Salí de una operación de ocho horas súper exhausta. Necesitaba dormir pero había arreglado para verme con Owen en el cuarto de descanso.
Lavé mi cara antes de ir y me solté el cabello, parecía un monstruo.
Llegué y Owen estaba plácidamente dormido, tanto que me dieron ganas de dormir a su lado.
Amelia, contrólate.
-Owen-moví su cabeza de un lado a otro. No era la mejor forma de despertarlo pero creo que era la única.
-Lo siento-rió-el sueño me venció.
-Tenemos que hablar.
-¿Sucedió algo con el bebé?-llevó sus manos a mi vientre. Me puso algo incómoda y él lo noto ya que rápidamente se apartó.
-Owen, anoche no fuimos realmente a comprar helado. Vinimos al hospital ya que tuve una enorme pérdida -su cara cambió, ya no expresaba comprensión, expresaba enojo.
-¿No crees que hubiese sido bueno que yo sepa? Derek es tu hermano, no el padre del bebé-levantó su tono de voz.
-Lo sé, Owen- levanté el mío también-Sólo tenía miedo, no quería que te enojes.
-Haz reposo. Por favor-suplicó.
-Owen, no tengo diez años, Arizona dijo que estoy bien.
-No me interesa lo que Arizona diga, vas a hacer reposo.
-¿Si no qué?-Pregunté enfadada.
-Si no te daré un beso.
¿Por qué siempre tenía que ser tan tierno? Hacía que mi enojo desaparezca.
-No, de ninguna manera haré reposo.
-Entonces- se acercó a mí -tendré que besarte.
Pegó sus labios a los míos y le seguí el juego.
-Owen, esto está mal-dije separándome de él -No sientes nada por mí, solo lástima.
-¿Qué dices?-preguntó colocando sus grandes manos sobre mis mejillas -Claro que siento algo por ti.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo- asintió.
Lo besé, como nunca antes lo había hecho. Lo besé porque lo quería y necesitaba hacerlo.
Luego de ese largo y suave beso su aparato de emergencias sonó, al igual que el mío.
Mi paciente, que tiene un tumor cerebral, estaba lista para una cirugía.
-Wilson, lávate me asistirás.
En medio de la cirugía sentí náuseas, pero retuve las ganas de vomitar porque podría matar a la mujer con un simple movimiento.
Al terminar salí lo más rápido que pude y vomité, para mi suerte Owen estaba en el pasillo y corrió mi cabello de la cara para no ensuciarlo.
-Owen, tengo una consulta con Arizona, ven conmigo.
-Por supuesto, primero debes tomar agua.
Lo obedecí y luego fuimos a la cita.
-Hola, papis.
-Hola- ambos reímos.
-Bien, Amy. Recuéstate-colocó el gel sobre mí estómago -bien, aquí está el bebé- giró la pantalla.
-Oh-me emocioné -este momento es perfecto.
Owen me abrazó sin decir nada, las lágrimas deslizaban por sus mejillas.
-¿Y podemos saber el sexo?-pregunté.
-No-Arizona rió-Amy, falta un mes para eso.
-Tranquila, ya habrá tiempo-dijo Owen.
Salimos de la consulta y acordamos que ambos iríamos a buscar a Irina al jardín.
-Quiero que vengas a vivir conmigo, Owen.
-¿En serio? Creo que es rápido, te estaría invadiendo.
-No, te conozco hace años, Irina también. Primero debo hablar con ella y explicarle la situación.
Bajé del auto y comencé a caminar hasta el pequeño salón donde se encontraban los niños.
Narra Owen.
Amelia bajó a buscar a Irina y me dio tiempo para bajar y comprar golosinas. Sé que a la niña le agradan.
La felicidad que tengo en este momento es inexplicable.
Tengo a Amelia y un hijo de ella, tengo todo.
-Hola tío Owen-saludó la pequeña mientras dejaba su mochila.
-Hola pequeña.
-¿Cómo te fue hoy, Iri?-preguntó dulcemente Amelia.
-Bien, mami.
-Cielo ¿te molestaría si el tío Owen se queda en casa?
-¿A dormir?
-A vivir-respondí.
-¿Y jugarías conmigo a las princesas?
-Claro.
-Entonces sí.
Amelia sonrió, la felicidad en sus ojos era todo para mí. La amaba.
Narra Amelia.
-Se durmió-dije bajando al living.
-Creo que soy feliz, al fin-habló Owen.
-Necesito que esto por el momento sea un secreto, sólo lo sabrán los más cercanos.
-¿Tienes miedo?-preguntó Owen.
-Realmente no sé qué tan lista estoy para una relación.
-Puedo ayudarte-dijo.
-Me encantaría-me acerqué a él y lo besé -pero ahora debes irte, mañana podrás venir y quedarte aquí.
Me dio un corto beso y se fue.
Subí, me duché y al salir mi celular estaba sonando.
Era una llamada de Maggie.
-Hola, Maggie.
-Amy, necesito ir a tu casa.
-¿Por qué lloras? Claro, ven.
Finalizó la llamada así, sin más.
Luego de una hora el timbre sonó, abrí la puerta y ella estaba del otro lado, llorando.
(♡)
VOLVIÓ LA DENSAAAAAAAAAA.
AJSJSJSKIWBAKWABQOBSOSBWISW AMELIA Y OWEN SON MÁS TIERNIS😍
TEDDY QUIÉN TE CONOCE AHORA.
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I Need You||Omelia. (editando)
FanfictionAmelia Shepherd de treinta años, neurocirujana en el Grey Sloan Memorial Hospital. Tiene una hija de tres años, Irina, tan linda como ella. Owen Hunt, de treinta años, no tiene nada, solo a su mejor amiga Amelia y a Teddy. ¿Realmente solo se quier...