Capitulo 40

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-¿Dónde estuviste anoche pillina? – Susana me siguió a la primera clase.

-Salí con alguien, fue emocionante. – Abrace mis libros con más fuerza y agache la cabeza.

-¿Acaso te has sonrojado Charlotte Reynolds?

Se interpuso en mi camino e hizo que la mirara directamente a la cara.

-No ha pasado nada, ¡Te lo juro! Solo que me he emocionado al salir a escondidas de mi casa.

-Como si eso fuera verdad. Ojala la nariz nos creciera a los mentirosos para que pudiéramos concursar en saber quién dice más mentiras.

-¿Me estas llamando mentirosa?

-Charlotte, ambas sabemos que ha pasado algo más en esa escapada.

-Te prometo que no, solo he salido con alguien más que suficiente. – Levante una mano en forma de derrota.

Miro su reloj.

-Solo porque voy tarde a mi clase te lo dejare pasar, pero quedara pendiente.

-Lo que digas.

Le grite a su espalda, mientras ella se iba corriendo del lado contrario.

De: Estúpido Profesor.

Buenos días, preciosa.

Espero que estés de buen ánimo.

Aun te debo una recompensa por lo de anoche.

¿Otra? ¿Acaso ayer no le basto con volverme a tener en sus manos?

Me mordí el labio con solo recordar las anécdotas de la noche anterior.

De: Estúpido Profesor.

Espero que ahora si te haya quedado claro solo usar faldas o todo lo que me dé acceso a tus hermosas piernas.

¿Es enserio? No puedo creer que hasta por mensajes tenga tanto erotismo por escribir.

Mire de nuevo mi vestimenta y sonreí para mis adentros. El día de hoy mis cómplices serían unos tenis blancos, una falda circular negra y una blusa blanca sin estampado. Sencillo pero casual.

Hora, tras hora mi día seguía consumiéndome. Parecía como si esta vez todos mis profesores solo se hubieran puesto de acuerdo para dar las clases de manera aburrida o era que ya lo sentía así; solo me reconfortaba saber que al mediodía podría charlar un poco con mis amigos. Eso me relajaba.

-Bien Charlotte, cuéntanos ¿Cómo estuvo tu escapada ayer?

Sebastián, Susana y yo estábamos sentados en la mesa de siempre.

-No tiene sentido hablar de ello Sebastián, ya dejen el tema por la paz.

-Oh no querida, Susana me ha comentado que hoy en la mañana estuviste muy rara y además te hemos visto con aires de alegría.

-En vez de alegrarse por cualquier cosa que haya hecho, me invaden a preguntas.

-Charlotte nos preocupamos por ti.

Rodé los ojos.

-Oh si claro, eso explica porque tanta inquietud por mis salidas, mientras que yo no les pregunto porque ahora salen juntos cada fin de semana.

-Vale, ya, hemos captado. – Susana era ahora quien se rendía.

-¿Ya han pensado en lo que se pondrán en la fiesta de Lucia? – Sebastián parecía ser el único que había aceptado ir.

¿Jugamos? EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora