"MI HERMOSA COINCIDENCIA" Completa.

39

El día en el hospital está tranquilo. Pronto se acercan las vacaciones de mitad de año. Me encuentro descansando en la sala para médicos cuando entra Betty.

-He! Suerte encontrarte.
Cierro mi loker y la miro fijamente.

-Siempre estoy aquí.
Sigo antes de sentarme, su tierna sonrisa ilumina todo el cuarto. Se sienta a mi lado.

-Necesito que me cubras esta tarde.
Ruedo los ojos.

-¿Quién es el próximo en caer?
Esta me da un empujoncito y ambas sonreímos.

Muerde su labio y de repente su expresión cambia, se le ve triste. Su mirada se pierde en el infinito y sus músculos se tensan. Nunca la había visto de esa manera. -Quieres contarme algo.
Le ánimo para que hable y pueda salir de sus pensamientos. Niega con la cabeza y me brinda una sonrisa algo triste.

-¿Me vas a cubrir?

-Claro para eso están las amigas.
Me acerco a ella y le doy un abrazo.

-Gracias sabía que podía contar con tigo.
Nos levantamos y nos vamos juntas a cumplir el turno.

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Me encuentro en la cafetería, comiendo algo ya que mi estómago me pedía a gritos comer. Levanto mi vista y veo a Garret y a Lincon entrar, vienen juntos y parece que discuten a cerca de un paciente.

Alzo mis manos para que me vean y en cuanto lo hacen sonríen, piden lo que van a comer y se retiran
Rigen a mi mesa.

-Y que dice la señorita Evan.
Habla Garret, se inclina y me da un beso en la mejilla, al otro lado aparece Lincon el cual me saluda con un abrazo.

-¿Hola Chicos, cómo están?

-No tan bien como tú.
Dice Garret mientras con su mirada detalla mi cuerpo. Le doy un puño en el brazo y todos reímos.

-Oye soph tú que eres tan amiga de Betty y entre las mujeres se entienden más, ¿sabes qué es lo que le pasa?
Pregunta Lincon algo preocupado. Niego y frunzo el ceño.

-Esta mañana la he visto, me ha pedido que la cubra en horas de la tarde. Sé le veía algo angustiada.

-Lleva varios días así, solo que sabe cómo disimular.
Nos quedamos en silencio un buen rato.

-¿Y no te ha dicho nada acerca de lo que le pasa?

-Por favor chaval, preguntas como si te gustara, a lo mejor por eso pelean tanto.
Dice Garret. Ambos lo traspasamos con la mirada y él se encoje en su asiento.

-No, en cuanto se lo he preguntado, su expresión ha cambiado.
El silencio vuelve a reinar.

-No me gusta verla así, ella es la más alegre de los cuatro.

-Tampoco me gusta verla así, debe haber alguna manera de ayudarle.

-Enserio van a hablar de eso, la Chica anda en sus días, pronto se le pasará.
Dice Garret mientras come todo lo que hay a su paso, hasta parte de mi sándwich se ha comido y lo he dejado ya que el hambre se me ha quitado.

Me levanto y después de despedirme de ellos, me voy a hacer una ronda a mis pacientes. En cuanto termino, mi teléfono suena haciéndome sobresaltar, algunas personas me miran y yo me disculpo.

-Hola princesa, estas ocupada.
Paso mi mano por la cara, estoy agotada.

-No, acabo de terminar una ronda.

-¿Te demoras mucho?

-Hoy llego tarde.

-Por qué, no me digas que doblaste turno.