Nunca lo imaginé (Naruto)

Capítulo 14: Un regalo especial

Viendo las luces de la ciudad, con el pequeño coche de juguete entre sus manos, Sasuke se preguntaba una y otra vez, qué era lo que más podría desear Naruto aparte del sueño de niño de encontrar a sus padres biológicos. Él no podía hacer nada respecto a ese asunto.

- Sé que no es mucho pero... ¿Te gustaría quedarte en año nuevo a cenar en mi casa?

Para ser sincero incluso consigo mismo, ¡las amistades no eran lo suyo! Nunca había sido demasiado sociable en el colegio, tampoco en el instituto, menos en la universidad. Tan sólo con veinte años, él ya trabajaba con su padre en el negocio familiar y poco después... le ofrecieron esos contratos publicitarios y la serie que lo llevó a su estrellato.

Normalmente, pasaba las Navidades completamente solo y no hacía nada especial en esos días, esta no iba a ser diferente pero... algo le debía a Naruto después de ese regalo. Era lo único que le podía ofrecer en este instante.

- Claro, me encantaría.

- Aunque... no tenía demasiadas cosas pensadas, de hecho, no tengo nada pensado todavía para hacer.

- No pasa nada. Pensaremos algo para esa fecha. Seguro que a Ino le gustaría pasar el día contigo.

- Le he pedido que viva conmigo – susurró Sasuke junto a la gran cristalera.

Por un instante, Naruto se quedó congelado ante aquella propuesta. No es que conociera demasiado bien a Sasuke, sólo eran compañeros de rodaje en una película de gran éxito y volverían a compartir cámaras en la serie pero... estaba convencido de que no sentía nada por Ino, al menos a nivel romántico, tan sólo sentía la necesidad de ayudarla a ella y a su sobrino.

- Entiendo tu intención – se colocó a su lado y fijó sus ojos también en las luces de la ciudad – pero no sé si los periodistas o paparazzi lo vayan a entender. Puede que vivas lejos y eso, pero sabes que se van a acabar enterando de algo así.

- No querría que fueran el centro de atención, ni que destapasen los trapos sucios de mi familia, es decir... lo de mi hermano, lo que hizo, lo que sigue haciendo, esas cosas. Tampoco quiero que Ikuto tenga que vivir perseguido por toda la prensa, pero, por otra parte, no puedo dejarles abandonados. Ya lo hizo mi hermano y yo no quiero ser así, no soy capaz. Sé que arriesgo mucho teniéndolos allí, que harán preguntas si se enteran que tengo contratada a una chica con un niño y que viven allí, pero, ¿qué puedo hacer sino? Es más arriesgado pasarles el dinero sin más o verlos a escondidas. Podrían sacar las cosas fuera de contexto.

- Lo harían. Yo creía que tenías algo con ella desde que te vi discutir con la... bueno, no sé si es la prometida de tu hermano o...

- Con Karin, sí. En la fiesta la vi insultando a Ino y salté a defenderla – comentó Sasuke – y si tú eres capaz de sacar fuera de contexto lo ocurrido, imagínate la prensa.

- ¿Crees que algún día lo arreglarás con tu hermano?

- No lo sé – pensó Sasuke – no lo creo. Él... me hizo daño cuando pensó que yo podía haber intentado algo más con la chica con la que estaba, aunque pensándolo bien, no sé si estaba con Karin, con Ino o cómo estaba la cosa. Creo que quería romper con Karin pero... no sé qué ocurrió realmente en esa relación.

- Él debería haber creído a su propio hermano.

- Supongo, pero también ella era su novia. No podía dudar de ella.

- No es lo mismo – negó Naruto con la cabeza – eres sangre de su sangre, os habéis criado juntos y te conoce, no debió dudar de ti. Creyó que le mentías y no lo hacías. Tampoco tengo en demasiada estima a tu padre y soy completamente sincero.