Capítulo 7.

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El rubio abrió los ojos y de inmediato lo lamentó, volviéndolos a cerrar, la luz había hecho que le doliesen.

Tuvo parpadear varias veces para acostumbrarse y no sentir que se le asaban las retinas con el sol, ¿dónde demonios estoy? Se preguntó JiMin, sentía la garganta seca como un desierto y el cuerpo le dolía como si se hubiese caído del caballo y luego lo hubiera arrollado el mismo animal. La rigidez de sus músculos le contó a Park que llevaba tiempo sin moverse y se preguntó qué lo había llevado a su situación.

El techo abovedado le daba una aburrida vista de color beige y mirando de reojo, pudo dar cuenta de varios camastros más con personas heridas usándolos, pensó que estaba en algo así como una sala de curación —él esperaba—.

Trató de hacer memoria y, luego de algunos minutos, sus esfuerzos dieron fruto, recordó el ataque y cómo había protegido a los príncipes TaeHyung y JungKook y luego...

¡Los príncipes TaeHyung y JungKook! ¡Tengo que avisarle al Rey dónde están ellos!

JiMin no se dió cuenta de que había cerrado los ojos nuevamente, pero los abrió y trató de incorporarse, lástima que su cuerpo pensara otra cosa y no lo dejase más que levantar un poco la cabeza. Frustrado soltó un resoplido.

—¡Oh! ¡Despertaste ya! —El sanador Lee DongHae le sonrió a JiMin desde el costado izquierdo de la cama ¿de dónde ha salido? Pensó Park Y ¿Cuándo ha llegado?

—L-os prin... —El rubio sirviente intentó hablar, pero su garganta no cooperó y comenzó a toser fuertemente.

DongHae corrió inmediatamente por un recipiente lleno de agua y un cucharón, con el cual dió un poco del líquido a JiMin, por supuesto, entre toda su tos y el esfuerzo de mantener la cabeza inclinada, mucha agua se deslizó de sus labios y fue a parar en su almohada, además de dejar a Park agotado. Sin embargo, el curandero estaba muy contento y no se fijó en ello.

—¡Debo ir a avisar que has despertado! ¡Espera aquí! ¡No te muevas! —Y salió corriendo.

Como si pudiera moverme, DongHae-hyung.

JiMin rodó los ojos, pero no le salió tan bien como esperaba, se sentía muy cansado y dolorido, así que cerró sus párpados. Un minuto, se dijo a sí mismo sólo será un minuto.

(...)

La siguiente vez que Park recobró la conciencia, se sentía igual de dolorido, pero un poco menos cansado, abrir los ojos no costó el esfuerzo de la primera vez y la luz no le hizo tanto daño, sin embargo, decidió parpadear un par de veces para poder enfocar su vista completamente y mientras lo hacía, escuchó unas voces bajas procedentes —al menos, eso parecía— de la entrada de la habitación.

JiMin se dió cuenta de que ya no estaba en el ala improvisada de curación, había sido trasladado a su propia habitación, el rubio esperaba que eso significaba que se recuperaría, no quería pensar en la otra opción, que sería darle comodidad antes de morir.

Las voces subieron de simples susurros a una conversación en voz baja, dándole a Park la oportunidad de entender qué decían.

—Entonces... ¿Se va a recuperar? —Preguntó una de las voces, era ronca y agradable, con un tono calmado y lleno de curiosidad.

—Así es, Alteza, espero que en unas cuantas semanas esté como nuevo, puede que tarde un poco más, aunque eso depende de que Minnie tome reposo lo suficiente —Respondió la otra voz, bien, al menos JiMin sabía que el dueño de la segunda voz era DongHae-hyung, había muy pocas personas que llamaban "Minnie" al rubio.

El menos esperado -YoonMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora