se me hace muy difícil socializar y todos este tipo de cosas. - suspiro y me miro. - ¿Quieres ser mi novia?.

Todos se detuvo en ese momento, me sentía muy nerviosa pero estaba muy feliz.

-Claro que quiero ser tu novia. - Lo miro me acerco a el y lo beso. El sorprendido ante mi acto me corresponde.

Pasaron los meses y años y ahora me encuentro con Lawliet aceptando casarme con el.
Esto es para toda la vida...

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Puede qué sea un poco cursi y blah blah, pero me sentía un poco sentimental y romántica así que decidí hacerlo. En verdad espero que este tipo de tema les haya gustado jejej.

Gracias por votar y comentar 🌼

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