El menos esperado -YoonMin-

Capítulo 24.

—¿Qué clase de absurda diversión es ésta para ti, padre? ¿Por qué soltar esta sarta de mentiras? —Habló YoonGi en cuanto se recuperó del impacto causado por las palabras del rey— ¿Es ésta la "magnífica" solución que se te ocurrió para perpetuar la línea real y mantener contento al pueblo? ¿Inventar una hermana perdida por mucho tiempo?

–Admito que las circunstancias de la situación nos favorecen. Pero no he "inventado" nada, YoonGi, lo que he dicho no es nada más que la verdad. Ésta mujer, Suran, es tu hermana mayor y aquel niño con DongHae, es tu sobrino, mi deseo y el de Suran misma, es que tú y JiMin lo críen como su propio hijo, que se volverá Rey de Moon, cuando tú decidas renunciar al trono. —JeongSuk trató de mantenerse impasible, pues esperaba que su hijo pudiese entender cómo de conveniente era la situación para todos.

—¡Deja estas demenciales palabras, padre! Mi madre sólo tuvo tres hijos, y esos fuimos JungKook, HoSeok y yo. Ella me habría dicho si tuviese una hermana. Esta criatura débil en cama no puede ser de mi sangre y ese vástago en brazos del Sanador no es mi sobrino y mucho menos se convertirá en mi hijo.

El Rey se sintió decepcionado de su hijo mayor por más de una razón, sin embargo, no podía detenerse a sentir desgracia por cómo YoonGi había crecido, tenía que hacerle ver la realidad.

—Es verdad que Suran no es hija de tu madre, pero sí es mía, es mía y de MinHa, la mujer que tu abuelo, mi padre, y tu madre asesinaron —Tomó una respiración temblorosa y continuó hablando con la voz ronca por la emoción—. Hay muchos misterios en esa historia, situaciones que no te fueron dichas, pero que ahora es necesario que sepas.

>>—MinHa y yo habíamos decidido escapar no sólo porque ella no era de la realeza, sino que además, se hallaba embarazada de un hijo mío, que más adelante supimos que era una hermosa niña —Con lentitud, JeongSuk se acercó a Suran y retiró de su frente algunos hilos de cabello que se le habían pegado a la frente por el sudor—. Durante su embarazo hice que un aprendiz de sanador revisara en secreto a mi amada, y él nos dijo que era peligroso para ella y el niño viajar mientras estuviera en cinta.

>>—Muchas ocasiones luego de este tiempo me he preguntado si aquello era verdad, o si el aprendiz nos traicionó desde el principio, nunca se lo pregunté antes de cortarle el cuello con mi propia espada. Pero eso ya no tiene importancia, he de continuar.

>>—MinHa y yo estábamos muy felices por tener un hijo, pues era el fruto de nuestro amor, y creí con fervor que también se presentaba como la bendición de los dioses a nuestra unión sin importar la casta de nuestras familias, nunca nos atreveríamos a hacer algo que lo dañase, pero yo sabía que no se mantendría en secreto mucho tiempo, así que escondí a MinHa en una cabaña en el bosque y comencé a planear nuestra salida, iríamos tan lejos como fuésemos capaces y finalmente seríamos felices.

>>—Suran nació fuerte y saludable en la vieja choza escondida, y MinHa y yo le amamos desde el primer aliento que tomó, pero entonces —La mandíbula del Rey se tensó con tal fuerza que por un instante parecía que se quebraba—, justo cuando ese aprendiz de curandero me dió a mi niña envuelta en una manta, se escucharon los cascos de caballos a lo lejos, yo miré a MinHa, y ambos supimos que había que huir. MinHa estaba muy cansada, y por supuesto que su cuerpo no se había recuperado, pero tenía una voluntad fuerte para vivir, quería ver crecer a su hija, y enseñarle sobre el mundo mientras lo hacía, así que se forzó a ponerse de pie y entrar en sus vestiduras.

>>—Recuerdo al muchacho, el aprendiz, balbucear excusas, palabras de justificación a las que no presté atención, pasé a nuestra bebé a MinHa y saqué mi espada asesinándolo allí mismo, tenía que evitar que nos siguiera, y así me pagaba la traición —El Rey sentía un nudo en la garganta y se esforzaba por hablar a través de él—. Yo tomé a nuestra hija en mis brazos de nuevo y con mi amada, corrí hacia las profundidades boscosas. Allí nos dimos cuenta que hay ocasiones en las que el deseo de vivir no era suficiente, MinHa no podía seguirme el paso, las piernas le fallaban, su visión se hacía borrosa y la luna no nos guiaba esa noche con su luz, pronto, la guardia real y la futura reina de Moon comenzaron a darnos alcance.