Secret Love |Justin Bieber|

Capitulo 9

 Desperté cuando eran las 1:00pm, me duché, me puse la ropa que tría puesta hace unas horas, ya que estaba limpia. Me puse un poco de perfume en el cuello y salí de la casa, subí al auto y conduje hasta el colegio donde estuviera Rosie. No pasó mucho que vi a Caitlin, Madison y a Taylor salir, salí del auto y me puse alado de este. Estos vinieron y me saludaron ya que nos habíamos conocido en el Centro Comercial.

-¡¡Justin!! -Dijo Caitlin, ella fue la última en saludarme.

-¡Caitlin! -Dije sonriendo.- ¿Rosie? 

-Ella no vino el colegio hoy, creí que estaba con vos.

-Se quedó a dormir a mi casa, pero cuando desperté para despertarla no estaba.

-Me resultó raro que no venga, porque hoy estaba la prueba de matemática.

-Valentine... -Susurré.- Gracias chicos, tengo que irme. 

 Subí rápidamente al auto, apreté al acelerador y conduje hasta casa a toda prisa. Entré a ella, y miré a papá en el cocina reparando el almuerzo.

-¡¡Papá!! ¡Valentine tiene a Rosie!

-¿¡Qué!? -Dijo y se calló el plato al suelo.

-Hoy no fue al colegio, y ayer cuando salimos te amenazó con matarla.

-¡Es imposible! -Dijo y golpeó la mesa con fuerza.- ¡Llama a tu jefe que tenemos que hacer un plan! 

-¡No quiero un maldito plan, quiero recuperar a Rosie! 

-Si vamos de la nada, la podrían matar. Y lo sabes muy bien, ese hombre es capaz de cualquier cosa.

[...]

Narra Rosie.

 Estaba acostada en el colchón del suelo, mi mirada estaba hacia la pared, esperaba a que alguien me ayudará a salir de allí. No había comido nada hace horas, pero no creo que eso sea un problema. Mis lágrimas caían por si solas, creía que este sería mi fin, me han pegado, y han intentado abusar de mi, pero siempre algo los detiene. Valentine me dijo que él solo me estaba ayudando a hacer algo grande, pero sus palabras son un infierno para mi, no le creo en nada de lo que dice ¿Qué clase de hombre encierra a una chica en un cuarto, y dejan que la pegue? ¡Sería un loco! 

-¡Niña! -Gritó un señor.- Cámbiate. -Dijo y me tiró un poco de ropa.- Te traslademos, te quiero en un minuto lista, y ojo con lo que haces. -Dijo amenazándome.

 Él hombre salió de la habitación y miré la ropa, era toda gris. Me levanté, me quité la ropa rápidamente y me puse la que me dieron. Esta era ropa como de la cárcel, no estaba muy segura que tenían en mente, pero me olía mal. Un señor entró a la habitación, me tomó de la parte de atrás del cuello y me hizo caminar hacia un auto. Entré en él, pero antes que nada, me pusieron una venda en los ojos. Solo escuchaba lo que hablaban ellos, tener los ojos cerrados me hacía pensar en las cosas que pasé durante mi vida, mi cumpleaños de 15, mi primer viaje a Londres con mis padres, mi primera pijamada, entre otras cosas. Los señores me bajaron del auto y entramos a un lugar, me quitaron la venda y miré que estábamos en una subasta. Intenté escaparme, pero no podía, estaba lleno de "guardias". No me quedó otra que caminar hacia el escenario y esperar a que alguien diga una cantidad de dinero mayor para irme con esa persona y acabar con mi vida, literal. 

-¿Cuanto por esta hermosura? -Dijo el señor con el micrófono.

-¡150 dólares!

-¡230!

-¡240! 

 Todos comenzaron a sumar más y más dinero, levanté mi cabeza y miré a un señor clavo, él había puesto unos 1.000 dólares. Una lágrima calló de mi ojo y solo me dejé ir, caminé con él hacia un auto, no se lo que hará conmigo, pero espero que todos paguen por lo que me hicieron.

 Él señor me miró y luego miró hacia un costado. Me resultó extraño, así que también miré hacia atrás, y allí estaba Justin, me miraba con una cara de feliz cumpleaños. Bajé del auto y corrí hacia y lo abracé con lo poco de fuerza que me quedaba.

-¡¡Justin!! -Dije y comencé a llorar.- Por un momento creí que no llegarías por mi.

-Ya esta... Ya está. -Susurraba mientras me acariciaba el cabello.- Ya estás bien, si?