Salí dando un portazo. Gracias destino, por darme un día tan jodido. Logré llegar a mi segunda clase a tiempo, si es que se le puede decir así, el profesor ya se encontraba explicando el inicio del tema anterior y la mayoría de los estudiantes estaban ocupando sus lugares.
-Profesor... ¿Me permite pasar?
-Señorita – miró su reloj. – Ha llegado quince minutos tarde.
-Lo lamento no volverá a pasar.
-Pase, que sea la última vez, sino a la próxima no piense ni en tocar. Clase como les decía...
Estaba claro, hoy sería uno de esos días donde, aunque te esfuerces todo va mal. Los minutos corrían y mis deberes se complicaban, el cerebro había bloqueado toda lección anterior que hubiese visto, me sentía como estudiante de primer ingreso sin saber nada. ¿Era esto normal? No, mi vida no podría ser normal.
Mi clase terminó y traté de continuar con mi día, tomé la siguiente clase y me puse lo más alerta posible. Hasta tomaba nota de las pausas que, hacia la profesora, no podía tentar a mi destino y descuidarme.
-¿Qué te está pasando? – Mis amigos se unieron a mi camino a la cafetería.
-No lo sé, creo que hoy las estrellas no se alinearon a mi favor.
-¿Qué onda con el chico con quien llegaste? ¿Es tu novio y no nos habías dicho nada?
-No Sebastián, no es mi novio.
-¿Si es tu suggar como se rumorea entonces?
Reí.
-Tampoco es la persona que costea mis gastos. Es un nuevo amigo nadamas.
-No parece para nada un amigo. Y trae un auto que ni tus padres usan.
Retuve las ganas de reírme, por el momento nadie podría conocer la verdad.
-Solo créanme, no es mi novio, ni mi suggar como todos lo dicen, es solo un amigo.
-Si, claro, así también le digo a mis ligues de una noche. ¿Pasaron la noche juntos?
-Yo creo que sí, por eso ha llegado tarde y además se ha perdido toda una clase, tal vez la despidió en el estacionamiento. – Sebastián respondió a Susana.
-No crean que no los escucho. Sigo aquí.
-Pues en clase se rumorea lo mismo que pensamos.
-No me digas, ¿Ha corrido el rumor por Lucia?
-Ni más ni menos. – Afirmó Susana.
-Bueno, entonces dejémoslo así, puede ser esto un buen elevo a mi mala popularidad.
-Debemos mantener la exclusiva.
-La exclusiva es que no hay exclusiva.
-Claro que si la hay cariño.
Lucia se acercó a nosotros.
-¿La tienes tú?
-Por el momento no es sobre mí, más bien es sobre ti y tus nuevos trabajos nocturnos. - Hice caso omiso y busqué un lugar vacío. - ¿No piensas decir nada?
-¿Tengo que decirte algo?
-¿Aceptar por lo menos lo que todos sabemos?
-¿Y qué se supone que todos saben?
-A veces no sé porqué tienes un promedio tan alto si eres una pendeja en todos los sentidos.
-¿Me acabas de insultar?
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¿Jugamos? EDITANDO.
RomanceEva Charlotte Valentina, princesa de Italia. Es una joven universitaria que se ha mudado a Canadá con sus padres para salir de la prensa italiana y vivir una vida normal. Sin esperar nada de su nueva vida, el destino la sorprende y su nuevo profesor...