Nunca lo imaginé (Naruto)

Capítulo 2: ¡A dormir!

¡Un día largo! Así se le estaba haciendo ese día a Sasuke Uchiha. Cuando finalmente la escena fue concluida con éxito, apartó a su compañero de rodaje y salió hacia la máquina de café. Necesitaba tomar uno urgentemente. Faltaban dos meses para Navidad, pero él encendió el teléfono para comprobar de nuevo las fechas que su padre le había mandado, fechas propicias para que pudiera ir a visitarles y poder comprar los billetes.

Echó un vistazo rápido, pero los vuelos ya estaban muy caros hasta Fukuoka. Resopló. No le gustaba gastarse demasiado dinero en cosas así pero... llevaba al menos tres años sin ver a su padre, sobre todo después de que volviera a casarse cuando su madre falleció. ¡Debería comprar los vuelos ahora! Sabía que cuanto más tardase, más probabilidades había de que aumentase el precio. Otra opción habría sido ir en coche... pero conducir casi trece horas, no era una de las opciones que más le gustase cuando el avión tardaba sólo dos horas.

- Sasuke, el vehículo está listo para llevarte a casa.

Era la voz de su representante. Él movía toda su agenda y disponía de su tiempo a su antojo. Miró por la ventana para darse cuenta de que ya había oscurecido. Las luces de la ciudad de Tokio le encantaban, si por él fuera, se habría quedado frente a esa cristalera durante horas, con su café en la mano y observando el tiempo pasar. Sin embargo, pese a que intentaba simplemente desconectar de todo, su representante continuó hablando tras él.

- Mañana tiene una entrevista a las nueve y deberá ir a las once para la sesión fotográfica, necesitan la portada para la película. A mediodía iniciará el rodaje nuevamente de las escenas cuatro y seis – hablaba el representante, pero Sasuke no prestaba atención hasta la última parte – y recuerde... esta noche tiene la gala benéfica en el hotel Prince Park junto a la torre de Tokyo a las once en punto.

- Odio asistir a esos eventos – resopló Sasuke, mirando el reloj y observando que eran las nueve y media, lo que hizo que su representante apoyase su mano en el hombro del moreno.

- Es un evento oficial, todos esperan que asista.

- Lo sé. Allí estaré.

Tomó un largo sorbo del café. Deseaba relajarse pero allí sería imposible. Esa fue la razón para decidir emprender el camino hacia su vehículo y dejar que le llevasen a su casa. Rara vez tenía opción de ir solo, en los últimos años, ¡ni siquiera había conducido! Su representante siempre le ponía chófer y guardaespaldas, no tenía la más mínima libertad ni para ir a la tienda de al lado a comprar por sí solo. Algunas veces odiaba haberse vuelto tan popular y otras... le gustaba sentirse importante y deseado.

Bloqueó el teléfono y caminó hacia la salida. No pronunció palabra alguna, tan sólo dejó que sus asistente siguiera hablando sobre su agenda y todo lo que debía hacer. ¡Ya estaba agotado y no había iniciado!

¡Un Ford mustang del 76! Con aquel precioso coche se cruzaron sus ojos. Quizá a los ojos de la gente, era un coche ya pasado de moda, un vehículo americano que no merecía la mínima atención. En Estados Unidos hasta estarían cansados de ellos, pero Sasuke se quedó absorto mirándolo. ¡Era su modelo favorito! Los nuevos ricos siempre hablaban de un Ferrari, un Lamborghini o un Masseratti, pero a Sasuke Uchiha, le gustaban esa clase de coches antiguos y que la gente ya no le ofrecía un valor significativo. Sonrió al ver a su compañero de rodaje intentando abrir la puerta. ¡Demasiado viejo el coche! Tenía sus fallos pero aun así... Sasuke creía que tenía un encanto especial.

El chófer abrió la puerta para él, invitándole a entrar en los cómodos asientos de cuero blanco. ¡Por suerte él no tenía que limpiarlos! Era lo que siempre pensaba al sentarse. El coche se puso en marcha y Sasuke tomó el libro empezando a estudiar las siguientes escenas que debía memorizar.