RAIN -Yoonkook (Min Yoongi/Jeon Jungkook)-

21. Fears

_ Yoongi hyung, no me gusta que fume..

Habló el castaño en voz dulce, llamando la atención de un moreno de piel tan pálida y blanca como la nieve. Este último tenía un cigarrillo entre los dedos, el humo del tabaco era despedido, abandonando sus labios y dispersándose en el aire hasta desaparecer.

_ ¿Por qué usas ese tono formal conmigo, cariño?

Un tierno puchero se formó en los labios del menor, quien se acercó al moreno, ambos observando las calles y el cielo que presentaba señales de tormenta, todo desde el balcón de la casa del moreno. Había pasado el medio día y ambos habían decidido almorzar en casa del mayor, antes de pasar la tarde juntos.

Cuando el menor se hubo acercado lo suficiente como para robarle un beso en los labios a su pareja, éste dejó escapar una pequeña nube de humo muy cerca de su rostro provocando que el menor se apartara de inmediato y lo fulminara con la mirada.

_ Sabes que no puedo hacer nada si es que sigues fumando esa cosa...

Pero, muy para el disgusto del castaño, el mayor pareció ignorar su palabras y seguir con lo suyo. Nadie dijo nada, el silencio se instaló entre ambos hombres.

El más joven, algo desanimado se apartó de su lugar al lado del de mayor edad, dirigiéndose hacia el interior de la habitación sin decir una palabra, aún pareciendo ser ignorado por su pareja.

No fue hasta que se encontró un par de pasos cerca del marco de la entrada que pareció tener una idea, una radiante sonrisa se formó en sus labios y de inmediato pareció recobrar todo aquel ánimo y entusiasmo que había perdido segundos antes.

Volvió a acercarse al hombre de la cabellera oscura a paso animado y decidido. Como si su repentino cambio de ánimo irradiara algún tipo de brillo imposible de ignorar, el moreno volteó levemente la cabeza sólo para mirarlo; curioso por lo que el chico podría tener en mente y por el significado oculto tras aquella bella sonrisa. El molesto revoloteo en su estómago, lo obligó a formar una casi imperceptible mueca de molestia en su rostro.

Entonces, ya encontrándose a escasos centímetros de su cuerpo y una vez hubo llamado la atención del moreno, se apresuró en inclinarse levemente hacia él y plantar un dulce beso en su mejilla derecha. El mayor pareció quedarse en blanco, totalmente mudo e incapaz de formular oración alguna, mientras sentía cómo sus mejillas adoptaban cierto rubor molesto.

El castaño aprovechó la distracción para quitarle el cigarrillo a medio consumirse y el encendedor de las manos.

_ Gracias. Ahora yo, me quedo con estos.

Habló refiriéndose a los objetos que le había quitado, dirigiéndose hacia la habitación mientras hablaba; más, antes de desaparecer por el marco de la puerta se quedó quieto, para luego añadir algo más.

_ Por cierto, hyung. Deberías considerar incluir el rosado en tu guardarropa. Ese color te sienta bien.

El mayor supo que se refería al rubor en sus mejillas que había pasado a ser más notorio tras esto último dicho. El menor se burló en voz baja, antes de desaparecer en la habitación contigua, dejando al mayor desconcertado; con un molesto rubor en las mejillas, pero a la vez encantado y con el corazón latiendo a mil por hora. Tan contrariado que lo abrumaba.

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"Hay momentos en la vida, en que uno siente el peso de las responsabilidades, un sentimiento de culpa abrumador que te pesa en los hombros por el resto del día.

Es en esos momentos en que uno se ve tan vulnerable y desesperado por hallar una respuesta, una salida o si quiera una distracción.

Todos, absolutamente todos contamos con un método de escape.