Seis

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— Llegamos.

El auto que conduce es del doctor Hale. Le agrada que confíe en él.

— Promete que no dirás lo de Clary.

— Dije que lo sentía.

— Promételo.

— Lo prometo.

Bajan del auto.

— El auto de Derek está aquí — corre hacia su casa pero espera a que Nolan aparezca con la llave y abra.

— ¡Derek! — Deja su mochila en la entrada.

Nolan frunce el ceño — Georgi. La mochila.

El pequeño detiene su carrera y vuelve por la mochila y la coloca en la silla del comedor. Luego corre pero la voz de su padre lo detiene al ir a las escaleras.

— ¿Por qué estás en casa, Derek?

El moreno abraza al pequeño — Vine a hacerte cosquillas.

El pequeño ríe y se escapa. Derek lo pierde de vista.

— ¿Me voy a casa?

— No. Stiles está arriba pero necesita descansar.

— Entiendo.

No le gusta toparse con el otro Hale. Le da miedo tener que verlo. Su postura. El arma. El trabajo que hace. Lo asusta.

Entra a la cocina para no verlo.

Derek juega un poco con su pequeño hasta que Emma y Hannah llegan.

— ¿Papá? ¿Sucede algo?

¿Tan raro es verlo?

— No. Tomé un descanso.

— La prolibilidad... — piensa si ha dicho bien la palabra.

— Probabilidad — Nolan le da un vaso de leche.

— Gracias, Nolly — le sonríe y va a la cocina.

— Georgi, merienda.

El pequeño sale de los cojines y salta del sofá. — ¿Jugo de manzana con pan tostado?

Asiente. No se siente cómodo con el agente Hale. Mira hacia las escaleras esperando que lo salve el Dr. Hale.

Ya es difícil vivir con alfas. Mujeres.

Hanna ve a Nolan y pasa de largo.

Derek lo ve.

— Dice que prefiere no compartir habitación con Georgi.

Da media vuelta y regresa a la cocina.

Hannah se detiene y escucha qué hay alguien en la habitación de sus padres. Su papá duerme. Siente el deseo de dormirse junto a él, pero el enojo y rencor le gana, pasa de largo.

Derek toca la puerta.

— Me estoy cambiando.

— Esperaré.

Deja su mochila en el suelo y se quita el uniforme. Sus padres suelen regañarlos si llevan demasiado tiempo el uniforme, lo que no hacen si Georgi lo usa medio día.

Abre la puerta una vez que ya tiene ropa de casa.

— ¿Qué?

— Tu hermano te pidió disculpas.

— La maestra me puso que incumplí con mi tarea. A pesar de que soy una alumna ejemplar no me creyó que mi hermano de siete años me rompió mi tarea. Lo que hizo que me doliera más. Me enoja mas.

— Hija, es pequeño... no puedes enojarte por algo tan...

— ¿Insignificante? Perdón por querer tener buenas notas.

El teléfono de Stiles suena.

— ¿Qué? Espera, cariño... de acuerdo, voy enseguida.

Stiles sale y mira a su hija y a Derek.

— Clary no entró a las clases de violín.

— ¿Le pasó algo?

— No lo sé...

— Tranquilos. Iré a ver qué pasa.

Pero nadie se puede quedar tranquilo si algo le pasa a alguno de los Hale.

Hasta Nolan va.

Cuando llegan ven a una chica en el suelo. Junto a la puerta donde suele ir a clases de violín después de la escuela.

Derek sale y la levanta — ¿Qué ocurre?

— Michael... — calma el llanto que lleva reprimiendo hace veinte minutos. — Me dijo que no soy su tipo.

Es ridículo. Pero llora porque se lo dijo frente a toda la clase de violín, son veinte chicos que no conoce y que nadie va a la escuela con ellos. Aún así se siente herida y humillada.

Siente el abrazo de su papá, la abraza a un lado y luego están los bracitos delgados de Georgi sujetándose con fuerza, Hannah la abraza por detrás y Emma cubre el último hueco.

Stiles salva un brazo y lo extiende para llamar a Nolan. El chico se acerca y Stiles hace que se una al abrazo familiar.

Ella empieza a reír. Su familia es bastante rara, pero cuando los necesita, ellos realmente aparecen y se unen para decirle que no está sola.

Después del abrazo entran al auto. Todos apretados, pero entran.

— Ese chico feo es muy feo ¿sabes quien es guapo?

— No lo sé.

— Yo. Yo me casaré contigo.

— Georgi, eso es imposible — le alborota el cabello.

— Bueno, entonces qué hay de N...

— Dr. Hale, ¿Le parece si me deja en mi casa?

— ¿No vendrás a comer con nosotros?

— Estoy bien. Tengo que estudiar y...

— Vamos, Nolan. No seas aguafiestas.

Se sorprende que Clary sepa su nombre. No dice nada más.

— Podemos ir a la casa del chico feo y aventarle huevos.

— Buevos podridos.

Nolan se avergüenza porque ha corregido  a Emma al mismo tiempo que lo hacía Clary.

Pasan la tarde como en familia. Ojalá los Hale lo adoptarán. Él tiene un padre alcohólico y una madre que desaparece por días.

Nolan trabaja como niñero desde que Hannah nació. Tenía tres años y más que ayudar estorbaba. Aveces siente que la mayor parte de su infancia los Hale lo han cuidado, lo han protegido. Quiere en demasía a esa familia.

— Nolly, ¿Quieres de mi helado?

Emma le ofrece la parte de chocolate. Estos niños no son normales. ¿Quien rechazaría al chocolate?

Story 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora