Continuación de: ¡¿Mis Mates?!
Pasaron años desde que Alisha escapó de las manos de Dixon, desde que sus mates "murieron". Ella trata de hacer su vida tras encontrar a su tía que si la recuerda y le ofrece hospedarse, aunque no se le hará muy fácil...
Era de día y Alisha no había podido dormir nada, se sentía tan caliente que sus entrañas hormigueban, necesitaba algo... O a alguien.
Los Hermanos King no habían llegado aún, lo cual la preocupaba, aunque también sentía un cierto alivio porque al menos sabía que no les estaba ocurriendo nada malo, todo por su marca.
Ella estaba acostada en el suelo, sabiendo que estaba encerrada en aquel cuarto. Ellis y Eddy habían ido a despertarla y, el primero en reconocer lo que estaba sucediendo fue Eddy, y la encerró en la habitación mientras que le explicaba a Ellis lo que estaba sucediendo.
Ahora bien, estaba aburrida y con mucho calor.
Los Hermanos King tenían razón, no se compara en nada estar en celo cuando eras humana y cuando sos una mujer lobo.
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Cuando llegaron los Hermanos King, era de día. Estaban cansados, fue un gran trayecto desde su manada hasta el hogar del Alpha Francesco.
Al ingresar fueron a su habitación para descansar, les pareció raro que no los recibiera nadie, ya que era las 09:00 hs, aunque luego lo pensaron bien y hoy Alisha tenía su examen en el hospital y Eddy y Ellis deben estar desayunando o comiendo en otra parte.
Cuando se estaban acercando a su habitación, comenzaron a sentirse extraños, su corazón comenzó a latir más rápido y empezaron a sudar. No sabían la razón hasta que estuvieron frente a la puerta.
Alisha había entrado en celo.
La decisión que tomaron los otros Alphas le habían hecho esto.
Steve quiso abrir la puerta y está estaba cerrada con llave. Desde el otro lado, Alisha escucho y empezó a oler el olor a café que tanto le gustaba. Ella se levantó del suelo y corrió para abrirle la puerta. Sin embargo, sus sentidos la estaban cegado por el deseo que sentía. Estaba frustrada, quería verlos y tocarlos. Alisha intentaba mil formas de abrir la puerta, pero no podía.
— ¡Ábrete! — Golpea la puerta y le arroja patadas.
Los Hermanos King sabían que su loba la estaba controlando, ella nunca reaccionaría así. Además se la escuchaba desesperada por abrir la puerta.
— Alisha, escúchame — Le pidió Andrew con voz tranquilizadora, pero Alisha se alejó enojada y muy triste. Comenzó a llorar y empezó a romper todo lo que había a su alrededor.
Andrew miró a Liam, sabiendo que él era el único quien podía hacer algo. Andrew se alejó de la puerta, dando paso a Liam.
Liam no estaba muy seguro si hacerlo, aunque sabía que si no lo hacía, su melocotón hermoso se lastimaria.
— Alisha... — Dice suavemente con voz de Alpha.
Ella se detiene al escucharlo, haciendo que todo su cuerpo tiemble. Cae sobre sus rodillas, mientras cierra sus ojos.
