Capítulo 5.

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Las horas pasaron y TaeHyung y JungKook comenzaron a sentirse más y más encerrados en esa pequeña habitación conforme avanzaba el tiempo.

—En verdad, ¿Cómo pueden los sirvientes estar en este lugar tan frío y horrible? —Preguntó el peligris— Sin ofender, JungKook.

La confianza entre ambos príncipes había aumentado en las pocas horas que habían pasado juntos, ahora hablaban más abiertamente el uno con el otro y se sentían en la compañía de un buen amigo con el contrario.

—No importa, Tae-hyung, lo cierto es que yo me pregunto lo mismo, me estoy congelando y eso que nuestras ropas no son delgadas y además tenemos las mantas, no quiero ni pensar en cómo lo pasan los que normalmente están aquí durante un ataque. —Respondió Kook con aire ausente.

—¿Suceden ataques así muy a menudo? —Preguntó Kim.

La pregunta atrapó la atención de JungKook y está vez miró a Tae, quien de inmediato pensó que había abierto la boca de más, su expresión delató sus pensamientos y Kook se apresuró a tranquilizarle.

—Es una pregunta justa, Tae, no te preocupes, no me molesta, lo que ocurre es que estaba pensando en cómo podría darte una respuesta más acertada, hyung —El peligris abrió la boca formando una "o" y asintió—. Aunque los ataques no son muy frecuentes, a los tres príncipes se nos ha enseñado a estar preparados para estas situaciones, sabemos que no a todas las personas del reino les gusta cómo gobierna mi padre, así como hay otros reinos que quieren conquistar el nuestro por su riqueza y tierras, por lo que los ataques pueden provenir de cualquier fuente, prácticamente.

—Pero, ¿ataques de tu pueblo? Eso no es justo —Replicó Kim—. ¿Por qué harían algo así?

—Bien... Ya que es posible que te comprometas con mi hermano por lo que he visto —dijo Kook, sonriendo un poco cuando vió la mueca avergonzada de TaeHyung—, te contaré un poco de nuestro pasado, hace un tiempo, mi padre...

Antes de que JungKook pudiera comenzar realmente el relato del pasado del reino, escucharon voces fuera de la habitación oculta.

—¡JungKook! —Gritaban las voces— ¡Príncipe TaeHyung! ¿Dónde están?

Ya que los jóvenes habían estado allí algún tiempo, se habían tomado la molestia de buscar el mecanismo que suponían les ayudaría a abrir la puerta cuando se necesitase, aunque JiMin no había podido explicarles nada, JungKook había más o menos visto cómo abría el mecanismo y había supuesto que era lo mismo para el interior, por supuesto, había compartido ese conocimiento con TaeHyung y fue Tae quien se levantó corriendo y estuvo a punto de activar la abertura de la puerta de no ser por el otro príncipe en la habitación.

—¡Espera, Tae-hyung! —Exclamó JungKook y corrió a detenerlo inmediatamente, ignorando las protestas de su tobillo— ¡No sabemos quién está allá afuera! ¿Qué tal si es otra trampa? ¡Tratarán de atraparnos! ¿Quieres eso?

TaeHyung retiró la mano del mecanismo inmediatamente y se sintió mal, no había pensado que podría ser un riesgo abrir la puerta, él sólo quería salir de allí y, aunque no lo admitiría en voz alta, quería ser reconfortado en los brazos del hermoso príncipe HoSeok.

Kook vió la tristeza en el rostro de Kim y sintió que había sido muy bruco en sus palabras, por lo que intentó reconfortarlo de alguna manera.

—Lo siento, hyung, he sonado muy duro, yo también quiero largarme como el infierno de aquí, pero no quiero que te pase nada, mi hermano me mataría por eso.

—Ah, ¿así que sólo te importo porque tu hermano se molestaría contigo? Me siento sumamente ofendido, JungKook. —Dijo Tae, poniendo la mano derecha en su pecho en un gesto dramático.

El menos esperado -YoonMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora