Min Yoongi, un reconocido escritor, conocerá al amor de su vida en el momento indicado.
Incapaz de recordar qué fue de él en el pasado y guiado por una cantidad de sucesos que lo harán dudar de su propia percepción de las cosas, deberá hacer frente...
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_____________________________________ "Maybe this is the last time, our last time"
Caen las gotas de lluvia, cual rocío de verano, danzando con la suave brisa del viento, en compás armonioso, golpeando el cristal del pequeño ventanal.
Recargando su peso sobre sus codos, cruzándose de brazos sobre la pequeña saliente de madera vieja, el muchacho del pelo castaño y los ojos soñadores, un suspiro de pesar se escapa de entre sus labios, no puede evitar pensar como es que de repente aquella tarde de lluvia se había convertido en una tarde de melancolía, trayendo consigo un sentimiento algo extraño el cual se quedó estancado en su pecho.
La manera en que las pequeñas ramas del viejo roble a las afueras golpeaban levemente el cristal había llamado su atención, el viejo árbol se estaba quedando sin hojas debido al pasar de los años y el pasar de las estaciones.
Podrían pasar cientos de primaveras y cientos de inviernos, más el árbol seguía ahí, quieto, sobreviviendo a este mundo cruel. Tan triste y solitario. Sí, estaba solo, o al menos era así como se sentía en aquel momento.
Pensativo en su propio mundo de ideas, más aquel sentimiento de pesar no se iba, se había convertido en un tipo de acompañante en su soledad. Alza su mano lentamente para apoyar un dedo en el cristal, no podría mojarse estando ahí dentro, no tenía ganas de salir.
Una, dos, tres gotas caen cerca del punto en el que apoyó su dedo, el muchacho ladea la cabeza levemente, quedando con el mentón apoyado sobre sus antebrazos, dejando que su aliento cálido dejara una pequeña marca en el cristal. ¿Sería muy infantil dibujar una carita que represente sus emociones en el cristal empañado?
El cielo grisáceo parecía llorar y dejar fluir todas sus penas, justo después de habérselas contado, descargando todo sentimiento de pesar y tristeza en aquella tarde de tormenta, porque en ese momento se sentía extrañamente triste.
¿Algo había cambiado? ¿Algo ahí estaba mal? O simplemente se trataba de un sentimiento pasajero que no lo dejaba en paz.
A lo lejos una persona lo observaba, sus ojos puestos sobre la silueta del joven que parecía hipnotizado con la manera en que las gotas de lluvia caían desde el nublado cielo. Nunca antes lo había visto de aquella manera, Tan pensativo, tan inmerso en lo suyo, divagando en quien sabe qué tipo de pensamientos pasajeros pasaban por su mente.
Se adentra con lentitud en la habitación, sin hacer ni el más mínimo ruido, una vez se encuentra a escasos pasos del más joven, se sienta a su lado en el banco de madera, para seguido pasar sus manos por sus costados, rodeándolo por la cintura de manera cariñosa, amaba tenerlo así, sentirlo cerca, poder perderse en su dulce aroma y la calidez de su cuerpo frágil.
Una sonrisa sincera se formó en el rostro del castaño quien se volteó ligeramente y sólo para encontrarse con aquella mirada, una mirada cargada de sentimientos, entre ellos cariño, el afecto y felicidad mezclados con cierto destello de preocupación en aquellos bellos ojos oscuros.
