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Despierta. Hay alguien tomándole de la mano.

— ¿Scott?

— Hermano...

Lleva su débil mano al vientre. Suspira aliviado, no ha perdido otro hijo.

— Georgi...

— Llamaré a Derek.

No quiere que lo suelte pero tampoco quiere estar sin Derek.

No tarda nada en entrar. Derek se acerca y le besa la frente.

— Derek... — comienza a llorar — Mi bebé... Georgi...

— Tranquilo. Stiles, no llores — pega su frente con la de él.

— Derek, encuentra a mi bebé... por favor — pasa sus brazos sobre la nuca del azabache.

— Lo voy a encontrar.

Derek tranquiliza al castaño, le besa los labios. No quiere hacerle las típicas preguntas que se hacen cuando alguien desaparece. Deja que el castaño descanse. Es hora de ponerse a trabajar.

Clary ha salido del hospital. No era nada grave, un resfriado. Ahora sus hijas están en la mansión Hale. Su madre se hace cargo de ellas. Laura le ha prometido ver por Stiles, aunque cree que Scott no se apartará. Ha hablado con él, no quiere que pierda su trabajo... pero no va a dejar a Stiles.

Theo por otro lado...

Sale del hospital. Tiene que encontrar a Braeden para que lo ayude. Chris se hace cargo de Ethan.

Su teléfono suena. Érica.

— Jefe, mañana trasladan a Ethan...

— ¿Ha dicho algo?

— Por ahora Argent ha dicho que es mejor tenerlo cerca... pero hay órdenes de trasladar a Ethan.

— ¿Quién?

Érica le cuenta los detalles.

Hay algo que no cuadra.

— Sigue a Ethan. Posiblemente intenten que calle.

— Entiendo, jefe.

Cuelga la llamada.

Emma no deja de preguntarle a su abuela si es hora de ir a ver a Pops.

— Emma, aún es temprano.

— Pero nuestro Pops tarabaja ahí.

Hannah le corrige y entorna los ojos. — Eso no lo hace el dueño.

— Sí. Papá es su esposo, abue... abuela es la dueña del hospital.

Talia sonríe y le indica a la pequeña que debe de recoger su plato de la mesa.

Clary se acuesta en el sofá y Emma la sigue acostándose a un lado. Hannah más tímida o recatada se sienta en el suelo, pero cerca del sofá.

Casi son veinticuatro horas. Tiene a Braeden de copiloto.

El celular suena.

— Jefe, lo trasladarán dentro de diez.

— No puede ser.

— Órdenes.

— ¡Síguelo!

— Lo llevarán a la prisión de máxima seguridad de BH.

— Es una maldita locura.

Cuelga y da media vuelta. Braeden sostiene los papeles y sigue leyendo.

— ¿Esto te ha dicho Page?

— ¿Es suficiente?

— Aún no podemos encontrarlo.

Derek conduce. Tiene que hablar con Ethan. Pero no puede dejarle el caso de desaparición a la policía, aunque Isaac esté ahí.

No puede dividirse en dos.

Ethan es entregado a los oficiales. Sabe perfectamente que de oficiales no tienen nada.

No es porque sea alguien valioso. Es cuestión de las habilidades que tiene. Sabe que es un buen peón para Deucalion, tal vez tenga oportunidad para él en otro trabajo que su jefe le dé.

Sube a la furgoneta.

Dentro está su hermano. Sonríe.

Con nostalgia mira alejarse la oficina del FBI. Jackson...  ¿lo perdonará?

La furgoneta choca con un auto. Rápidamente hay alguien que abre la parte donde ellos van.

Aiden lo empuja fuera.

— Tenemos cinco minutos. O menos — le quita las esposas — Quítate la ropa.

Ethan le quita el overol gris y lo entrega a su hermano y éste le pasa su ropa que se acaba de quitar ¿van a intercambiarse?

Los policías detienen todo. Se lo llevan de vuelta al FBI.

¿Pero que mierda? ¿Los descubrieron?

Esta será la última vez que intenten rescatarlo. Lo ha dicho, él solo es un peón.

Chris entra a la sala de interrogaciones.

— Tus amigos fallaron.

— Sí, Chris, escúchame. — lo mira fijamente — Soy Aiden. Deucalion tiene a Georgi en su mansión...

Chris le parece gracioso y ríe — No conseguirás nada.

— ¡Derek! — se levanta y mira hacia el cristal — ¡Deucalion tiene a Georgi, lo he visto! — grita y Chris lo sujeta de la nuca y lo aplasta sobre la mesa de metal.

Érica sale rápidamente y empieza a marcar el número de Derek.

— Estoy en la entrada, Érica.

— Pues será mejor que corra a la sala de interrogatorio.

Story 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora