capítulo 2.

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-Amelia eres un desastre.

-Ya lo sé, Mer.

-¿Estás bien con el embarazo? Puedes practicarte un aborto, lo sabes.

-¿Disculpa? Claro que no, es una opción totalmente descartada, Owen ni siquiera lo sabe y no se lo ocultaré.

-Al fin una maldita decisión responsable, hermana.

¿Derek?

-¿Derek por qué estás aquí?

-Cuando Meredith salió corriendo a esta habitación la seguí. Al principio creí que era una broma pero, vamos Amy ¿Owen?

-Estaba ebria ¿si? No me juzgues.

-Derek, estás intimidando a tu hermana, vámonos.

Meredith y mi hermano se fueron, me dejaron a solas con Maggie.
¿La persona más responsable del mundo es Maggie y me dejan con ella? Podrían haberme dejado con Alex Karev y no con ella.

-Ya sé, vas a decirme que debo hablar con Owen, que debí cuidarme y que tengo una hija.

-Era exactamente lo que iba a decir, Amelia.

Salió de la habitación dejándome completamente sola.

Lo único que pude hacer fue pensar en esa noche:
Como todos los sábados (o la gran mayoría) Owen me invitó al bar de Joe.
Acepté porque después de todo, a mi mejor amigo no le niego nada.
La noche transcurrió normal, llegó la hora de irme y estaba lo suficientemente ebria como para no conducir. Owen también lo estaba.
Joe nos pidió un taxi a ambos, subimos y le indiqué la dirección de mi casa al conductor.
Al llegar Owen no recordaba dónde quedaba su apartamento entonces le dije que se quede, yo estaba sola ya que Irina se quedó en casa de Maggie.
Estuvimos una hora hablando hasta que Owen me besó, le seguí el juego, una cosa llevó a la otra y tuvimos relaciones sexuales.

Y aquí estoy, casi tres meses después, con un pequeño ser dentro mío.

Inconscientemente llevé mis manos a mi estómago.

-Hola pequeña cosa. Soy tu mamá.

Reí al notar lo estúpida que me veía.

Mi turno finalizó, me cambié de ropa y fui a buscar a mi pequeña hija al jardín.

El camino del hospital hacia donde estaba mi niña no era muy largo. Serían unos dos kilómetros.

-¡Mami!-gritó Iri.

-¡Hola amor!

-¡Hoy jugué mucho!-verla tan entusiasmada me llenaba el alma.

-¿A qué jugaste?.

-A las princesas y los príncipes.

-¡Qué bueno!

-¿cuándo vendrá el tío Owen a jugar conmigo, mami?.

Oh, no.
"Tío Owen"

-No lo sé mi cielo, cuando él pueda.

-Mamá, hoy una amiga mía dijo que su mami tendrá un bebé.

-Oh, eso es genial ¿no crees?-pregunté.

-No, no lo es-escondió su cabeza en mi pecho mientras íbamos al auto.

-¿por qué, Iri?

-Porque su mamá la olvidará.

-Oh, claro que no.

Me sentía pésima. Quería decirle que ella también iba a tener un hermanito pero ya entendí cómo lo tomaría.
Creería que yo la olvidaré.

Narra Owen.
-Owen, te estás enamorando de Amelia.

-No, Teddy. Estuvimos sólo una noche, no más que eso.

-¡Owen! Te estás enamorando, el brillo en tus ojos cuando hablas de ella es demasiado notorio.

-No mientas.

-¡Date cuenta!.

-Okay, me estoy enamorando ¿contenta?

-Al fin lo aceptas, siempre la amaste.

- Si pero ella no a mí.

-Habla con ella, Owen. Confiésale.

-Lo haré-hablé mientras apagaba la luz para que ella descanse.

Fui a mi habitación y no dormí imaginando cómo reaccionaría Amelia. Probablemente mal.
Ella no me ama como algo más que amigos.

¿Y si esta confesión arruinaba nuestra amistad?

Narra Amelia.
-Irina, hora de dormir.

-Un rato más, mami.

-No, ya es tarde. Vamos cariño, no lo hagas difícil-sentí náuseas y un leve mareo.

-¿me cargas?

-Claro.

La cargué hasta su habitación y al llegar la acosté en su cama.
Estuve unos minutos observándola con sus ojitos cerrados.

De repente las náuseas se apoderaron de mí y sentí una horrible sensación en el cuerpo, algo era seguro: iba a vomitar.

Corrí hacia el baño y vomite como nunca antes lo había hecho, me sentía débil. Casi ni podía caminar.

No quería estar sola con Irina así que decidí llamar a Owen, quizá no era la mejor opción pero él lo entendería.

-¿Amelia-la voz de Owen recién despierto me estremeció.

-Owen, necesito que vengas, por favor.

-Ya salgo.

Las náuseas otra vez invadieron mi ser y como pude corrí al baño, otra vez vomité.

El timbre sonó y al instante supe que de Owen se trataba.

-Hola Amelia-saludó amablemente.

-Ho...-mi saludo fue interrumpido por náuseas, pero esta vez más fuertes, tanto que no llegué al baño. De hecho vomité sobre Owen.

-Oh, ya veo por qué me necesitabas-rió-ven, te ayudaré a limpiar.

-Owen, tenemos que hablar.

-Un momento, acabas de vomitar sobre mis zapatillas favoritas.

-Lo siento-suspiré-Owen, estoy embarazada de ti.
{...}

I Need You||Omelia. (editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora