RAIN -Yoonkook (Min Yoongi/Jeon Jungkook)-

24. Blame (parte II)

La pequeña reunión había pasado en medio de una charla tranquila, pero animada, algunas risas y hasta algunos cumplidos y palabras "dulces"

Suga había preparado una gran variedad de aperitivos: frutas de temporada como uvas, arándanos, manzanas picadas; pan y mermelada de frambuesa, algunos pequeños sándwiches simples de jamón y queso, muffins, bombones y hasta algo de champagne para acompañar.

El menor tomó uno de los esponjosos muffins para probarlo, quitándole la envoltura: a decir verdad se veía bastante apetecible.

_ No eres alérgico a las nueces, ¿verdad?

Preguntó el moreno mientras lo observaba interrogante, denotando cierta preocupación por el chico, quien negó con un leve movimiento de cabeza.

_ Yoongi, eres tan atento.

Se limitó a decir antes de probar del dulce postre relleno con algunos frutos secos y el contraste dulzón de la canela.

Entonces, el moreno tomó un par de copas y una botella de lo que parecía ser champagne, atrayendo la atención del menor.

_ ¿Bebes?

Preguntó mostrándole la botella.

_ Prefiero no hacerlo, pero dada la ocasión; sería descortés de mi parte no aceptar.

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Para terminar con el picnic, Suga había guardado una cajita de bombones con relleno. Tomando unos cuantos, al igual que el menor. Ambos recostados en la superficie cálida de la manta que los separaba de todo el desorden de hojas sobre la hierba fresca.

Suga se había encargado de guardar todo devuelta en la mochila, dejando así un espacio un tanto escaso entre sus cuerpos.

_ ¿De qué sabor es el tuyo?

Se atrevió el menor a romper el silencio entre ambos, llamando la atención del de  la cabellera oscura. Entendiendo que se refería al caramelo.

_ Ciruela, creo, ¿y el tuyo?

El chico le dio una última mordida al pequeño bombón, probando de él, a la vez; atrayendo la atención del moreno hacia sus labios.

_ No lo sé, ¿cereza?, pero es muy dulce.

Suga se apresuró en voltearse hacia el castaño, apoyándose en el antebrazo, ahora más cerca y mirándolo desde cierta altura.

Simplemente se quedó así, observándolo con detenimiento, llamado la atención del chico; éste lo miró interrogante, pero sin decir nada.

No tardó mucho así, para luego y sin decir nada; acercarse hasta quedar prácticamente sobre el cuerpo de su novio, quien lo miraba atentamente.

Sus rostros se encontraban muy cerca, demasiado cerca.

_ Sé de algo que sabe aún más dulce que éstos...

Citó tratando de mantenerse inexpresivo, como solía ser casi todo el tiempo. Es que estando con él simplemente no podía ignorarlo como al resto del mundo, no podía evitar sonreír para él, mirarlo de una forma tan distinta a la de los demás.

Sus miradas se conectaron y su corazón se sacudió en su pecho. Era el momento indicado, así que solamente se inclinó para capturar sus dulces labios.

Cerraron los ojos casi al mismo tiempo y es que para disfrutar del contacto; no necesitaban realmente ver, sólo sentir y perderse en el momento.

Sólo escuchar la sinfonía al rededor suyo, el crujir de las hojas secas, el sacudir de la tupida cubierta dorada de los árboles, causada por la suave brisa otoñal; y el latir acompasado de sus corazones.