Capitulo 46

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-Charlotte, cariño.

Voltee a ver a mi padre.

-¿Si papá?

-¿Te apetece ir a una fundación con tu madre o prefieres un día de interna en la empresa?

Lo miré confundida.

-¿A que viene esa pregunta? Estamos comiendo.

-Hemos pensado tu madre y yo que es bueno cambiar el itinerario por el día de hoy.

-¿Es por mis salidas que no aviso con anterioridad? Les juro que hoy no saldré. – Mencioné metiendo un trozo de carne a mi boca.

-No cariño, en verdad es por otra cuestión. – Mi madre interfirió.

-¿Cuál es el objetivo?

-Como sabrás....

-Ella, no deberíamos. – Papá la interrumpió.

-Louis, es mejor decirle la verdad a Charlotte.

-¿Qué, que verdad? – Los miré a ambos.

-Como decía. – Mamá continúo hablando. – Tu papá te ha mencionado que la abuela ha pedido que regreses para conservar tu titulo y ambos creemos que no estás lista para regresar. – Inhalo. – Y es por eso que queremos saber entre las dos opciones cual decides, si en una te desarrollas mejor que la otra, podremos saber que estas hecha para algo.

-¿Y si me niego? ¿Y si ninguna de las dos opciones acepto?

Ambos se miraron sorprendidos ante mi respuesta.

-Pequeña, no pasa nada, respetaremos lo que quieras hacer, solo queremos saber que no lo tomas como algo precipitado. – Papá tomo la mano de mamá.

Al verlos a ambos preocupados por un segundo, mi corazón decidió ceder.

-Bien. – Hablé. – Creo que lo que me apetece ahora mismo es terminar de comer. Y después tal vez ir a una fundación de mamá.

Ambos mostraban alivio.

-No lo discutiremos.

-Y como tendré una tarde larga, me gustaría ir a la empresa de papá. – Di por finalizada mi parte del trato.

-Siempre estarán las puertas abiertas para ti, cielo.

Sonreí. No podía estar más feliz en estos momentos, iba a hacer una buena caridad para ayudar a mis padres y además ellos confían en mi completamente como para no defraudarlos. Terminé mi comida, subí a mi habitación, me cambié rápidamente la ropa cómoda de casa, por unos pantalones de tela en color vino capri, una blusa blanca con mangas de encaje y unos tenis del mismo color, acompañados de un bolso con correa y un moño con el cabello. Un outfit de primavera.

Al bajar y dar marcha al plan que tenían mis padres, mi madre también se había cambiado por uno de sus típicos vestidos de participación social, algo casual y elegante a la vez. Esta vez, papá no nos acompañaría, sino que el chófer sería el encargado de llevarnos y traernos salvas y sanas.  

Durante el trayecto a la fundación "Salvemos vidas, salvemos niños" me percataba que el camino no era el habitual, no nos encontrábamos en el centro de la ciudad, sino que más bien nos dirigíamos a un lugar fuera de la ciudad, lugar al que muy poco conocía, el paisaje se volvía desierto de población, pero muchísima flora lo habitaba, el camino se inundaba de enormes cedros y arboles de frondosos troncos, maravillándome con cada kilometro que el auto pasaba.

Cuando las llantas se comenzaban a detener, me di cuenta de que un poblado con casas estructuradas tipo Alemania, se hacían presentes, todo parecía ser armónico, al llegar habíamos tardado treinta minutos, pero la verdad que valía la pena era un nuevo lugar para mí lleno de flora que me dejaban asombrada.

¿Jugamos? EDITANDO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora