capítulo 5:"¿Y jugaras conmigo a las princesas?"

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Salí de una operación de ocho horas súper exhausta. Necesitaba dormir pero había arreglado para verme con Owen en el cuarto de descanso.



Lavé mi cara antes de ir y me solté el cabello, parecía un monstruo.



Llegué y Owen estaba plácidamente dormido, tanto que me dieron ganas de dormir a su lado.



Amelia, contrólate.



-Owen-moví su cabeza de un lado a otro. No era la mejor forma de despertarlo pero creo que era la única.



-Lo siento-rió-el sueño me venció.



-Tenemos que hablar.



-¿Sucedió algo con el bebé?-llevó sus manos a mi vientre. Me puso algo incómoda y él lo noto ya que rápidamente se apartó.



-Owen, anoche no fuimos realmente a comprar helado. Vinimos al hospital ya que tuve una enorme pérdida -su cara cambió, ya no expresaba comprensión, expresaba enojo.



-¿No crees que hubiese sido bueno que yo sepa? Derek es tu hermano, no el padre del bebé-levantó su tono de voz.



-Lo sé, Owen- levanté el mío también-Sólo tenía miedo, no quería que te enojes.



-Haz reposo. Por favor-suplicó.



-Owen, no tengo diez años, Arizona dijo que estoy bien.



-No me interesa lo que Arizona diga, vas a hacer reposo.



-¿Si no qué?-Pregunté enfadada.



-Si no te daré un beso.



¿Por qué siempre tenía que ser tan tierno? Hacía que mi enojo desaparezca.



-No, de ninguna manera haré reposo.



-Entonces- se acercó a mí -tendré que besarte.



Pegó sus labios a los míos y le seguí el juego.



-Owen, esto está mal-dije separándome de él -No sientes nada por mí, solo lástima.



-¿Qué dices?-preguntó colocando sus grandes manos sobre mis mejillas -Claro que siento algo por ti.



-¿Lo prometes?



-Lo prometo- asintió.



Lo besé, como nunca antes lo había hecho. Lo besé porque lo quería y necesitaba hacerlo.



Luego de ese largo y suave beso su aparato de emergencias sonó, al igual que el mío.



Mi paciente, que tiene un tumor cerebral, estaba lista para una cirugía.



-Wilson, lávate me asistirás.



En medio de la cirugía sentí náuseas, pero retuve las ganas de vomitar porque podría matar a la mujer con un simple movimiento.



Al terminar salí lo más rápido que pude y vomité, para mi suerte Owen estaba en el pasillo y corrió mi cabello de la cara para no ensuciarlo.



-Owen, tengo una consulta con Arizona, ven conmigo.



-Por supuesto, primero debes tomar agua.



Lo obedecí y luego fuimos a la cita.



-Hola, papis.



-Hola- ambos reímos.



-Bien, Amy. Recuéstate-colocó el gel sobre mí estómago -bien, aquí está el bebé- giró la pantalla.



-Oh-me emocioné -este momento es perfecto.



Owen me abrazó sin decir nada, las lágrimas deslizaban por sus mejillas.



-¿Y podemos saber el sexo?-pregunté.



-No-Arizona rió-Amy, falta un mes para eso.



-Tranquila, ya habrá tiempo-dijo Owen.



Salimos de la consulta y acordamos que ambos iríamos a buscar a Irina al jardín.



-Quiero que vengas a vivir conmigo, Owen.



-¿En serio? Creo que es rápido, te estaría invadiendo.



-No, te conozco hace años, Irina también. Primero debo hablar con ella y explicarle la situación.



Bajé del auto y comencé a caminar hasta el pequeño salón donde se encontraban los niños.



Narra Owen.


Amelia bajó a buscar a Irina y me dio tiempo para bajar y comprar golosinas. Sé que a la niña le agradan.



La felicidad que tengo en este momento es inexplicable.



Tengo a Amelia y un hijo de ella, tengo todo.



-Hola tío Owen-saludó la pequeña mientras dejaba su mochila.



-Hola pequeña.



-¿Cómo te fue hoy, Iri?-preguntó dulcemente Amelia.



-Bien, mami.



-Cielo ¿te molestaría si el tío Owen se queda en casa?



-¿A dormir?



-A vivir-respondí.



-¿Y jugarías conmigo a las princesas?



-Claro.



-Entonces sí.



Amelia sonrió, la felicidad en sus ojos era todo para mí. La amaba.



Narra Amelia.


-Se durmió-dije bajando al living.



-Creo que soy feliz, al fin-habló Owen.



-Necesito que esto por el momento sea un secreto, sólo lo sabrán los más cercanos.



-¿Tienes miedo?-preguntó Owen.



-Realmente no sé qué tan lista estoy para una relación.



-Puedo ayudarte-dijo.



-Me encantaría-me acerqué a él y lo besé -pero ahora debes irte, mañana podrás venir y quedarte aquí.



Me dio un corto beso y se fue.



Subí, me duché y al salir mi celular estaba sonando.



Era una llamada de Maggie.



-Hola, Maggie.



-Amy, necesito ir a tu casa.



-¿Por qué lloras? Claro, ven.



Finalizó la llamada así, sin más.



Luego de una hora el timbre sonó, abrí la puerta y ella estaba del otro lado, llorando.



(♡)


VOLVIÓ LA DENSAAAAAAAAAA.


AJSJSJSKIWBAKWABQOBSOSBWISW AMELIA Y OWEN SON MÁS TIERNIS😍


TEDDY QUIÉN TE CONOCE AHORA.




I Need You||Omelia. (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora