La verdad ya no recuerdo como van, o como me los pidieron, pero bueno, yo espero que les guste y perdón.
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L
Mi nombre no es nada más que un una sigla, antes no era nada ese nombre, ahora que soy la segunda mejor detective del mundo quedo atrás.
Soy reconocida igual que mi enemigo o competencia L el de cierta forma habla conmigo, pero mi orgullo es mayor y le hablo cortante. Mi rivalidad con L se dio ya qué el es más inteligente que yo, más rápido y más astuto. Tengo que admitir qué resuelve los casos más rápidos qué yo y eso me enoja, digo ¿Y a quien no? El echo de que alguien sea mejor que tu, que te gane en todo molesta y es que yo odio perder.
Estaba en mi habitación resolviendo uno que otro caso pequeño para entretenerme mientras veía las noticias, bueno más bien solo las escuchaba. Hablaban de un tal Kira qué mataba a las personas sin estar presentes, lo raro de esto es que solo lo hacía con criminales o con personas que tuvieran antecedentes criminales.
Decidí darme a la tarea de investigar un poco acerca de este caso que más ni menos me interesa. Había tomado mi taza, de café e iba rumbo a mi habitación donde tengo de caídas computadores así como también papeles que me ayudan con el caso, e de decir que tengo un caos tremendo.
-De seguro L tiene todo ordenado gracias a su mayordomo. - Pensaba con voz de niña chillona mientras rodaba los ojos.
-Solo de pensarlo me hace enojar.Tomé un pequeño sorbo aunque me queme la boca gracias a mi desesperación por probar mi delicioso café y no esperar a que enfríe un poco.
De repente mi computador empezó a sonar tras la llegada de un mensaje, este Tenia la Letra L en negro con el fondo blanco.- ¿Y bien? ¿Para que soy buena? - decía mientras le soplaba un poco a mi café.
-Necesito tu ayuda. - Ante este comentario mi café se callo haciendo qué se me cayera en las piernas y pegara un salto debido a lo caliente qué estaba, tome un trapito qué estaba a lado y lo pase por estas.
- Tu... ¿Pidiendo mi ayuda? - Hable incrédula. - ¿Para que?... Eres el mejor ¿No es así?. - Reía mientras recogía mi taza.
-Si, necesito tu ayuda. - Decía con un tono distorsionado y se le notaba un poco cansado, aunque con la vos distorsionado era bastante evidente. Suspiro - Jamás e dicho que soy el mejor...- Hizo una pausa. Y pude escuchar un pequeño suspiro. - ¿Me ayudaras o no?.
-¿Qué gano yo con ayudarte? - Dije esperando su respuesta.
-Te daré todo el crédito a ti y tendrás mucho más dinero. - Bien, eso me convenció.
-Estas bien, esta bien... Te ayudare. - Suspire.
- Bien nos vemos en esta dirección mañana a las 3 de la tarde. - La pantalla se puso en negro y había letras en blanco de una dirección de lo que parece ser un hotel. Y las copie - Sin más gracias. - Dicho esto mi pantalla de apago.
Suspire y me dirijo a mi cama para descansar un poco, siendo las 2 de la madrugada. Mi mente divaga en pensamientos tales como: ¿Como será L?, ¿Cuanta edad tendrá?, ¿Estará guapo?. Ante estas estúpidas preguntas me quedo profundamente dormida.
Despierto gracias a que siento una presión en mi pecho notando a mi amado gato Kuro, y como su nombre lo dice, es completamente negro aunque este, tiene heterocromia, tiene el ojo derecho azul y el izquierdo verde. Lo encontré en un callejón a las afueras de la ciudad de kanto. Este hermoso gato a estado conmigo, lo necesito más yo, que el a mi.