La alarma de las cinco suena. Derek tiene que levantarse primero. No quiere despegarse del abrazo en el que está con su esposo. Pone su mentón en el hombro del castaño. Luego coloca su nariz en el cuello y aspira.
Stiles sonríe — Basta, me haces cosquillas.
— Lo siento, solo que quiero estar así todo el día — toca la panza de su omega y sonríe — Hay que ponerle un nombre.
— Ayer estaba pensando lo mismo.
Derek levanta la camiseta de Stiles y coloca su mano de nuevo.
— Christopher.
— Ashton.
— Derek.
Ambos sienten como el estómago de Stiles da un salto.
— Le agrada tu nombre. Que bueno porque si fuese el mío no tendría como llamarlo cuando esté enojado.
— A mi se me enredaría la lengua.
Ambos ríen.
— Derek Hale Jr.
Su pequeño bebé patalea más fuerte.
— Hey, tranquilo, no te emociones a papá le duele.
— Ahora... ¿nos está dando una señal?
— ¿Qué dices?
— Ha escogido un nombre de niño.
— Mary.
— Sarah.
— Emily.
— Natasha.
El estómago de Stiles vuelve a moverse.
— No es justo, creo que tendríamos otro nene.
Emma toca la puerta. — Pops, Georgi está llorando es su habitación.
— Yo voy — Derek se levanta y se estira. Se coloca las pantuflas y va por su hijo.
Abre la puerta y ve a un bulto en la cama que se mueve.
— ¿Georgi?
— Quiero a mi papá. O a papá Theo.
Le duele que a él lo llame por su nombre y que Theo reciba el "papá".
— Oh, vamos, no pude llegar al partido, pero escuché que ganaste.
— No quiero hablar contigo.
— ¿No? — se sienta en la cama — Te traje un regalo.
Asoma la cabeza — ¿Qué regalo?
Derek lo atrapa y le hace cosquillas.
— ¡Derek, no! — está llorando de risa.
— Oh, eso te consigue más cosquillas.
Derek piensa en que su hijo y Stiles se parecen tanto. La sonrisa, la manera de acontentarlos con cosquillas.
— ¡Papá!
Derek se detiene y lo saca de la cama.
— Hay que comer cereal.
— ¿Puedo dormir mañana con ustedes?
— ¿Tuviste pesadillas?
— No dejó de pensar en el armario.
— No hay nada ahí.
— Pero Hannah...
— Hanna solo está enfadada.
