Diez

478 65 4
                                    

Cuando Hannah le da su barco de papel piensa qué tal vez ya se le ha pasado el coraje así que rápidamente corre hacia su habitación y busca su impermeable amarillo. Se lo pone y busca sus botas de plástico.

Sale de la casa por la parte de atrás. Llueve tanto que el agua que le salpica casi no lo deja ver. Se dobla el pie al bajar de la acera. Cruza la calle y corre hasta la esquina. Coloca el barco en la corriente que se genera en la calle y lo deja libre. Sonríe y corre tras el barco.

Lo alcanza y vuelve a correr a la esquina, deja el barco y emprende de nuevo su carrera tras el barco. En la quinta ovación le da cinco segundos de ventaja al barco y deseó no haberlo hecho.

El barco entra por un ducto y no ve el barco. ¡Rayos! Si pierde el barco ahora sí que lo va a matar Hannah. Pero piensa rápidamente y sabe que esa zanja llega hasta el otro lado de la calle. Corre y se aleja más de su casa. Corre, la zanja de ese lado es más grande, pero no ve el barco. Tal vez ya ha avanzado.

Una linda señorita con un paraguas lo queda mirando. Mira hacia las casas. ¿Por qué no puede reconocer alguna? ¿Cuanto a corrido? Da media vuelta y corre, entra al drenaje.

— ¿Por qué has corrido?

La mujer lo siguió.

— Yo conozco a tu padre. Derek Hale.

Sonríe — ¿Trabaja con Derek?

Ella asiente — ¿Es tu padre?

— Sí. ¿Cómo te llamas?

— Kali. ¿Cuál es el tuyo?

— Georgi.

— Bien, Georgi ¿te parece si salimos de esta cloaca?

Asiente — ¿Iremos a casa? — toma de la mano a la chica — Mi barco se ha perdido... — recuerda el por qué había corrido tanto — ¿Me ayudas a buscarlo?

— ¿Era especial?

— Mi hermana me lo dio.

— Podemos hacer otro. Ella no notaría la diferencia.

Eso parece verdad. Sonríe y asiente — Sé como luce, podemos hacerlo.

Story 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora