Prohibido

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Como maestra de universidad en criminología y criminalista se muy bien como actúan mis alumnos, los perfiló, se podría decir que se como son, no del todo evidentemente, pero algo.

A mis 27 años siendo las más joven de los maestros y maestras también considerada una de las más inteligentes y hermosas, según los maestros y una que otra maestra, no tengo novio, pretendiente o esposo, siempre e dicho, más vale sola qué mal acompañada y es que una ves pase por lo peor, mi antiguo novio intento matarme, afortunadamente solo recibí pequeñas cicatrices, el fue arrestado y no a salido.

Comencé mi clase con alguno que otra tema, en mi clase había, de todo tipo de alumnos, los qué echan relajo, los tranquilos pero que si hablan, y los que de plano es difícil de notar. Entre ellos había un chico de piel blanca, muy blanca, cabello negro alborotado, un poco encorvado pero alto, casi no hablaba, tiene unos ojos hermosos, aunque estos lleven consigo una ojeras bien marcadas. Su nombre es Elle Lawliet, casi no habla y tiene una manera muy peculiar de sentarse, es muy inteligente se podría decir que el más inteligente de la universidad, no tiene amigos o jamás lo e visto socializar con alguien, habla conmigo pero solo por cosas de Universidad. No se el por que pero hay algo que me llama mucho la atención, tal ves sea su inteligencia, la forma en la qué se siente o la de pensar, o tal ves por el echo de que se ve tan misterioso dejándome siempre con dudas y queriendo conocerlo más, a pesar de que soy Perfiladora y una de las mejores, jamás logro saber lo que piensa, y es que siempre anda con el semblante serio y concentrado.

- Valla qué forma tan estúpida de sentarse. - Decía un chico de piel blanca y cabello rubio acercándose a Lawliet. A pesar de que ya son Jóvenes mayores algunos todavía se comportan como niños de primaria.

- Si no lo hago mi capacidad deductiva se reduce en un 40%. - Decía aquel chico sin siquiera mirarlos, apenas iba entrado cuando los escuche.

- Pues que imbecil. - Decía el chico Rubio tomado su cuello y golpeando lo haciendo qué su labio y nariz sangraran.

Antes de que pudiera reaccionar el pelinegro se paro y le dio una tremenda patada en la cara, haciendo qué el rubio cayera  sobando se su mandíbula.

- ¡Los dos vengan conmigo! - Les grite desesperada.
Los dos sin siquiera rechitar me siguieron a uno al rubio le puse una sanción y lo lleve con el director.

Y por otra parte a Lawliet lo lleve a enfermería.

- Disculpe vamos a pasar. - Dije tomando la manilla de la puerta y abriéndola. La habitación de enfermería se encontraba vacía así que decidí hacerlo yo.

- Ven siéntate. - Le Dije a Lawliet dirijiendolo a la camilla haciendo qué se siente de forma normal y no como acostumbra a hacerlo y sacando del botiquín algodón y alcohol. - ¿Por que pelearon?

- Se burlo por la forma en la qué me siento. - Dijo desviando la mirada. Me acerque a el y le tome la barbilla, empape el algodón con el alcohol y limpie la sangre de su nariz. Tome otro algodón y volví a ponerle alcohol. Esta vez lo pase por su labio que tenia una cortada, al hacerlo Lawliet respingo un poco el dolor.

- Lo siento. - dije y seguí presionado sobre su labio, podía sentir que eran suaves sin evitarlo me acerque un poco y volví a presionar.
Tomé un algodón ya limpio y seque la herida, y de nuevo me concentre en sus labios, para después subir mi vista a sus ojos, estos me miraban a los labios y tenia un pequeño sonrojo en sus mejillas, cosa que no se notaba mucho.

De apoco fui acercándome más hacia el, el ni siquiera se inmutaba y aun me seguía viendo a los labios, me acerque a el hasta sellar nuestros labios en un profundo beso qué fue correspondido, sus labios eran el completo paraíso, eran tan suaves y dulces, lo besaba mientras mis manos estaban en sus piernas y las de el sujetando mis muñecas, hacia tiempo que no tenia un beso así, tan placentero y profundo. Al poco rato nos separamos por falta de aire y al hacerlo lo mire a los ojos y estos brillaban y el sonrojo había crecido, el aun seguía mirándome a los labios y después me vio a los ojos y al hacerlo se levantó lo más rápido que pudo y salió de la habitación corriendo.

Guarde todo en su lugar y me quede un rato pensando lo que acababa de pasar. Me dirijo al salón pero no lo veo, ni siquiera están sus cosas.

- Bueno comencemos con la siguiente clase. - Dije tratando de no sonar desanimada.

Y así pasaron las clases, sin el, me  sentía culpable pero siendo sincera no me arrepiento de lo que paso, de ese beso.

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Aquí otro capitulo más, espero les guste mucho.

Voten y comenten qué se los agradezco demasiado. ❣️

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