Capitulo 9 - Siempre

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-¿Tienes frio? –me pregunta cuando cruzo mis manos sobre el pecho.

-Un poco –admito-. No traje sudaderas.

Hunter se quita la chaqueta y me cubre con ella.

-Gracias –mascullo.

Y vuelve a tomar mi mano.

Hemos pasado toda la noche despiertos.

La mayor parte del tiempo estuvimos en silencio.

Hacíamos alguno que otro comentario. O teníamos alguna que otra conversación.

Y encendimos varios cigarrillos.

Pero jamás soltamos nuestras manos.

Y ahora estábamos en la azotea de la casa.

Hunter dijo que el amanecer era hermoso desde este lugar..

-El sol saldrá en unos minutos, justo por ahí –me dice, señalando con su dedo un punto entre dos colinas a lo lejos.

-Ojala no lo hiciera –mascullo.

-¿Por qué?

-Porque no quiero que amanezca.

-¿Por qué? –inquiere, mirándome a los ojos.

-Porque no quiero regresar a Ensenada –confieso-. Quiero quedarme aquí.

Suspira.

Suelta mi mano y pasa su brazo sobre mis hombros, juntándome a su cuerpo.

Recargo mi cabeza en su hombro y cierro los ojos.

-¿Qué estamos haciendo, Daniel? –inquiere, por lo bajo.

-No lo sé –admito.

Suspira nuevamente.

Nos quedamos en silencio, y miramos fijamente como poco a poco sale el sol frente a nosotros.

-¿Tienes sueño? –me pregunta una vez que ha amanecido por completo.

-No –miento.

Me atrae ligeramente contra su cuerpo y después me suelta.

-Ven, vamos a dormir un poco –dice mientras toma mi mano.

Y caminamos juntos hacia las escaleras que llevan al interior de la casa.

Hunter me conduce hasta la habitación en donde me había dejado horas antes.

-Te dejaré dormir –me dice.

-No tengo sueño –vuelvo a mentir.

Lo único que quería era que él no se fuera.

Sonríe suavemente.

-Bueno, ven. Vamos a recostarnos.

Y tomando mi mano me lleva a la cama.

Se quita los zapatos, y yo hago lo mismo.

Y nos recostamos ambos.

Nuestros brazos apenas se rosan, pero tan solo con sentir su calor corporal mi respiración comienza a ser irregular.

Hago un esfuerzo en cada parpadeo por no quedar dormido, pero poco a poco voy perdiendo la batalla.

Estoy apenas cayendo en la inconsciencia cuando despierto de golpe por un movimiento que sentí junto a mí.

-Tranquilo –me dice Hunter. Está sentado en la cama-. Solo tomaré una cobija. Estás temblando.

Estoy adormilado, pero lo veo tomando la cobija, y expandiéndola sobre mí. Cubriéndome con ella.

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