RAIN -Yoonkook (Min Yoongi/Jeon Jungkook)-

9. Adiction

Era un enfermo y lo sabía.
Se estaba volviendo loco.
Era un loco adicto.

Miraba a su al rededor. La habitación repleta de fotos y bocetos del muchacho. Es que no le encontraba ningún sentido, no era lógico.
Estaba consciente de que el joven muchacho tenía bastante potencial, pero... ¿Para llegar a esos extremos?.

Su más reciente pasatiempo y nueva adicción había llegado con la venida del muchacho.

Todo comenzó con una simple fotografía.

Aquella tarde de lluvia, después de haberlo invitado a su casa, esperando que el menor no cogiera un resfriado. Es que realmente estaba preocupado por la salud del más joven.

Recuerda haberle prestado algo de ropa seca para que el muchacho no pasara por frío ni enfermara, además de encender la chimenea que no usaba desde hace mucho tiempo.

Verlo de perfil, ocupando un pequeño espacio en su caro sillón, se había tomado la molestia de buscar entre sus libros, encontrando algunas novelas escritas por él. Las inmensas ganas que tenía por saber qué pensaba el más joven sobre su arte, superaban cualquier cosa.

Lo miraba de reojo, tan sumergido en la lectura que no se dio cuenta del momento en que el mayor, extrañamente atraído por alguno de sus rasgos en particular, tal vez la forma en que su ancha espalda y hombros le daban un aire tan masculino; o el hecho de que todo le saliera tan natural, parecía estar hecho para subir a una pasarela, no tenía que esforzarse si quiera para poder verse bien.

Sacó su cámara, acercándose con lentitud al cuerpo ajeno, asegurándose de no ser percibido. El joven tenía la camisa remangada, dando a conocer sus fuertes y trabajados antebrazos. Su piel blanquecina, se veía tan suave y tersa ¿Era posible poseer ambos encantos a la vez? Lucir tan fuerte y esbelto, un hombre hecho y derecho; pero a la vez, tener rasgos tan finos, la belleza incomparable de una flor. El deseo de poder retratar a aquel hombre incrementó.

*Snap*

La primera foto, la observó con detenimiento. Definitivamente estaba hecho para esto, fue así como aquella visión del hombre delante suyo se convirtió en algo más, inspirando su arte.

Él era simplemente arte.

Y con el tiempo, cada vez que se presentaba la oportunidad, se la pasaba tomando fotos a escondidas del más joven. Poco a poco, el deseo de retratar aquella belleza; ese encanto y finos rasgos con sus propias manos fue creciendo en él.

Había comenzado de igual manera; la tarde que lo invitó a su hogar, su fortaleza. Recordaba perfectamente las expresiones del muchacho. El claro asombro plasmado en su rostro; había quedado encantado con la decoración de la casa. Un flechazo directo por las obras de arte colgadas en cada muro, que de seguro debían de ser obras hechas por un gran pintor como lo era Min Yoongi.

Observando todo con gran detalle y detenimiento. ¿En verdad existía alguien que apreciara tanto su arte? ¿Y por qué era que le importaba tanto lo que fuera a pensar?.

Después de tomarle aquella foto a escondidas e invitarle a pasar el rato con una buena taza de chocolate caliente, lo dejó pasear por el lugar, dejándolo darse alguna que otra libertad, como la de pasear la vista por sus fotos familiares, dejar que paseara la yema de sus dedos por la textura del nuevo marco que había instalado, era una buena madera, tan fina y duradera. Y por último y al notar la manera en que sus ojos se habían iluminado tras ver el instrumento de buen tamaño oculto en una esquina de la habitación, no pudo evitar dejar que se saliera con las suyas.