Hard [Luke Hemmings]

(6)

Bajé del auto luego de despedirme de Zed, caminé hacia mi casa pero me detuve al ver la camioneta de mi papá estacionada en frente del garaje.

Hace cuatro años se había ido sin explicación alguna, y saber que cuando entre una de las primeras cosas que veré será su cara no me agrada mucho.

Abrí la puerta y entré a la casa, apenas la cerré me encontré con él en frente mío.

Pensé que tu madre ya se había desecho de ti.- me vió con los brazos cruzados.

Hola Richard.- pasé por su lado y subí a mi habitación.

Al entrar a mi cuarto frené de golpe al ver a mi mamá metiendo ropa en un bolso.

Qué haces?-. Soltó el bolso haciendo que cayera al piso y algunas prendas se salieran.

Dios, me diste un susto.- llevó una mano a su pecho y suspiró.- cómo te fue en el colegio, cariño?

Ignoré su presunta y analicé sus movimientos, estaba algo tensa y Lucía muy nerviosa.

Mamá.- la llamé.- qué ocurre?

Tienes que irte.- cerró mi bolso y me lo entregó.- tu padre dijo que regresaría si tu te vas.

La miré esperando que fuera una broma o algo por el estilo, pero por su manera de mirarme, supe que no estaba jugando.

Quería decirle que pensara mejor las cosas. Ambas sabíamos como era él y esto no duraría mucho, seguro en unas semanas volvería a irse.

Pero de mi boca no salió nada, sólo le lancé una mirada cargada de decepción ligada con dolor, tomé el bolso y salí de mi cuarto apresuradamente.

Al bajar me encontré con Richard esperando con los brazos cruzados y una gran sonrisa cínica en la cara.

He esperado tanto por esto.- sonrió.- supongo que los deseos si se cumplen.

Vete a la mierda, imbécil.- solté molesta cuando pasé por su lado.

Se acercó rápidamente y se interpuso en mi camino.

Qué fue lo que dijiste?-. Se notaba la molestia en su cara.

Que te vayas a la mier...- no terminé de hablar cuando sentí su mano impactar contra mi cara.

Sentí como mis ojos se aguaban y lo último que hice antes de salir de la casa fue darle una patada en la entrepierna.

(...)

Ví la hora en mi teléfono y suspiré cansada.

Eran las ocho de la noche y yo seguía dando vueltas.

Había ido a casa de Zoe, pero cuando llegué me abrió su tía y me dijo que se fueron a la casa de su abuela, asi que tuve que tomar otro autobús hasta donde vivía Luke que era a tres horas de distancia.

Bajé del autobús y caminé lentamente al edificio de Luke, tenía mucho sueño y no haber comido nada en unas horas estaba dando sus efectos.

Marqué el piso cinco y me apoyé de la pared del ascensor al sentir un ligero mareo. Las puertas se abrieron y caminé hasta la puerta de Luke.

Toqué el timbre y esperé que Luke no estuviera durmiendo.

Pero no, si lo estaba. Su cabello estaba algo despeinado y frotaba uno de sus ojos los cuales les costaba mantener abiertos.

Hey.- saludé apenada por despertarlo.- lo siento por molestar, no tengo a otro lugar a donde ir.

Se hizo a un lado para que pasara y cerró la puerta

Tu nunca molestas.- me abrazó escondiendo su cara en mi cuello.- ahora, puedes explicarme qué pasó esta vez?

Le pidió a mi mamá que me sacara de la casa.- nos separamos y se quedó viendo mi cara fijamente.- no entiendo porque volvió, ni que quiere, pero no tengo un buen presentimiento.

Tienes que ponerte algo ahí.- pasó la mano por mi mejilla.- estás algo rara, ya comiste?

Negué y Luke suspiró dirigiéndose a la cocina.

Pero está bien.- lo detuve.- sólo quiero ir a dormir.

Luke dijo algo, pero no se que fue ya que todo se escuchaba a lo lejos. Coloqué una mano en mi cabeza y me apoyé de la pared.

Definitivamente tienes que comer algo.- Luke me agarró por los hombros y sentó en el sofá.

Unos minutos después llegó con unos waffles.

Los hizo Melanie.- explicó al ver mi cara de confución.

Eso tiene más sentido.- le di una mordida.- sí, no hay manera de que lo hayas hecho tu.

Tan linda como siempre.- rodó los ojos.- te sientes mejor?

Físicamente, sí.-suspiré.

Después de un rato de Luke tratando de subir mi ánimo con los peores chistes del mundo, fui a darme un baño y acomodorme para dormir.

Antes de quedarme dormida pude sentirlo entrar a la habitación y darme un beso en la frente.

Eres un ángel, Aisling.- susurró.- un hermoso Ángel.