Narra Amelia.
No podía parar de pensar en mi relación con Owen. Quizá vamos muy rápido.
¿Es correcto lo que estamos haciendo? Es decir, nos conocemos hace años, pero siempre tuvimos una relación de amigos.
Irina está muy feliz con él, y aunque suene egoísta conmigo misma, es lo que más me importa.
Owen es realmente muy dulce, comprensivo y amable.
En cinco meses no peleamos nunca y eso es algo que momentáneamente agradezco.
Me encantaría decir que las cosas entre nosotros dos están perfectas pero la realidad es que no, Teddy está celosa y aleja a Owen de mí. Ya sea a través de consultas o no.
Hace dos noches que él no duerme aquí, ya que ambos reciben traumas casi todas las noches.
Hoy era el día de mi ultrasonido con Arizona, al fin conocería el sexo del bebé.
Ya elegimos los nombres: Cielo Amey Hunt Shepherd en caso de que sea niña.
En caso de que sea niño John Benjamín Hunt Shepherd.
Gracias a mi dulce hija tenemos los nombres.
Me encantaría hablar con Owen y decirle acerca de mi duda pero sé que es en vano, ya que hablamos hace tres noches y me negó todo.
Puede que esto sólo sea una duda mía.
Me dirigí hacia el hospital y en la recepción estaba Arizona.
-Hey, Arizona.
-¡Amelia! ¿Preparada para tu ultrasonido?
-Sí-respondí desganada.
-Ven, vamos.
La seguí hasta la sala y esperamos unos minutos a Owen, pero no llegó.
-Espera-dije levantándome de la cama. -Iré por él.
Arizona sonrió en forma de respuesta. Caminé por los pasillos del hospital esperando encontrar a Owen, pero no estaba.
-Hey-saludó Mer.
-¿Viste a Owen?.
-La última vez que lo vi fue hace tres horas, estaba con Teddy en urgencias.
Asentí y seguí mi búsqueda.
Por un momento pensé en ir al cuarto de descanso, pero sin duda alguna no estaría ahí.
Me acerqué a la pizarra con la esperanza de que quizá esté en un quirófano, pero no.
Tomé mi celular e intenté llamarlo pero no me respondió.
Sólo me faltaba buscar en la sala de descanso.
Me dirigí hacia una de ellas con esperanza de que esté ahí, solo. Abrí la puerta y ahí no estaba.
Me dirigí hacia otra de las salas y cuando estaba llegando la puerta se abrió, Teddy salió primero y detrás de ella, en pocos segundos, Owen.
Esto no podía estar pasando.
-Amy-intentó decir.
-El ultrasonido es ahora, si quieres ven-hablé secamente, mi corazón estaba completamente roto.
Sé que no sirve de nada ver y no preguntar, pero yo sé lo que vi.
Llegamos donde Arizona y ella comenzó con su trabajo.
-¿Están listos?-preguntó. Creo que notó la tensión entre nosotros.
-Claro-respondió Owen.
-Por supuesto-lo miré desafiante.
-Bien. ¡Felicidades, es una niña!
Me sorprendí y mi corazón por un momento olvidó la tristeza que sentía. La felicidad reemplazo eso.
-Gracias, Arizona-sonreí evitando mirar a Owen.
Rápidamente limpié el gel que estaba sobre mi vientre y salí del lugar.
Caminé intentando mantener la calma y buscando a Meredith o Maggie. La primera que aparezca.
Para mi suerte visualice a ambas.
-Hola-saludaron.
-Necesito que vengan conmigo-solté.
Se miraron preocupadas pero me siguieron hasta el cuarto de suministros.
-No… no puedo-dije intentando respirar. Pero era inútil.
Era peor a cada instante, sentía cómo me estaba quedando sin aire y era horrible no poder hacer nada.
-Toma-Mer extendió una bolsa.
Pero cuando intenté tomarla caí al piso, no oí nada más y todo se vio negro.
Desperté asustada; observé cada detalle del lugar y supe que estaba en el hospital.
Y recordé todo: estaba en la habitación de suministros con mis hermanas y me desmayé.
La puerta se abrió dejando ver a Owen y detrás de él, Mer y Maggie.
-No quiero hablar con él-dije.
-Amelia…
-No, Maggie, no quiero-respondí elevando mi tono de voz.
-Deberías escucharme. Tengo una respuesta a lo que viste.
-Está bien. Pero sólo si ellas se quedan.
Owen asintió.
-¿Por dónde puedo comenzar?-se preguntó a él mismo.
-Por el principio-respondí de una manera obvia.
Sólo me fulminó con la mirada.
-Estaba muy cansado ya que estuve dos días seguidos despierto y Teddy también. Le planteé que iba a descansar y dijo que ella también. Llegamos a la habitación: ambos estábamos cansados y nos recostamos, cada uno por su lado, claro. Luego de unos minutos sentí que alguien estaba sobre mí, le respondí el beso pensando que eras tú pero al abrir los ojos era Teddy.
-¿Y después?-Pregunté sintiendo lágrimas aproximándose en mis ojos.
-Después intenté apartarla, pero se enojó. Le dije que debería entender que tengo una relación contigo y sólo murmuraba. Pero eso no es todo.
-Sigue-solté.
Miré a Mer y Maggie que me miraban intentando comprender la situación. Sé que por dentro estaban odiando a Teddy.
-Y me dio lástima así que la besé-hizo una pausa -la besé y casi tenemos sexo pero me frené porque yo te amo a ti.
-Ve con ella-respondí evitando llorar. -Ella será capaz de darte todo lo que yo no.
-No, Amelia, estoy muy arrepentido.
-Eras el único que sabía mi vida de principio a fin, te abrí las puertas de mi corazón, te di la oportunidad de vivir en mi casa con mi hija y no eres capaz de valorarlo. Yo jamás te hubiese engañado, porque sé lo que es amar de verdad. Jamás debería haberte escuchado, seguramente nunca me amaste y sólo me tuviste lástima. Ya acabó, Owen. No quiero verte más hasta el próximo ultra sonido- hice una pausa -¿Si no los hubiese visto, en este momento estarías confesando esto?.
-No lo sé.
-Vete Owen.
-Pero…
-Vete-grité.
-Amelia…
-¡Dijo que te vayas!- exclamó Meredith con algo de odio en su voz.
Owen se fue y quebré en llanto. Sentí odio en ese momento. Debería estar feliz pero sólo podía sentir odio.
Muy en el fondo de mi corazón sentía que él realmente me quería, allí había una pequeña esperanza.
<○>
HOLAAAAAAAAAAAAAA.
Volví, je.
Venía re bien actualizando todos los días pero realmente estoy pasando por unos problemas emocionales personales y además estoy con el colegio al máximo.
Gracias por la paciencia. Ahre.
Este capítulo fue sólo narrado por Amelia ¿les gustaría que el próximo lo narre sólo Owen?
¿sigo?
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I Need You||Omelia. (editando)
FanfictionAmelia Shepherd de treinta años, neurocirujana en el Grey Sloan Memorial Hospital. Tiene una hija de tres años, Irina, tan linda como ella. Owen Hunt, de treinta años, no tiene nada, solo a su mejor amiga Amelia y a Teddy. ¿Realmente solo se quier...