Mi Dueño El Ruso

¿Que vendra?

Mientas nos transportabamos en el auto pude notar que no nos dirigimos a la misma casa donde había despertado, entramos en lo interno de un bosque , durante el trayecto no dije nada, no me moví , no dije nada , no quería nada, mi madre me había negado y vendido de la peor forma.

-ya llegamos , baja ahora- me dijo mientras me daba la espalda

Sin decir solo obedecí, cuando alce mi vista me topé con una inmensa mansión, muy hermosa desde ese punto de vista, observé cómo todos avanzaban y yo hice lo mismo, cuando ingresé a la casa , no deje de sorprenderme más hermosa más mágica, moderna con un toque de clásico, cuadros de Adrik por todos lados , reliquias, toda clase de vinos, trofeos , armas , y note unos cuadros pequeños de dos mujeres muy parecidas a él, la curiosidad llegó y se esfumó de una vez cuando recordé que no había traído ropa ni nada por el estilo, que me irá a poner a hacer, quizás me ponga de su sirviente y me humille , no sé no sé los nervios me carcomian.

- Nicolette ven aquí - me dijo dandome de nuevo la espalda mientras subía las escaleras
- está bien- dije entre dientes

Pasamos por el pasillo lleno de habitaciones, demasiadas , al fin llegamos a una gran puerta lujosa y Adrik me señaló que esa era la habitación de él y luego señaló la habitación de un lado y dijo que esa sería la mía , yo estaba en shock ,era una habitación muy grande además porque me trataba así ,nada me cuadraba.

- Oye porque haces esto, no nos conocemos , no debes tratarme así , no merezco eso - le digo agachando la cabeza, un movimiento brusco y repentino me acorrala en la pared dejando que nuestros pechos se tocaran
- Ahora me perteneces y te trataré cómo se me venga en gana Nicolette - su acento ruso se prolongaba mucho más - así que yo decido donde duermes que te pones que comes y que haces ¡entendido!
Asentí la cabeza sin decir una sola palabra, no podía hablarme así o si ?
Ingreso a la habitación y observo cada detalle , es muy hermosa no podía negar eso ,estilo habitación de ensueño de toda chica.
- desde mañana empezaré a llenar tu clóset de ropa nueva ,olvídate de todo a partir de hoy , empezarás desde cero.
- ¡Adrik!- tomo el valor y lo encaro - ¡Quién eres realmente¡- Adrik a paso lento se precipita hacia mi nuevamente acorralandome pero está vez tomando mi cintura y acercándose a mi oído
- yo soy Adrik Gregoryev jefe de la mafia rusa - al momento al decir eso sus ojos se tornaron más oscuros y su mirada era más perversa, me asusté un poco - ¿quieres saber algo más ?
Mi corazón estaba a mil ,su agarre me hacía sentir muchas cosas, cosas que no había sentido antes
-No nada más
- Oh perfecto, ahora responde a las mías, vale - tomó asiento y me observo -¿ dime algo qué edad tienes ?
- Y-yo tengo dieciséis
- Oh interesante y ¿dime algo has estado con un hombre alguna vez , eres virgen?- su voz se puso más profunda
- ¡No nunca!no he estado con un hombre, soy virgen - siento como me sonrojo ante esa aclaración y escucho una risa ante ese comentario
- Oh una niña, perfecto - me miró de pies a cabeza- pura pura pura pura- entorno una sonrisa y se levanto para ir hasta la cama donde estaba sentada, con una mano me recostó en ella y me dijo- ?tampoco has besado Nic?
Yo negué con la cabeza y sentí como sonreía , cómo planto sus labios en los míos y acariciaba mi cabello , no sé que estaba haciendo solo me deje llevar no podía negar que estaba disfrutando ese beso aunque fuera el primero de dará, su agarre paso de mi cabeza a mi cintura donde pequeños escalofríos nacían , profundizó más el beso , y un pequeño gemido broto de mis labios ; cuando por fin rompió con el beso sus ojos estaban tornados , y sentí como me ruborizaba con su mirada.
- felicidades Nicolette voy a ser tu primera vez en todo - eso me dejó en shock, a que se refería con eso , se refería al beso o a otra cosa , estaba confundida.
Cuando por fin se bajó de encima mío , se acomodó la camisa y se precipitó a la salida de la habitación.
Lo que acababa de pasar fue lo más intento que pude haber vivido en mi vida , sin embargo la curiosidad me inundó más por saber que tanto podría llegar a sentir.