A pesar de que yo y Light somos mejores amigos, siempre terminando estando sola. Vivo en un pequeño departamento en kanto Japón. A pesar de ser mayor que Light es un poco terco, como si el fuera mayor, aveces quiere mandarme.
Lo conocí en mi trabajo, tengo una dulcera llamada Candy Life, que inaugure con otro de mis amigos, Matt. Light me había pedido trabajo solo unos días cuando estaba de vacaciones, cuando volviera a la escuela era obvio que no trabajaría. Acepte de buena manera y después de eso nos hicimos amigos, los fines de semana trabaja diciendo que no tenia nada que hacer.- ¿Y bien?. - Pregunto y me miro mientras le daba un bolsita de gomitas a una chica de cabello rubio y con maquilla exagerado.
- No lo se... ¿Quien cuidara de la tienda? - Le decía a Light un poco enojada y acomodando alguno que otro caramelo en sus frascos correspondientes. - Podemos ir al cine los viernes qué no abrimos y tu sales temprano de la universidad.
-Okay esta bien. - Comento rodando los ojos. Sabia que estaba un poco enfadado, pedo ir al cine podría esperar.
Estaba acomodando algunas cosas de Matt como sus frascos de mermelada cuando escucho la campanilla tocar. Alguien había entrado.
- Bienvenido. - Dije amable mientras volteaba a ver quien había llegado. Se trataba de un chico encorvado, cabello negro y alborotado, vestía un pantalón de mezclilla y una camisa blanca de manga larga, al parecer eran un poco grandes para el, su mirada era sería, y no podía captar algún tipo de emoción en el, aunque eso se me de bien.
Aquel chico parecía que amaba los dulces ya qué, aunque no mostraba ningún tipo de emoción, le brillaban los ojos estos tenían unas grandes ojeras, de alguna extraña manera lo hacían ver bien. Sin querer sonreí.
- ¿Qué es lo que se le ofrece? - Le pregunte mirándolo a los ojos. Sus ojos estaban dilatados, pero podía ver que eran grises. - Puede tomarlo usted solo, si es que lo desea.
-Quiero la mitad de cada frasco, de todos los dulces. - Mis ojos se abrieron exageradamente.
- ¿Esta seguro de eso? - Le pregunte a lo que el solo asintió. - Bien, chicos hagamos lo que ordenó... La mitad de. Cada frasco de todos los dulces.
Así nos pusimos manos a la obra, en grandes bolsas poníamos la mitad del contenido de todo los frascos qué había. Como en media hora teníamos todos listo, solo faltaba cobrar.
- El chico raro no para de mirarte. - Decía Matt de forma pícara mientras hacia las cuentas de todo.
- Basta Matt. - Le decía mirando al chico que, como dijo Matt, me estaba mirando y cuando yo lo mire corrió la vista. De cierta manera me causó ternura.
De la nada un sujeto qué venía encapuchado saco un arma y me apunto. Mi corazón se aceleró y Matt me tomo de la mano.
- Si no son estúpidos sabrán qué esto es un asalto. - Hablo el sujeto mientras las demás personas salían corriendo de la tienda, menos el chico de cabello blanco, el solo se quedo viéndolo. - Hermosa, dame todo el dinero que tengas.
Quería sacar el arma qué tenia a lado pero si hacia un movimiento el lo notaria. Sin más tuve que obedecer, pero todo mi trabajo estaría tirado a la basura y si no lo hacía la vida de ellos correría peligro.
Saque todo el dinero que tenia y lo metía a una bolsa qué el sujeto me dio, era negra y bastante grande, como si fuera a llenarla de dinero. La puse en la barra y aquel sujeto me tomo del pelo y trato de besarme. Le di una cachetada a lo que este me soltó.
- Oh maldita perra... No desviste de haber lo echo. - Dijo sujetando se la mejilla y sobando la. El chico de cabello negro se acerco pero el sujeto se dio cuenta rápidamente y le dio un golpe en la cara haciéndolo sangrar de la nariz y del labio inferior. El chico en un rápido movimiento le dio una patada en la cara, aquel sujeto callo pero rápido se levantó, y aunque intento atacar al chico esta se movió rápido y le volvió a dar una patada, de nuevo haciéndolo caer, el sujeto tomo el arma qué tenia y le apunto iba a dispararle cuando tome el arma qué tenia y le di en la mano, haciendo soltar el arma. Matt llamo rápido a la policía y Light quien de la nada apareció estaban sujetando al sujeto mientras llegaba la policía. De repente el hombre encapuchado dio un respingo y al parecer le dio un paro cardíaco. Light lo miraba mientras una pequeña y casi inexistente sonrisa algo sádica aparecía. Me extraño el echo, por que jamás lo había visto sonreír de esa manera. El chico de cabello negro se levantó pero aun su labio sangraba al igual que su nariz. Llego la policía y limpiaron la escena. El chico de cabello negro me miraba y después miraba a Light.