Capítulo 1.

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Park JiMin salió de las cocinas del gran palacio.

Hacía algunas horas que había anochecido y lo cierto es que normalmente él ya se habría acostado y dormido para entonces. Incluso los otros criados ya se habían marchado, pero Park había querido quedarse a terminar la limpieza junto con las ancianas encargadas, aún cuando éstas no requirieran su ayuda y de hecho lo trataran mal por estar ahí de todos modos.

A JiMin no le importaba, él no las ayudaba porque fueran mujeres o porque fueran viejas o cualquier cosa así, es más, Park ni siquiera las conocía, después de todo el conocer a cada sirviente en el palacio era el trabajo de Kwon JiYong, el mayordomo del Rey, así que JiMin no tenía ni idea de a quién había estado ayudando esa noche, no, a él lo que le interesaba era que el Alto Rey supiera que se esforzaba por ayudar en lo que pudiera, quería que Su Majestad se sintiera orgulloso aunque nunca se lo fuese a decir, por eso, además de sus funciones comunes, trataba de dar apoyo o hacer tareas extra, siempre y cuando no afectara las suyas.

Los amplios pasillos del lugar se veían oscuros y solitarios, iluminados débilmente por unas cuantas velas ubicadas aquí y allá, por lo que JiMin decidió llevar su propia vela que sacó de las cocinas en la mano para darle algo de luz a sus pasos.

Así pues, el rubio se dispuso a caminar a su habitación en el primer piso, donde estaban los cuartos de los criados, él había tenido la suerte de que como le habían dado nuevas funciones desde un par de años atrás, había subido de rango y tenía un espacio para él solo, no como la mayoría de la servidumbre, que se amontonaban en grupos en unos pocos cuartos.

Park caminó tranquilamente con dirección a unas de las tantas escaleras que le conducían arriba cuando escuchó ruidos lejanos, provenientes del pasillo más allá de aquellas escaleras. JiMin de inmediato se puso tenso, pues no se suponía que alguien que no fuesen los guardias estuviese despierto a esa hora y él no creía que fueran dichos protectores los que estuviesen haciendo tal escándalo.

Con cuidado, el rubio apagó la llama de su vela y la dejó en uno de los costados del pasillo y, de manera silenciosa, dirigió sus pasos al lugar del que creía se originaban los extraños ruidos.

Conforme avanzó, los sonidos se volvieron nítidos y Park por fin los pudo identificar, ¡era un choque de metales! El tipo de choque producido por un enfrentamiento de espadas, ¡alguien estaba peleando! ¿Contra quién? Y ¿Por qué? Eran las preguntas que el rubio se hizo con fuerza.

Por supuesto, la primer pregunta era fácil de responder, era obvio que si se enfrentaban a los soldados que protegían el castillo eran enemigos, pero el reino Moon tenía muchos enemigos, incluso entre su propio pueblo, así que, ¿quién sería esta vez...?

JiMin sacudió la cabeza para alejar sus pensamientos, no servía de nada en aquel momento enterarse de quiénes estaban atacando, lo que debía hacer era ponerse en marcha.

Si bien en su formación desde que era un simple criado menor le habían explicado que tenía que correr a esconderse cuando estaban bajo ataque, no estaba en la naturaleza del rubio correr, claro que tampoco era un temerario idiota que pensaba que podría contra todos, aún tenía instinto de supervivencia y un poco de inteligencia, por lo que se acercó un poco más al pasillo donde eran más fuertes los sonidos y se asomó, tal vez al final, por alguna rara razón, eran prácticas de espada de los guardias a esa hora, aunque con honestidad, ni Park se creía eso.

Y efectivamente, a lo lejos, casi al fondo del corredor y muy lejos de JiMin, varios soldados se enfrentaban a los hombres que, a juzgar por su falta de armadura y poca técnica con la espada, eran rebeldes del pueblo.

Justo detrás de la batalla, había más hombres de los rebeldes que estaban esperando un hueco para pasar por el costado del pasillo y comenzar su invasión. Los soldados combatían ferozmente y atacaban a cualquiera que intentara pasar por sus flancos, pero los otros hombres y mujeres eran demasiados y pronto atravesaron sus defensas.

El menos esperado -YoonMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora