"Querido primo:
Tengo que avisar a los padres de Lucy . Todavía no tenemos noticias de los North. Y, para colmo, ha estallado ese escándalo sobre la señorita Minerva y lord Eucliffle . Supongo que no debería de sorprenderme, pero pensaba que ese muchacho tenía más sentido común como para ser capaz de huir de un modo tan precipitado después de que su primo saliera en busca de lady Lucy. ¿En qué estaría pensando ese chico?
Vuestra profundamente consternada amiga,
Mavis "
Mientras Natsu mantenía la mirada fija en la boca amotinada de Lucy y en su pequeña barbilla altiva y en sus ojos destellantes, pensó que jamás volvería a revivir el indescriptible gozo y alivio que había sentido al encontrarla ilesa. De repente, la rabia se apoderó de él.
No se detuvo a pensar cómo había averiguado lo de los Frier, ni desde cuándo lo sabía. Estaba demasiado furioso para eso.
—Entonces, ¿crees que estoy aquí por Anni?
Lucy debió de darse cuenta del tono amenazador de su voz, porque irguió la barbilla todavía más.
—¿Y no es así?
Natsu se inclinó hacia delante para retarla con una mirada extremamente dura.
—¿Piensas que he viajado dos días, sin repostar de noche, sin dormir, sin comer, imaginando que en cualquier momento podía encontrarte violada por ese desgraciado, por tu madrastra? ¿Porque pensaba que eso me ayudaría a avanzar en mi investigación?
Lucy pestañeó.
—Bueno... sí. —Su expresión se suavizó—. No me malinterpretes, Natsu. Te estoy sumamente agradecida por haber venido a rescatarme. Pero sé que en Londres sólo pretendías cortejarme para averiguar más cosas sobre mi madrastra. Así que no es necesario que continúes con esta farsa hasta el punto de casarte conmigo, por el amor de Dios.
Su declaración consiguió hacer que Natsu recapacitara. Si ella sabía que el cortejo no era real, entonces eso quería decir que hacía tiempo que sabía lo de su investigación. Lo cual significaba que ella, también, había estado fingiendo un interés hacia él.
—¿Qué es exactamente lo que crees saber acerca de los Frier? ¿Y desde cuándo lo sabes? —le preguntó él con una voz sepulcral. Estaba claro que no podían continuar hablando si él no confirmaba esos puntos.
Lucy suspiró.
—Desde el momento en que te conocí.
Natsu se quedó pensativo, entonces soltó una grosería en voz alta.
—Así que la noche del baile te metiste en mi habitación.
Claro, ahora lo entendía. Por eso se había comportado como una calientabraguetas, para desviar su atención y que no averiguara que había metido las narices en sus papeles. Y ahora, Anna y Acnologia Frier debían de estar probablemente de camino a la India o a Jamaica.
—Vi tus notas sobre todas las Anna —continuó ella—, y reconocí el nombre que usaba Anni antes de casarse con papá. Algunos de los detalles parecían casar perfectamente con ella, y parecía que la estabas investigando, por lo que decidí descubrir el motivo.
Natsu la miró fijamente.
—¿No se lo has dicho? ¿Ni tampoco a tu padre?
—No quería preocuparlos hasta que no tuviera más información.
Él lanzó un prolongado suspiro.
—Pero el día del secuestro, averigüé por... un amigo de la señora Mavis por qué buscabas a Anni. O, más bien, a una mujer como ella.
—¿Ah, sí? ¿Y qué te contó ese amigo?
—Que la Infantería de Marina americana te había encargado capturar a un estafador llamado Acnologia Frier. Y ya que estás buscando a una mujer que se llama Anna Frier, supongo que piensas que están relacionados.
