Amalia

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11 de Junio

No hay rastros del asesino, debo admitir que he estado un poco asustada, de hecho un chico de una universidad cercana a mi casa  lo secuestraron, no hay pistas, no hay nada, es como si la tierra se los hubiese tragado

Mi familia esta muy preocupada, dicen que me quede en mi casa, que es más seguro que el exterior, pero yo tengo mis deberes, debo ir a el liceo para poder superar mis metas que tengo en mente.

Mis padres los he escuchado gritandose, no se lo que está ocurriendo tengo un miedo horrible, pero debo seguir mostrando a los demás que soy alguien fuerte y feliz, es lo único que a mantenido a mi familia unida.

Pero los problemas van aumentando, a mi mamá la he visto con un moretón en el ojo, estoy muy preocupada, sé que mi padre lo provocó pero no debo meterme en sus asuntos.

Mis amigos del liceo al parecer se están dando cuenta de los problemas que tengo, me dicen que puedo confiar con ellos pero ¿como podré si a mi padre, él que le tenía mucha confianza, ahora es un completo desconocido para mi?

Creo que la gente se está poniendo histérica, de hecho la gente se a estado matando por que piensan que son señales de que el mundo se está acabando. No sé si sea verdad, pero el que está detrás de todos estos secuestros está realmente loco...

Estoy 100% segura de que si encuentran al asesino, este tendrá una condena perpetua posiblemente. Aunque tampoco le tengo pena, se lo merecerá, está dañando a muchas familias, y lo único qué piensa es en su satisfacción de matar personas, es totalmente un imbecil.

12 de Junio

Un día pasó y creo que todo a empeorado, anoche mis padres volvieron a pelear, pero el ésta vez escuché mi nombre entre medio de sus gritos, mi mamá le pedía a gritos que no lo hiciera, pero mi padre insistía en que no había otra manera, estuve a punto de intervenir pero mi padre vino a mi habitación y me dijo que tenía que arreglar todas mis cosas, me dijo que hoy me iba a llevar a otro lugar.

Hice caso, pero con mucho miedo en cada acción que hacía, mi mamá vino llorando y me abrazó, lo único que me dijo fue:

"Lo siento"

La miré extrañada pero solo me dio un beso en la frente y se fue.

No entendí lo que pasó, pero ahora me encuentro en el living, mientras veo la hora del reloj, estaba inquieta, lo sabía, pero no sé lo que me ocurrirá ni tampoco sé si voy a poder negarme a lo que me digan.

Mi padre me vio, una mirada tan fría que nunca antes había visto, de pronto tocaron la puerta y mi padre fue a abrir, de ahí entró un señor de no menos 50 años, me vio e hizo un asentimiento, no se lo que pasa pero quería irme de ese lugar.

-Amalia, te irás con esté hombre, él te llevará a tu nuevo hogar -dijo mi papá fríamente

¿Qué?

-¿Co-cómo que a mi nu-nuevo hogar? -pregunté mientras mi sangre se helaba

-No hagas preguntas, sólo obedeceras, ya no puedes quedarte aquí -se acercó mientras agarraba mi maleta- es por el bien de todos

¿Por el bien de todos? ¿A que se refería?

El señor solo hizo un ademán con su brazo para que lo siguiera, yo no quería irme, no pueden hacerme esto

-No por favor, no me hagas esto, si quieres puedo irme a una casa de mis amigas, pero no hagas que me lleven - mis ojos se cristalizaron, por fin lo entendí todo, mi padre me había vendido

-¡Basta! ¡No lo harás! ¡¿Me oíste!? -me sujetó fuertemente del brazo, de pronto entraron dos hombres de negro- Llevensela -dijo mientras me empujaba a ellos

Intenté correr, mandar golpes, pero no servía de nada, estaba acabada.

Me subieron a un furgón, y me hicieron entrar a la fuerza, miré por última vez mi casa, el lugar donde nací, donde antes me sentía acogida, pero que ahora no me dejaban entrar nunca más...

Fueron 3 horas de viaje más o menos, mi ojos ya los sentía pesados, el cansancio y mi tristeza hacían que mi cuerpo perdiera la fuerza.

Finalmente llegamos a un lugar, era como un bar, mi cuerpo me advertía que si entraba ahí posiblemente no saldría. Los tipos me sacaron nuevamente y me obligaban a caminar haciendo que mi cuerpo se empapara con la lluvia , yo solo miraba el lugar donde me estaban llevando. Cuando entramos no había mucha gente, aún era de día, pero igual habían una que otra persona.

El señor de antes me dirigió la palabra

-Este será tu nuevo trabajo, serás camarera, si la gente te pide pasar un buen rato tú aceptaras, el dinero que ganes me lo darás a mi, a menos que alguien te de alguna propina, tú dormitorio está en el cuarto piso, es privado, solo el personal puede entrar -Dijo todo tan simple, como si esto occurriera día tras día- Tu turno será de las 9 a las 3 A.M. ¿Entendido?

¿En que me había metido?

-¿Por qué me hacen esto? ¿Acaso no tiene algún hijo o hija? -mi voz se quebró, mientras el señor solo se río

-Ya te acostumbraras -Dijo para luego marcharse.

El lugar estaba asegurado, por lo tanto no podía escapar. Estuve rondando por el lugar mientras una chica me miraba tímidamente, posiblemente ella pasó por lo mismo.

Me acerqué a ella, la pude ver con su vestimenta casual, pero con unas ojeras muy grandes debajo de sus ojos.

-Disculpa ¿Sabes donde está mi dormitorio? -ella asintió- ¿puedes llevarme? -ella volvió a asentir y empezó a subir las escaleras

Cuando llegamos pude ver que era un lugar muy desagradable, no sabía que estaba haciendo ahí, yo debería estar en mi casa estudiando

-Lo siento, yo aún no me acostumbro a esto, pero solo te digo qué no intentes escapar, es imposible -dijo tímidamente y se fue.

Llegó la hora, ya eran las nueve, una señora de unos 40 años más o menos me dijo que me vistiera, ella me maquilló para después irse meneando las caderas felizmente, era una puta, se podía notar.

El atuendo era muy provocador haciendo que me sintiera del asco cuando me vi a el espejo.

Finalmente baje, ya estába super lleno, me dirigí a el bar, ahí un chico de 20 años me dijo que llevará unos tragos a la mesa 5. Pase así la noche con toques peligrosos hacia mí, hasta cuando me tocó ir a una mesa donde había alguien muy tapado.

Lleve su trago pero cuando le pasó su vaso me paso a tocar mi mano, me dio un tipo de electricidad, lo ignore pero a los pocos segundos me sentí mareada, volví a la misma mesa y le entregué la cuenta, pero vi algo raro, él tipo estaba haciendo una figura de origami con la servilleta, era un cisne, fui lo último que pude ver, mi cuerpo simplemente cayó al suelo, escuché gritos de terror a el fondo y disparos, pero sólo pude distinguir una voz

Buenas noches séptima participante...

Jejej se me olvidó, perdón, en serio.

Aquí un nuevo capítulo, espero les guste.

No Turn BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora