Laberinto

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Día domingo, no tenían en cuenta de que fecha era, pero este día solo significaba una cosa " la batalla final"

Se iban a enfrentar Cristóbal con Rayen y Hannón, todos creían que este era el final para Cristóbal, él estaba solo ante los dos, por lo cual no podía pensar en que le podría ocurrir otra cosa. Pero el destino estaba pre-escrito y ese día volverían a caer gotas de lluvia por la perdida de más vidas.

Así que ahí se encontraban, los demás en la sala de vigilancia y los tres jugadores a parte en la sala de juegos.

Pero a diferencia de la batalla anterior, esta estaba modificada. Y no entendía nadie lo que estaban viendo.

Pará los jugadores la perspectiva que les daba era de unas paredes grandes y dos entradas a los lados. Pero los que estaban en la sala de vigilancia podían ver por la cámara del techo que se trataba de un laberinto.

De repente se escuchó en uno de los parlantes la voz ya tan reconocida.

-Bueno, aquí están nuevamente, les sorprenderá de que ya no estoy con ustedes en fisico y es que  no quiero poner mi vida más en riesgo, aun cuando tuvieron muchas ocasiones para matarme pero al parecer son más estúpidos de lo que creí -se escuchó su risa.

Y es que ninguno de ellos se atrevió a matarlo a pesar de que tuvieron las armas en sus propias manos, tenían miedo de los hombres de negro que podían reaccionar rápidamente.

-Pero bueno, a lo que venía, cómo verán modifiqué la sala y ahora es un laberinto, las armas estarán escondidas en diferentes puntos de este, así que deberán moverse rápido para encontrarlas -se tomó un respiro- aquí va lo magnífico, pueden matar a su enemigo con las armas, o con el botón que está al centro del laberinto, cuando lleguen ahí habrán unas máscara para gases, porque al momento de apretarlo saldrá un gas altamente tóxico

Les vuelvo a aclarar que si no matan a alguien, yo mismo mataré a uno de ustedes, o quién sabe... Quizás pueda matar a los tres -tras decir eso el micrófono se apagó y los chicos tuvieron que ingresar rápidamente al laberinto.

No pasaron ni los dos minutos cuando su corazón ya se les aceleraba, los pasos resonaban por todo el lugar haciendo que eso los pusiera más nerviosos, debían manejar más su sentido auditivo, solo con eso podían localizar a su enemigo.

Por una parte Cristóbal intentaba recordar por dónde había estado pero era muy difícil, porqué al salir de un lugar quedabas completamente desorientado, tenía miedo del poder encontrarse con uno de los chicos y no tener ninguna arma.

Sabía que era el más débil en esa situación, aunque ya conocía un poco el tema porque era su segunda vez en esa situación, pero había algo en el él que le decía que se rindiera y que por fin aceptará su muerte, pero igual tenía un cierto temor.

Por otro lado Hannón y Rayen eran novato, aún cuando fueron expectadores la anterior vez no era lo mismo ver que estar ahí.

Rayen era la que se encargaba de mirar a los alrededores por sí veía a Cristóbal y memorizar el camino. Hannón era el que buscaba las armas y hasta por el momento, no llevaban ninguna.

La tensión subía un poco más y a los pocos minutos Cristóbal había encontrado su primera arma, era una
Jericho 941 FS* por lo menos ahora se sentía un poco más seguro.

Y Hannón encontró justo en una H&K USP Compact* ya los dos bandos estaban armados, así que sólo faltaba enfrentarse o, encontrar el centro de la sala.

Por los caminos se perdieron muchas veces. Sus compañeros que los veían por las cámaras estaban más nerviosos, porque ellos veían que tan cerca estaban el uno del otro.

No Turn BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora