"MI HERMOSA COINCIDENCIA" Completa.

18

Cuando llego a la entrada de la mansión Evans, me siento , mis pies cuelgan y el sol ahora es menos ardiente , estoy algo cansada, el maldito de mi novio me ha hecho caminar y encima sola.

Cojo alientos y me acuesto en donde estoy, me distraigo con el azul firmamento, el sonido del pito de su carro me hace sobresaltar, quedando de pie.

Mi acompañante se baja, ahora lleva puesto un pantalón negro, camisa blanca y zapatillas. Horas atrás estaba en bermudas y se veía más sexi. Se acerca a mi lado.

-¿Lista?

-¿Por qué te has cambiado?
Le pregunto en tono de burla.

-No puedo llegar en bermudas donde mis suegros.

-Normal, con este calor es normal por aquí, antes te gozarán por como estas.
Me voy directa al carro, y él se queda un rato mirándose.

- Ósea que no estoy bien.
Cuando se da cuenta de que no estoy a su lado, sale corriendo, cuando llega me encuentro de conductora. -Soph enserio... No lo dejo terminar ya que agrego.

-¿Estás listo?
Este suspira y asiendo, se sube al coche y yo sigo el camino. La casa no queda a más de 4 minutos, la reja está cerrada, sale uno de los porteros, al verme la abren y puedo entrar.

-Empieza a coger mis modales, mi familia no es del tipo de gente a la que estás acostumbrado tratar.
Pone sus ojos en blanco y yo me bajo del coche. Cojo de la mano a mi Chico y después de mirarnos avanzamos hacia la puerta. Tengo llaves de esta casa, pero prefiero tocar la puerta. Después de unos segundos se abre, es mi la señora que ayuda a mama.

-Señorita.
Su voz suena asustada... -Ya han llegado. Grita y veo a mi tarado hermano bajar las escaleras, veo a mamá con su enorme sonrisa y a papá que tiene cara de pocos amigos. Abrazo a mamá y me dirijo a papá mientras Andrw los saluda a todos.

-Mi pequeña.
Saluda papá con un abrazo de oso, haciéndome sonreír. Cuando me deja respirar, voy a donde está Andrw, lo cojo de la mano y él se pone tenso al instante. Avanzo hacia mi padre, el cual tiene el semblante serio. Tomo aire y lo miro a los ojos.

-Papá, él es Andrw, mi novio.
Papá no contesta nada, sin embargo sostengo la mirada y el agarre que tengo con mi novio. Me sorprende ver una mano estirada y otra que la aprietan.

-Jeremy Evans.
Por suerte mamá rompe la burbuja de testosterona, dándonos a entender que la mesa está lista. Nos dirigimos a ella y ahora me siento de forma que quede cerca de mi chico.

La cena a estado callada, una que otra ocurrencia del tarado de Erik nos ha hecho reír. Me levanto de la mesa y voy a mi habitación, ya que mamá ha cogido a Andrw y se dispone a mostrarle la casa, lo cual no me entusiasma tanto. Estoy muy cansada por lo que decido darme un baño.

Ahora mi ropa se encuentra toda tirada en mi habitación, no puedo creer que haya traído esto para las vacaciones. Le escribo a mi novio indignada.

~Gracias a ti no tengo que ponerme.

~Vamos de compras, necesito que me rescates.

Sonrío, ahora sé dónde está, creo que en el invernadero o en los cultivos, busco en uno de los cajones de mi antigua casa y noto que mamá me ha comprado ropa interior de encaje, mi favorita.

Me pongo algo de esto y veo que hay una blusa estraple, pero pantalones no hay... suspiro y tomo los shorts que tenía horas antes, no están tan sucios como imaginé.

Cuando me los iba a poner, por arte de magia, mis ojos ven unos pantalones perfectamente doblados sobre la cómoda, corro por ellos y me los pongo. Igual encuentro unas sandalias y lista, con lo que se puede.

Salgo de mi cuarto y bajo, me dirijo al auto y miro la ropa que Andrw trajo. Unas 5 bermudas, 5 camisillas, 10 camisetas, 3 pantalones y 3 pares de zapatos, lo que no veo es ropa interior. En realidad los hombres son así de relajados.

Voy al invernadero y allí está con mamá. Ambos me miran pero este lo hace pidiendo ayuda. Me acerco a ellos y sutilmente le cojo la mano.

-Mamá, lo necesito.
Esta asciende y noto que él me saca a toda prisa del lugar.

-As tardado mucho.
Pongo los ojos en blanco.

-Me urge ir de compras al igual que tú.
Pone sus manos al aire en son de paz.

-¿Yo? Yo estoy bien así.
Me empino un poco y me acerco a su oído.

-No tienes ropa interior.
Este suelta una carcajada y me dirige al auto.

-Con tigo no necesito de eso.
Su comentario me hace sonrojar y prefiero callar.

-¿Apenas acaban de llegar y ya se van?
Pregunta papá el cual se encuentra sentado al aire libre leyendo el periódico, nos ha asustado a ambos.

-En... vamos a... voy a mostrarle el lugar.
Él no dice nada y yo subo al auto de conductora y Andrw de copiloto. Las palabras que dijo minutos atrás, se repiten una y mil veces en mi mente, haciendo que mi tés aún esté sonrojada.

-¿De qué te has acordado?
Dice coquetamente mientras lleva su suave mano a mis mejillas. Siento el escalofrió llegar a mí, recorre mi columna vertebral.

-Solo es por el calor.
Mis palabras salen atropelladas.

-Por qué estas nerviosa.

-Claro que no.
Y para que deje el tema a un lado, acelero sin pedir permiso.

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Ayer pasé una tarde maravillosa con Andrw. A parte de que nos fuimos de compras, me ha seguido el capricho de entrar a una feria, montamos en todos los juegos, comimos de todo lo que se nos atravesó y nos tomamos muchas fotos.

Hoy no quiero salir, solo quiero relajarme en la alberca y broncearme un poco, ya que me hace falta. Me pongo el vestido de baño rojo y cojo una pava de las de mamá. El sol está radiante, así que le pido a la chica de la cocina que me lleve el desayuno a la alberca.

Me hecho algo de bronceador en el cuerpo y bloqueador en la cara, no quiero quemarme. Me pongo las gafas de Andrw, que ahora las dejaré para mí y lista, para relajarme un poco.

-Soph.
Llama mi hermano.

-¿Qué quieres?
Digo entre dientes.

-He invitado a unos amigos.
Me quito las gafas y le miro.

-¿y qué puedo hacer?

-De pronto te incomodamos.
Suspiro algo indignada.

-Si ellos están en casa ajena, deben comportarse. Igual yo llegué primero.
Le saco la lengua y este pone los ojos en blanco.

-Le diré a mamá.

-Que infantil eres...
Vuelvo a ponerme las gafas, cuando siento unas manos frías en mis piernas. Abro los ojos y me encuentro con mi novio, lleva puesto una bermuda a flores, la que le regalé ayer y una camisa blanca. Está guapísimo.

- Creo que tienes algo mío.
Muerdo mi labio al sentir que su mano sube más.

-El que se duerme, pierde amorcito.
Siento que quita sus manos de su lugar, sé quita la camisa rápidamente, sin darme tiempo a detallar lo que pasa, me quita el gorro y las gafas, me coge cargada y se tira al agua con migo en brazos. Salgo como puedo y veo que este me sonríe. -Que tramposo eres. Le digo mientras le abrazo y le doy un tierno beso.

-Solo hago justicia señorita.
Rodeo su cintura con mis pies y con mis brazos su cuello. Invadiéndolo de besos. Siento unos pasos acercarse, le suelto y me sumerjo en el agua, hasta salir al otro lado de la piscina. Él se queda pasmado en su lugar, me paso la mano por la cara y veo a mamá que viene con el tarado de Erik.

-Pero pueden compartirla.
Dice mamá.

-Pero... pero...

-Pero nada Erik, es tú hermana y debes respetarla.
Este suspira y yo salgo, me acerco y le doy un abrazo a mi hermano.

-Estas mojada...
Refunfuña.

-No te vas a mojar pues.
Le digo mientras me burlo.-Que infantil eres. Digo y me tiro a la piscina mojando a mamá y a Erik, oigo que ambos gritan y yo sonrió, en cuanto salgo, paso mi mano de nuevo por mi cara y de repente siento unas manos en mi cintura las cuales me alzan por los aires y caigo de nuevo al agua.

-Eso te pasa por niñata!!.
Grita el tarado de mi hermano y oigo a Andrw reírse fuertemente. Salgo del agua y fulmino con la mirada a mi novio, me voy de nuevo hacia la silla y me recuesto tiritando de frio, mamá ya no está.

-¿Amor estas enojada?
No contesto, solo cojo mi celular y no le prestó atención. -Vamos princesa, sólo estaba jugando.

Sus hombros caen y cuando lo miro tiene una expresión muy tierna, parece un perrito regañado y me da algo de lástima por lo que me corro un poco y doy golpecitos al espacio vacío para que se haga a mi lado.

Este obedece y se recuesta a mi lado, llevando uno de sus brazos para cargar mi cabeza y su otra mano va a mi vientre, la cual está algo fría, me estremezco con su tacto y más cuando uno de sus pies se posa sobre los míos para evitar caer.

Llevo mi cabeza a su pecho y no le importa mi cabello mojado, ya que no reacciona al frio de este, me da un beso en la frente y recuesta su mejilla a mi melena mojada.

Nos quedamos así no sé cuánto rato, disfrutando de su presencia y del cosquilleo que provoca sus manos en mi vientre bajando y subiendo por este.

~Amor vamos, no quiero llegar tarde.
Dice mi novio, en ocasiones es algo irritante.

~Espérame, debo ir por algo.

-Apúrate, se nos hace tarde princesa.
Pongo los ojos en blanco y voy por mis cosas. Cuando bajo Andrw ya no está, lo busco por todo el lugar y no lo encuentro, de repente siento que me tiran un baldado de agua fría.

Despierto sobresaltada y descubro que aún me encuentro en la alberca, a mi alrededor hay unos chicos, me imagino que son los amigos de mi hermano, los cuales juegan con bombas de agua. Que irrespetuosos.

Hago una mueca cuando no veo a mi novio a mi lado. Me levanto y por alguna extraña razón, noto que todos ponen la mirada sobre mí.
Mierda, me debo haber quemado o no llevo nada puesto... me percato de lo último, y no ha ocurrido ni una cosa ni la otra. Los fulmino con la mirada a los cuales no les importa.

Voy camino a casa cuando veo salir a Erik con otros chicos... genial, testosterona al 1.000%. Suspiro y entro en la cocina donde la chica prepara galletitas y todo tipo de aperitivos. Meto la mano en uno de los recipientes y tomo una galleta.

De repente de tras de mi oigo que alguien carraspea y sé que es papá, siempre lo hace cuando descubre que cojo las cosas sin permiso. Giro sobre mis talones y le hago morritos para que no me vaya a regañar, siempre funcionan con él.

-No te voy a regañar, solo te pido que si no vas a estar en la alberca, ponte la salida de baño, no quiero que te coman con la mirada, suficiente tengo con tú noviecito.

Casi me atraganto con sus últimas palabras, sin embargo hago caso a su mandato y me pongo la salida de baño. El sol está más caliente y en el patio de mi casa hay unos 30 críos, los cuales comen y se divierten. La música no está muy fuerte y es agradable.

Cuando voy directo a mi silla, noto que alguien está en esta. Voy corriendo a regañar a quien sea que es. Cuando voy llegando, siento unas manos extrañas en mis caderas, de repente un crio me coge y me aprieta hacia él.

-Todos tienen razón, sí que eres hermosa.
Se acerca a darme un beso y lo único viable que veo es darle una patada en la entrepierna, después lo lamentaré. Oigo que maldice por lo bajo y corro, por suerte es Andrw el que está en la silla y me tiro encima de este.

-Qué pasó, pareciera que has visto un espanto.
Me acurruco a su lado y este sonríe mientras me da leves besos en mi cabeza.

-No, solo que...
No termino ya que sus labios chocan con los míos, la electricidad vuelve y todo a mi alrededor se esfuma, solo existimos él y yo. Su lengua busca la mía, la cual encaja a la perfección y su brazo baja a mi trasero atrayéndome más a él.

Siento que alguien hala a mi novio haciendo que la burbuja se ropa. Al levantar la mirada veo a mi hermano con el ceño fruncido y los brazos cruzados.

-Oye, no quiero esas escenitas aquí, para eso hay piezas.

-Lo sentimos.
Dice Kenton algo arrepentido. Solo esto faltaba...
Me levanto de mi asiento, miro a Erik, el cólera me invade.

-No es tú puñetero problema, no te pedí que trajeras a críos a mi casa, para eso existen lugares sociales.
Le digo casi gritando.

-Está ya no es tú casa.
Dice haciendo énfasis en la última palabra y con un tono de voz más elevado que el que yo usé segundos atrás.

-Sabes qué, vete al infierno.
Digo y le empujo haciéndole caer a la piscina. Oigo unos cuantos chiflidos mientras yo me voy a paso largo a mi casa. El estúpido me colmó mi paciencia.

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Siempre que actualice lo voy a montar a mis historia.

Besos y abrazos de colores!!!

Mil gracias