—¿Ya han descubierto dónde se encuentra?
Ellos se miran el uno al otro con incomodidad.
—No, no hemos obtenido esa información aún —Responde uno.
—¡No puede ser tan difícil! Es un maldito muchacho rubio de ojos grises, no abundan en ese jodido reino, estoy seguro.
—Como dijo BaekHyun —Trata de aplacar el pelinegro—, no lo hemos conseguido todavía, pero prometo que él y su servidor, SeHun, lo encontraremos.
—Encuéntrenlo y tráiganlo ante mí, es imprescindible para el plan. No regresen si no tienen con ustedes a Park JiMin.
—Lo juro —Respondieron los comandantes.
Tres meses y medio. Ese era el tiempo que había transcurrido desde que dejó de estar comprometido con JiMin.
Al principio, Min YoonGi había sentido dolor, tristeza y una completa agonía de no tener al rubio entre sus brazos, pero después, todo se convirtió en ira, en furia cegadora e incandescente, hacia JeongSuk, hacia el pueblo, hacia JiMin e incluso hacia él mismo.
YoonGi sintió que el mundo le había dado la espalda y en lugar de llorar por ello, les dió la espalda también. Él no necesitaba a ninguno de ellos, no, no lo hacía, que se fuera a los abismos el hecho de que aún tuviera pesadillas de él lastimando a Minnie con sus propias manos, al diablo que su mente fuera capaz de recrear los ojos de JiMin en el instante en que el príncipe heredero le rompió el corazón, y por encima de todo, al mismísimo infierno que aún pudiera recordar la voz del rubio diciendo:
Si me cree un mentiroso, por lo menos tendrá fe en sus hermanos.
Aquella frase en particular había permanecido en los rincones de su mente, asomándose en los momentos libres del futuro regente, acosándolo una y otra vez. YoonGi se decía a sí mismo que no había tratado de conversar con sus hermanos de su madre porque tenía una infinidad de asuntos que atender, además, HoSeok había marchado y se había casado, convirtiéndose en Rey Consorte de Hikari, y JungKook estaba muy ocupado con los nuevos deberes que se le asignaron, sí, todos muy atareados.
Y echando fuera la voz de su consciencia que le decía que era un cobarde que sólo se estaba poniendo excusas.
Cuando se ocupaba de los asuntos del reino, YoonGi era capaz de ignorar todo lo que estuviera relacionado al tema, manteniendo su mente concentrada en nuevas relaciones diplomáticas, rutas de comercio y otra correspondencia. Desde que el bebé recién nacido de la mujer que JeongSuk trajo al castillo murió, el Rey de Moon decidió delegar aún más tareas a sus dos hijos, repartiendo la mayor carga de trabajo sobre YoonGi. Cuando el peliazul cuestionó la decisión de su padre, el mayor le observó con indiferencia, diciéndole.
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El menos esperado -YoonMin-
FanficPark JiMin sirve a la Realeza de Moon, es decir, al Rey Min JeongSuk y sus tres hijos. Desde hace un par de años, JiMin ha sido asignado al servicio particular del mayor de los príncipes, YoonGi. Con 23 años de edad, el joven y rubio mayordomo Park...