Una gatita vagaba sola a mitad de un callejón obscuro, tenia hambre y sed, tenia su patita derecha lastimada y sangraba demasiado, además qué le costaba caminar un poco, estaba sucia y parecía que en algún momento llegaría su fin, pero a quien le importa solo es un animal, no entiende, no sabe lo que pasa.
Cuando la pequeña gatita estaba apunto de llegar al final del callejón, simplemente callo, no aguantaba más, ya no podía estar más con ese dolor. Sus dueños la abandonaron por que rasguño a su dueño cuando le piso su colista. La tiraron como basura a una colina, donde afortunadamente y a la vez no, logro sobrevivir.
Todas las personas que pasaban por el callejón y la veían no hacían nada, solo es una molestia. Entonces cuando estaba apunto de cerrar sus ojos para siempre, un hermoso ángel llego hasta a ella y la levanto con sumo cuidado, cubriendo la con su chamarra debido al frio qué hacia en ese lugar, la tapo lo más que pudo y la metió a la limocina.
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Qué rayos me duele mi patita.
Cuando desperté estaba en una especia de colchón, tenia mi patita con una especie de piel qué cubría la herida qué tenia, me duele pero no como antes, me levante con sumo cuidado y me baje del colchón gigante, un delicioso olor había llamando por completo mi atención y fui siguiendo ese exquisito olor, mi pancita crujía de hambre, y es que llevaba días sin comer.
Cuando por fin logre encontrar con lo que emanaba aquel olor, había un humano, creo que son los humanos arrugados. Ya qué se veía así y tenia su cabello blanco. Es igual que el mio, pero yo no estoy arrugada... Creo.
El humano noto mi presencia y se acerco a mi, cuando se acerco me asuste demacrado y me metí debajo de un mueble o algo que me cubriera, tenia mucho miedo y estaba temblando, los humanos me dan miedo.
-¡Oh pequeña! - suspiro y se acerco un poco más a mi. Me alejaba cada ves más, hasta que sentí que choque con algo, no tenia escapatoria. - No te are daño... Mira ten - acerco una lata con algo que olía delicioso. - Vamos es toda para ti - acerco la lata poco a poco hacia mi, el olor me inundaba por completo y tenia mucha hambre. No pude resistir más y me acerque a la lata comiendo desesperadamente todo lo que contenía. Estaba en el paraíso, era delicioso. - Eso es pequeña hay más para ti.
Después de terminar de apoco me fui acercando aquel arrugadito humano, podía sentir algo bueno de el. Me acerque más hasta que estuve en sus pies y le maulle, tenia miedo de lo que podía pasar, pero confíe.
El arrugadito humano me miro y hizo un gesto con su boca, supongo que a eso se le llama sonreír. Bajo hasta mi y me acaricio, ese tacto me gusto y sin pensarlo dos veces, empezó a acariciarme más hacia lo posible para que me acariciara. El me sonreía más.
No quiero encariñarme, cuando menos los esperas, te botan como basura y jamas los vuelves a ver.
Camine toda la casa mirando por donde sea, corriendo de una lado para otro aunque seguía un poco lastimada, pero no me dolía mucho como antes. Por alguna extraña razón me sentía feliz.
Al final de un pasillo había una puerta qué no estaba del todo cerrada así que entre, estaba obscuro, pero ese no me lo impidió, después de todo soy un gato. Había unas cajas grandes que tenían luz, había demaciadas, me acerque más y pode notar a otro humano, este no tenia arrugas, pero tenia el cabello negro algo alborotado, como yo cuando no me lamo mi pelaje, además de que estaba sentado algo raro, frente a esas gigantesca cajas y tenia un dedo en su boca.
Me acerque con mucho cuidado, y un olor llamo mi atención, había algo, creo que es a lo que los humanos conocen como pastel, olía rico así que trate de ser lo más sigilosa qué podía y salte hacia donde estaba, pero soy un poco torpe y no llegue haciendo qué callera con todo el pastel embrrandome por completo. El himno obvio se dio cuenta, pensé que se enojaría, todos lo hacen, pero en lugar de eso me miro y sonrió se acerco a mi y me tomo atrayendo me hacia el. Olía igual que el pastel se levantó y me llevo a otra habitación donde había lo que parece ser una caja grande que tenia lo que más detesto... Agua. Sabia perfectamente a donde llegaría esto.
Trate de escaparme pero no podía, este humano es fuerte, trate de rasguñar lo pero no lo lograba, le maullaba tan fuerte. Pero nada.
El humano se quito su pelaje y se metió conmigo dentro, me alzó mientras trataba de escapar, de un momento a otro me bajo hacia el agua, era mi fin adiós mundo cruel... Valla el agua no se sentía tan mal después de todo, el himno me sostuvo hizo qué lo mirara y me sonrió, este humano es el más bonito que e visto.
Tenia un sonrisa hermosa, tenia unos ojos completamente grises aunque se veían un poco negros, tenia su pelaje alborotado y negro, su piel era blanca.
Me acerque al humano que me tenia entre sus manos y le lami la nariz. El sonrió y de alguna extra manera me gusta cuando sonríe.
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A ver es un capitulo bastante raro y me costó escribirlo jejej, en fin, espero que les guste mucho, me base en mi historia con mi pequeña gata llamada Shiro.
Espero les gusta, ya saben votar y comentar les amo 😍
