RAIN -Yoonkook (Min Yoongi/Jeon Jungkook)-

32. The Truth II

_ Cierra los ojos, entonces quiero que respondas a mis preguntas, ¿entendido?

_ Claro.

Bufó en mayor algo cansado, pero dispuesto a hacer aquello que le indicaba su amigo.

Cuando cerró los ojos, las preguntas comenzaron a llegar y él solo trataba de concentrase en la imágenes, en las cortas visiones que tenía y que pasaban como un destello borroso por su cabeza.

_ Dime, ¿recuerdas dónde estabas antes del destello?

_ Estaba en un automóvil.

Respondió enseguida y el peli rosa prosiguió.

_ ¿Tú ibas al volante?

El mayor frunció el entrecejo unos segundos antes de responder aún con los ojos cerrados y manteniendo su espalda pegada al respaldar de la silla en la que se encontraba sentado.

_ ... No, creo que no.

El más bajito enarcó una ceja.

_ ¿Había alguien más contigo? ¿Quién iba al volante?

El mayor tratado de concentrarse, escenas cortas y borrosas llegaban a su cabeza, pero nada realmente claro.

_ Iban dos personas adelante, conducía un hombre, mi padre y mi madre estaba a su lado, como copiloto... Recuerdo que había alguien más a mi lado, ¿mi hermano? Me estaba sonriendo... Me sonreía antes de... verlo todo borroso y antes del choque.

Jimin formó un puchero en sus labios. Aún quedaban tantas preguntas, ¿qué causó el accidente? ¿Dónde consiguió las píldoras? ¿Que era de la vida del amour antes del accidente? ¿Dónde estaba Jungkook en ese entonces? Si es que si quiera existía.

_ Gracias, Yoongi.

___.

_ ¡No, espera! ¡L-lo siento!... y-yo te contaré todo, sólo no te vayas, por favor...

Sujetó con fuerza las manos del joven de cabello oscuro, evitando que se alejara, quien lo miraba ciertamente intranquilo y con cierto destello de dolor en sus bellos ojos oscuros.

La brisa otoñal golpeaba contra su mejilla y mecía con suavidad los oscuros mechones de cabello del más alto, su nariz y mejillas se notaban algo rojas debido al clima helado y a pesar de sus abrigos.

El más joven pareció dudar un poco, tan sólo mirándolo desconfiado unos segundos antes de ceder y optar por darle una oportunidad.

_ Bueno, hyung. Te escucho.

Sentenció, no huiría, no lo golpearía, sólo iba a escucharlo, le estaba concediendo una oportunidad y eso era más que suficiente.

El mayor se mordió el labio con fuerza, sería complicado explicarle, jamás se lo había contado a nadie, jamás pensó hacerlo, pero lo haría ahora si de esa forma evitaba que el amor de su vida se fuera y tal vez lo dejara para siempre. No quería volver a estar solo.

Esquivó su mirada unos instantes, justo antes de suspirar pesadamente y comenzar a hablar, aún sin mirar al muchacho.

_ Mira, yo...

Realmente no sabía por donde comenzar, se rascó la mejilla con cierta incomodidad y sintió como la lengua parecía enredársele, estaba preocupado, nervioso y ¿Para qué mentir? Estaba aterrado. No sabía cómo el menor podría tomarlo, ¿lo rechazaría después de su confesión?

_ ...yo... no soy como tú, no soy como otros... Simplemente soy distinto a los demás... Cuando era pequeño tenía visiones, veía cosas que, según otros, jamás estuvieron ahí... Olvidaba las cosas, tenía ataques de ira muy seguido, tenía miedo de mi mismo y comencé a aislarme de los demás. Dijeron que era posible que sufriera de algún trastorno mental, como esquizofrenia leve... Pero con el tiempo parecía que iba mejorando. Cuando llegaste a mi vida, simplemente todo pareció esfumarse... Fue como encontrar una cura, como avistar un bonito arcoíris después de la tormenta...