Capítulo 3.

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La pequeña sala de reuniones estaba vacía, pero JiMin no iba a correr ningún riesgo, así que les pidió a los príncipes que retrocedieran y se mantuvieran en la sombra de los túneles.

Una vez que los menores estuvieron seguros, Park asomó la cabeza por la abertura en el muro, inspeccionando nuevamente la estancia, después salió con la espada en alto, listo para atacar en caso de ser necesario.

Recorrió todo el lugar en pocos minutos, revisando debajo de las estanterías y dentro de los muebles, buscando más armas o algo para defenderse, desafortunadamente no tuvo suerte y regresó con las manos vacías al túnel.

Los príncipes salieron y cruzaron con el rubio la sala hasta llegar a la puerta, donde el mayordomo abrió lo más silenciosamente posible y miró hacia los lados, el corredor estaba vacío, pero del lado izquierdo, que era a donde debían dirigirse, se escuchaban voces, que obviamente estaban en una discusión por el volumen alto que mantenían, Park alcanzó a contar más de tres voces distintas, por lo que el pasar peleando no era una opción. JiMin volvió a maldecir.

Metió la cabeza y cerró la puerta, poniendo el bloqueo de madera para que nadie pudiese entrar de sorpresa y se volvió a mirar a los hombres que debía proteger.

—Majestades, tenemos un problema.

—¿Qué sucede? —Preguntó JungKook.

—Estamos cerca del salón, sin embargo, si salimos y nos dirigimos directamente allí, seremos capturados, he escuchado voces en esa dirección.

—Entonces, ¿qué sugieres, JiMin? ¿Deberíamos buscar otro pasadizo para llegar a la Cámara Anti-ataques? —Inquirió Kim esta vez. El rubio negó con la cabeza.

—Me temo que sólo tengo conocimiento de tres pasadizos más y ninguno está cerca.

—¿Dónde están? —Volvió a hablar el príncipe Min.

—Uno en la biblioteca, otro en el gran comedor y el último en la Cámara del Rey. —JungKook asintió y analizó la distancia, efectivamente, ninguno estaba cerca y no podían darse el lujo de corretear por ahí por mucho tiempo.

—Bien, pues entonces deberíamos regresar a los túneles o quedarnos aquí.

—Su Alteza —Protestó Park de inmediato—, no es seguro, ninguna de esas dos opciones, aquí tarde o temprano nos encontrarán y en los túneles es posible que se hayan colado ya, está oscuro y sin iluminación somos propensos a herirnos incluso entre nosotros mismos —declaró convencido—. Propongo que demos un rodeo.

—¿Un rodeo? ¿A qué te refieres? —Preguntó el castaño.

—En este pasillo, si caminamos desde aquí hacia la derecha, después de pasar dos puertas, hay un cruce con otro corredor hacia la derecha igualmente, si se sigue por ése pasillo durante un tiempo, se encuentra con otro cruce, ahí se puede ir tanto al frente como a los lados, si tomamos nuevamente el camino de la derecha y continuamos por ahí, terminaremos por pasar por la parte trasera de esta misma Sala de reuniones —JiMin vió que Tae iba a interrumpir y alzó la mano para que lo dejara terminar—. Ése mismo corredor llega a un cruce que conecta con el pasillo principal, una vez regresemos a este pasillo, simplemente tendremos que recorrer el camino de regreso a la derecha y llegaremos al Gran Salón. A eso me refiero con un rodeo, sería como "ir por detrás" de las salas de reunión y del Gran Salón.

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El menos esperado -YoonMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora