Rendirse

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2:14 A.M.
Habitacion de Kevin e Issabel

Ya era muy tarde y Kevin seguía despierto en esa habitación, sabía que vendrían dónde él a petición suya, pero él cansancio hace que sus ojos se empiecen a cerrar lentamente.

No pensó que irían tan tarde a buscarlo pero de seguro era para que nadie sospechara, en especial Issabel que era su compañera.

Cuando escuchó un leve ruido de pasos se sentó en su cama con cuidado, la puerta se abrió de a poco y dejó entrar una luz leve, un hombre entró y le puso la bolsa en la cabeza para luego sacarlo de esa habitación

Lo que nadie sabía es que unos ojos se abrieron cuando se cerró la puerta, Issabel estaba despierta esa noche y ahora tendría nuevas dudas.

Por otro lado Kevin fue empujado a la oficina del asesino el cual levantó su mirada al verlo ahí.

-Debes hablar rápido, no quiero que Issabel se despierte y no te vea en tu habitación -su voz era grave y dura, se notaba que era un hombre con aspecto demandante.

-Necesito que me expliques una cosa -dijo Kevin enojado- El otro día me dijiste que me ibas a ayudar en las competencias, pero ahí casi muere Issabel y eso me arrastraria a mi también -dijo señalándose

-Te dije que "quizás" te ayudaría en los juegos -dijo haciendo énfasis en sus palabras- Además eso iba hacia a ti, no para Issabel, esa es otra vida aparte -dijo riendo.

-¿Es una broma? Eso es injusto -dijo elevando un poco más la voz- ¡Así también me podría morir yo!

-Te digo en este mismo instante en qué bajes tu tono -se levantó de la silla- Es y será la última vez que me faltes el respeto -dijo enojado- En verdad no sabes a quién le hablas así, la próxima vez te arrancare la lengua con mi propio mano

Kevin se tenso en su sitio, la verdad es que había olvidado que estaba hablando con su propio secuestrador.

-Yo solamente estoy diciendo que no es justo que me hagas esto cuando teníamos un trato -intento que su voz no saliera temblorosa- Yo no quiero morir, yo no quiero seguir con esto -dijo mientras su mano temblaba ligeramente

Hubo un silencio incómodo en esa oficina, Kevin seguía intentado mantener su mirada firme, aún si él sujeto en frente suyo no le viera el rostro, se sentía intimidado. El silencio terminó cuando una risa resonó en esas cuatro paredes.

-Es que eres ridículo chico -seguía riéndose- Tu destino ya está escrito, si rechazabas mi trato morirías, si te arrepentias morirías, si cumples tú trabajo, sobrevives -se posicionó en frente de él -¿En serio quieres morir ahora?

-No, yo no quiero morir -sus ojos se cristalizaron- yo solo quiero volver junto a mi familia, pero-

-Pero nada -lo interrumpió- No creas qué salir de aquí es sencillo, he visto morir a muchas personas en mis juegos, gente que me desobedecio, gente que creyó poder engañarme -se rio nuevamente- Es ridículo ¿no es así chicos? -le pregunto a sus hombres los cuales también se rieron- Tengo a todos en la palma de mi mano y si quiero puedo matarlos en este mismo segundo.

Kevin no decía nada, ahora yacía con la cabeza agachada del miedo al estar cerca de ese hombre tan horrible.

-Ahora -sintió la voz en su oído y una presión en su cadera, la cual reconoció cómo una pistola al escuchar cómo el seguro era quitado- ¿Quieres rendirte? Piensa qué si le hubiera hecho esta misma propuesta, no hubiera dudado en tirarte por la borda, porqué ellos no son nada de ti...

No Turn BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora