Secret Love |Justin Bieber|

Capitulo 15

 No pude alcanzarla, ella ya se había alejado y no se en donde se fue. No tenía mucho que hacer, solo entré al auto y conduje a mi casa. Bajé del auto y entré en aquella gran mansión, dejé las llaves en la mesita y me tiré al sofá.

-¿Cansado?

-Un poco. -Dije al darme cuenta que Megan estaba en casa.

-¿Qué te parece si pedimos pizza y luego vamos a dormir? 

-Sí... Iré a cambiarme y cuando baje llamo. -Dije y subí las escaleras.

Hice el recorrido de siempre, el pasillo y entré a mi cuarto. Abrí el placar y saqué una remera y unos pantalones, cuando me quito la remera siento unas manos detrás de mi. Me di la media vuelta y estaba Megan, esta comenzó a besarme muy salvajemente, tengo que admitir que sus labios son como animales salvajes cuando lo hace con ganas.

 Esta comenzó a caminar hacia adelante, guiándome hacia la cama, me di la media vuelta y la tiré suavemente en ella y sin pensarlo me tiré encima de ella. Comencé a quitarle la blusa, dejándola con el brazier. Me sorprende que esté nuevamente en este caso.

-Narra Rosie...

 Terminé de hacer la tarea de Historia. Han pasado muchas cosas en esta semana, Justin ya no habla conmigo, fui a ver a 5 Seconds Of Summer, y fue el mejor momento de toda mi vida. Ellos estuvieron mucho tiempo conmigo, hablé mucho con Luke, el cual tenemos muchísimas cosas en común, recuerdo cuando me dijo <<Espero volver a verte y seguir con nuestra gran charla>>. También fueron a despedirme en el aeropuerto. Ya los hecho mucho de menos. Mamá y papá tenían planeado un viaje, y la verdad, que yo solo quiero estar con los chicos. También cancelé el contrato de ir a X Factor, pero el señor me llama todo el tiempo diciendo que es mi gran oportunidad, y aun estoy pensando en la oferta, creo que aceptaré.

-Hija... ¿Cómo te sientes?

-Normal. ¿Qué pasa?

-Has estado muy cambiada estos días. -Dijo.

-Sí, pero no pasa nada. -Dije.

-Está bien... Iré a comprar, ¿Vienes?

-No, quiero quedarme en casa. -Dije mirándola.

-Está bien, hija... Tal vez creo que debes aceptar lo del concurso, creo que es una buena idea. -Dijo y se fue.

Tomé mi celular y me arrojé a la cama, comencé a escuchar música, cuando de la nada, me llegaba una llamada de Caitlin por Scape.

-¡Hey! -Dijo ella con su buena onda.

-Hola.. -Dije intentando parecer un poco feliz.

-¿Aun piensas en el, no?

-Hoy fue al colegio, y le dije lo que me dijiste.

-Creo que era lo mejor, ¿Viste que está con la chica nueva?

-¿Quién?

-Megan Dredword.

-¿Quién es esa?

-No lo se, pero es una zorra. -Dijo y reí.

-¿Vienes a casa?

-Claro... ¿Qué haremos?

-Necesito un rato de amigas.¿Qué te parece ir de compras?

-Está bien, suena bien. 

-Genial, ven ahora.

-Está bien, me pongo las zapatillas y salgo.

-¡Adiós! -Dije y terminé la llamada.

 Me levanté de la cama, tomé mi bolso y bajé las escaleras al escuchar la voz de Caitlin, abrí la puerta y ambas salimos al Centro Comercial, esta vez tomé el auto de papá. Entramos en él y conduje hasta allí.

 Estacioné el auto y bajamos de él. Caminamos hacia la entrada principal y comenzamos a mirar la ropa, como ya estábamos entrando en el invierno, toda la ropa de verano no estaba. Había mucha cantidad de ropa nueva, y la verdad que no me gustan mucho, solo muy pocas cosas. Cada día la moda está más loca. 

 Para mi suerte, cuando estaba saliendo de una tienda para mirar la ropa, miré a Justin con una chica, supongo que ella era Megan. Era muy alta, muy falca, sus piernas eran solo husos, un asco. Era rubia teñida, piel blanquita, con plataformas, un vestido ajustado, tal como suelen usarlo las putas.

-Rosie... -Dijo él.

-¿Escuchaste algo, Caitlin? -Le pregunté a ella mientras ignoraba a Justin.

-Rosie, por favor. Quiero hablar contigo a solas. -Dijo y Caitlin se fue al baño, y la otra entró a la tienda la cual yo había salido.- Lamento lo que pasó... No fue mi intención

-Pero lo hiciste, lo hecho está hecho, no hay vuelta atrás. Me lastimaste, y mucho. -Dije enojada.

-Y lamento eso... ¿Qué tengo que hacer para que me perdones?

-Eso no se pregunta, se hace... Pero aunque intentes nada va a suceder, nunca te voy a perdonar. -Dije y me fui.

 Las ganas de ir de compras se habían ido. Caminé hacia el auto junto a Caitlin, y salimos de allí. Tal vez olvidé decirles que cuando estoy enojada no tengo el control de la velocidad, Caitlin se fue a la casa de su abuela, la cual la dejé. Conduje sin saber a donde iría, ya era de noche, y no me di cuenta que estaba llendo a más de 60 de velocidad, cuando en esa calle solo se va a 40. Por suerte, nadie estaba detrás de mi, miré a un costado y había una fiesta en la calle. Música a todo volumen, le pregunté a un chico cuando empezaba y me dijo que en dos horas. Momento perfecto para llamar a Caitlin y volver. 

-¡Hey, Caitlin! -Dije.

-¿Qué?

-Hoy hay fiesta, ¿Vienes?

-Claro. ¿En dónde?

-En la calle, no se como, pero estoy en el lugar. Pasaré por ti, nos cambiaremos y vamos.

-Genial.

 Colgué la llamada y conduje hacia la casa de Caitlin. Al parecer sus padres no estaban, y los míos estaban en mi casa, pero no me dejarían ir a una fiesta en la noche y en la calle. Así que les dije que me iría a la casa de Cailtin a dormir, y Caitlin les dijo a sus padres que iría a la casa de Madison. Entramos a su cuarto, ella me prestó su ropa, no nos pusimos nada arreglado, solo unos shorts y una remera llamativa con zapatillas. Nos maquillamos, y nos fuimos.

 Fuimos hacia la fiesta donde todos estaban, fuimos caminando, ya que sería algo raro ir con el auto a un lugar donde solo quedan a dos o cuatro cuadras. Al llegar nos acercamos a todos, la música era genial, las luces de colores era mágico. Llevaron esas latas que salen humo de colores, había muchas de ellas, también espuma, y algo de alcohol, como en todas las fiestas, en un costado habían gente fumando muchas clases de cosas. Cailtin y yo comenzamos a bailar seximente al igual que todas las chicas, era divertido bailar así, todo era gratis y te sentías en verdad muy libre. 

 Luego de bailar un gran rato, nos pusimos a beber muchas cosas, abrimos las latas y comenzamos a dar vueltas, todo era humo y en verdad era muy divertido. Pero un gran problema llegó, la policía pareció, cinco camionetas de policías, ellos salieron a  toda prisa y comenzaron a apuntarnos con el arma para que nos quedemos quietos. Me tomaron del cuello y me hicieron entrar a uno de los autos junto a Caitlin, nosotras intentamos alejarnos, pero no pudimos, nos defendimos y le dijimos que no teníamos nada que ver. Pero no hacía caso, ¿Ahora que haremos? Mis padres no sabían nada de la fiesta, todo era un gran problema. Ambas nos miramos con una cara de preocupación, nunca he ido a la cárcel, y eso me asustaba demasiado.