Capítulo 2.

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JungKook había estado soñando felizmente con caballos y conejos en una pradera, si le preguntaran, era una rara combinación, pero bueno, el inconsciente siempre ha sido extraño de todos modos.

El ruido de algo arrastrándose en su normalmente silenciosa habitación fue lo que le despertó, sin embargo, al sentirse observado, decidió no mostrar signos de que ya se encontraba en vigilia, en lugar de eso, esperó.

—Príncipe JungKook, ¡Príncipe JungKook! ¡Despierta!

El susurro alarmado y el hecho de que Kook sabía quién era el dueño de esa voz hizo que el menor de los Min abriera los ojos.

—¿Príncipe TaeHyung? ¿Qué está haciendo en...? —JungKook fue interrumpido por otra voz.

—Responderemos sus preguntas después, Alteza, en éstos momentos es urgente que salgamos de aquí, vístase rápidamente, por favor.

El menor de los Min empujó su castaño cabello lejos de sus ojos para mirar mejor a la otra persona en la habitación además del invitado de otro reino, incluso si las palabras no hubiesen sido suficientes, al mirar la vestimenta del rubio, desgastada y simple, se confirmó lo que Kook había pensado, ése hombre era un sirviente.

A JungKook se le hizo bastante familiar, pero no podía poner la mano en el fuego sobre quién era ese joven.

—¿Cómo te llamas? —Preguntó el castaño.

—Mi nombre es Park JiMin, Alteza —Respondió el rubio, sin dejar de moverse por la habitación, pues al ver que el príncipe Min no hacía intento de levantarse, JiMin decidió buscar ropa para el menor—, soy el mayordomo de escuadra de su hermano mayor, el príncipe YoonGi.

—¿Escuadra...? —Cuestionó TaeHyung.

—Escuadra de Sirvientes, cada uno de nosotros, los príncipes, además del mismo rey, tenemos un grupo personal de criados y doncellas a nuestro servicio y éstos son dirigidos por el mayordomo de escuadra, quien se encarga de que cumplan sus funciones correctamente y organiza todo con ellos para que se haga de acuerdo a nuestras necesidades, si queremos hacer un cambio en nuestra rutina sobre cualquier cosa, se lo decimos a nuestro mayordomo de escuadra y él se encarga de hacerlo —Explicó JungKook con tranquilidad—. ¿En su reino es diferente, príncipe TaeHyung?

—No, no, sólo que nunca me había dado cuenta de que tenía un nombre, yo sólo le digo mi grupo de servicio.

—Disculpen, Altezas, pero no tenemos tiempo para esto, le repito, príncipe JungKook, es necesario que...

—Mira, Park JiMin, me explicas por qué estás aquí y me estás ordenando o no me muevo. —Espetó Kook, molesto.

—Príncipe JungKook, por favor haga caso de lo que JiMin le dice, en cuanto estemos seguros le explicaré todo pero ahora... —Trató de intervenir TaeHyung.

—A la mierda eso de explicar luego, ¡quiero que me lo digan ahora! —Kook no se dió cuenta de que había hablado demasiado alto hasta que fue demasiado tarde.

En el momento en que se quedó callado, se escuchó un golpe fuerte en la puerta. Inmediatamente TaeHyung se tensó, ¿ya habían llegado allí los enemigos? ¿Cómo era posible?

JungKook miró a JiMin y el rubio negó con la cabeza, indicándole que no respondiera ni hiciera ruido, pero él era Min JungKook, tercer hijo de Min JeongSuk, Alto Rey de Moon y él no iba a obedecer a un simple mayordomo.

Así que se puso de pie y tomó su bata, la deslizó por sus brazos y la cerró, para luego acercarse a la puerta, que estaba cerrada desde adentro.

El menos esperado -YoonMin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora