Lagrimas

2.4K 130 3
                                        

Dos cosas había salido totalmente mal, Lawliet no estaba conmigo en estos momentos, estaba secuestrado y posiblemente torturado. Mi corazón estaba qué latía a mil por hora. Me dolía todo mi ser. Mi novio y futuro esposo estaba secuestrado y yo no podía hacer nada.

Ya habían pasados dos meses, dos malditos meses donde no lo veía, no sabia si estaba vivo o lo peor. Lloraba día tras noche esperando una pista para dar con el, tenia por su vida.

Llevábamos 5 años de novios, habíamos comenzado en la universidad y al terminarla me metí a agente de policía, por mi padre que murió cuando termine la universidad, había tomado su puesto y valla que fue duro superar su perdida, Lawliet y mi madre me ayudaron a tal. Mi padre y yo teníamos la mejor relación padre e hija qué podía existir, siempre estábamos juntos.

El día que Lawliet fue secuestrado, mi mundo se derrumbo, mi mamá no sabia nada, no quería ponerla en problemas.
Lo peor de todo es que solo recibimos una llamada donde nos pedían un millón de dolares, afortunadamente y contando con mis agentes pudimos recaudar lo. Cuando hicimos el deposito jamás nos volvieron a llamar. Siempre miraba el teléfono esperando por una llamada, o mensaje pero nada. Mi corazón se pagaba poco a poco. No sabia, donde estaba, ya no dormía bien, mis ojeras se había echo cada día más notorias al igual que las de el, estaba más delgada debido a que no me daba hambre.

Extrañaba cada parte de él, sus ojos grises y profundos, dilatados y con ojeras qué lo hacía ver muy sexy, su forma de caminar y sentarse, su hermosa y respingada nariz,  su hermosa sonrisa y sus labios, aquellos que podían hacerme llegar al cielo, tocar el paraíso.

Bien decía que cuando era pequeña jamás me obsesionaría por una persona, odiaba a las niñas que no podían dejar a su novio incluyendo el suicidio. Pero ahora yo estoy así, lo amo tanto como para dejarlo ir. Lloro a mares cada ves que veo una imagen suya, o mi estúpida mente me recuerda aquellos bonitos momentos junto a él.

Recibí una llamada en mi celular de la estación de policías.

Habían dado con el gracias a una llamada anónima.

Tomé mi coche y  arranque lo más rápido que pude a la estación, una ves allí salí y corrí hasta la sala de reuniones donde estaba todos los agentes con los que trabajaba.

- Tenemos que ser cuidadosos. - Hablo el qué era mi mano derecha. - No sabemos si es una  trampa, pueden engañarnos fácilmente.

Estaba conteniendo me para no salir corriendo.

- ¿Les dieron la dirección? - Hable sería acercándome al agente, este solo asintió. - Demela por favor.

Este me la dio, por lo que sabia era un edificio viejo qué había quedado sin terminar.

- Vamos a ir, no quiero que lleven las malditas patrullas con las sirenas prendidas, tenemos que ser sigilosos. - Hable, mi corazón latía con tanto desespero.

Salimos, yo tome mi coche y fuimos a la dirección que nos habían dado. Era un campo donde el edificio qué decía estaba con algunas plantas rodeando lo.
Sacamos las armas y a pasa lento nos adentramos, una ves ahí los policías revisaron  la zona, para este momento estaba llorando, tenia miedo de encontrarlo muerto y eso me daba miedo, un policía se acerco y me consoló.

- Estará bien, no te preocupes. - Dijo dándome una abrazo y sonriendo.

- Gracias. - Le hable y nos separamos.

Subimos a la segunda planta y revisamos, así hasta la última planta, mi corazón cada ves latía más rápido.

Subimos los últimos escalones, había un piso enorme y checa do cuarto por cuarto había rastros de sangre, esperaba lo peor y justo cuando mis esperanzas de encontrarlo vivo se había ido.
Ahí estaba el, atado a una silla con cuerdas gruesas. Tenia tapado los ojos y su ropa estaba sucia, me acerque a el y lo tome de la cara. Este al sentir mi contacto de tenso.

- No... Por favor. - Le costaba hablar. - Ya no más.

Lloraba al ver que suplicaba.

- Amor soy yo. - Hable de manera tranquila, le quite la venda de los ojos, sus ojos estaban muy agotados, tenia unas grandes ojeras, se veía más delgado y su piel aun era más pálida, tenia heridas por todos partes. - Todo estará bien.

A pesar de haberlo encontrado no dimos con los malditos secuestradores.

Lo desataron y lo llevamos al hospital.
Le quitaron sus ropas y solo quedo en una pequeña bata azul delgada. Su cuerpo tenia varias moretones y cortes profundos.
Lo acostaron en la camilla y le conectaron suero y otras sustancias para que estuviera mejor. No había despertado y por lo que me había dicho los doctores había caído en coma, mi corazón se derrumbó y todo se volvió negro y triste, el amor de mi vida estaba entre la vida y la muerte.

* Pasaron las semanas, el novio de la chica aun seguía en coma debido al cansancio qué tenia y las heridas profundas en su cuerpo. La chica en ninguna momento se alego de el, tenia la esperanza de que despertara lo más pronto posible, por que lo amaba.

Los delincuentes qué habían comentado tal acto jamás aparecieron.

- Señorita Melle, debe descansar. - Hablaba uno de los agentes de policía cuando la encontró a lado de su novio durmiendo.

La chica se despertó y dijo que estaba bien con una sonrisa falsa. El policía se fue para luego regresar con dos cafés.

La chica día tras día que pasaba perdía aquel brillo que la caracterizaba, siempre había sido una chica de buenos sentimientos y actos alegres hacia las personas, sobre todo a su novio. Todos sabían la perfecta relación qué llevaban, los dos se amaban eran lo que muchos le conocen, como la media naranja.

La chica estaba sorbiendo se su café sin ganas, estaba acabada y no fue entonces cuando la mano de su amado se posó sobre la de ella.
Había despertado.
La chica llamo a las enfermeras quienes llegaron con el doctor a cargo del cuidado de novio.

El chico quien había despertado, lo primero que hizo fue mirar a su novia y sonreír le con esfuerzo. Le tomo de la mano.

En dos días su novio ya estaba dado de alta, por lo que se podía ir a casa.
Melle lo llevo con cuidado hasta su coche, y fueron a su casa, la casa qué compartían.

Llegaron y Melle había preparado la cena.
Consistía en dulces más que nada y unos cuantos cortes de carne con acompañamientos. Vino y café. Una cena muy peculiar.

- Te amo. - Hablo de la nada Lawliet mientras la besaba. Aquel beso qué no se habían dado, aquel beso qué necesitaban.

La chica sonrió con lágrimas en sus ojos mientras se sentaban, estaba muy feliz de tenerlo de vuelta. Aunque Lawliet aun seguía un poco mal estaba feliz, muy feliz de estar con ella.

Terminaron de cenar y empezaron a hablar de todo lo que había pasado. Lawliet al ver que a su novia le salían lágrimas cuando hablaba de aquello se acerco a ella y la beso. Ella aun seguía sentada viendo a Lawliet. Este se hinco con un poco de dificultad frente a ella.

- ¿Melle quieres casarte conmigo? - Hablo Lawliet con ojos un poco llorosos y las mejillas sonrojadas.

- Siiii - Grito Melle de felicidad aventando se en el, sin lastimarlo  y llenado lo de besos. Se abrazaron y salieron a la obscuridad de la noche a dar un paseo, se causarían lo más pronto posible.

🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊🐊

Eh aquí otro capitulo, espero les guste mucho y si es así votar y comentar que se les agradece muchísimo.

🐊❣️

ONE SHOTS (L Y TU) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora