Abrí los ojos lentamente tratando de acostumbrarme a la iluminación del lugar, al ver mi cuerpo me di cuenta de que estaba esposada a una cama que estaba pegada en una esquina y la habitación no tenía ventanas.
Mis nervios aumentaron más de lo que ya estaban cuando escuché que estaban abriendo la puerta, intenté buscar algo con que defenderme pero la habitación estaba vacía y mis bolsillo también.
Me pegué lo más que pude a la pared como si esta pudiera tragarme y la puerta se abrió dejándome ver quien me trajo aquí.
-¿Zed qué mierda hago aquí?-. Le pregunté alterada.
-Te dije que no te dejaría ir tan fácilmente, cariño.- me quiso tocar la cara pero me aparté.
Zed suspiró, alcanzó una silla que tenía cerca y se sentó en ella viéndome finamente.
-Lo siento por llegar a esto, Aisling. Pero no me dejaste más remedio, me bloqueaste y me evitabas todo el tiempo.
-Si claro, échame la culpa de que seas un maldito psicópata.- rodé los ojos.
-Espero que te guste el lugar, te vas a quedar aquí un buen tiempo.- se paró de la silla y se fue dando un portazo.
(...)
Han pasado una semana desde que Zed me secuestró, la verdad se ha portado mejor de lo que esperaba pues me da comida tres veces al día y me dijo que podía bañarme si quería.
Claro que no acepté lo último pues no confío mucho en que puede hacer.
Había guardado un cuchillo que Zed me había puesto en el almuerzo y lo tenía guardado debajo de mí, cuando intentara algo se lo clavo en una pierna.
Claro que primero tenía que quitarle la llave que tenía en el cuello, pero al menos tengo algo con que defenderme si esto se pone feo.
Zed entró en la habitación y se sentó conmigo.
-He estado pensando y creo que es mejor dejarte ir.- jugó con la llave en sus manos.- no puedo obligarte a amarme.
Se acercó a mí y me sacó la esposas, se levantó y antes de salir de la habitación me miró.
-Espero que algún día puedas perdonarme.- suspiró.- la puerta está abierta, eres libre.
Me paré lentamente ya que mis piernas estaban dormidas de tanto tiempo que pasé sentada, luego de un rato moviendolas caminé hasta mi bolso que estaba en una esquina de la habitación y lo primero que hice fue revisar mi celular.
Mi estómago se revolvió al ver todas las llamadas perdidas que tenía de los chicos y Zoe, pero sobre todo de Luke.
Suspiré pesadamente y luego de guardar el teléfono me puse el bolso y salí de la habitación, bajé las escaleras lo más rápido que pude y finalmente salí de el lugar donde Zed me tuvo secuestrada.
Volví a revisar el teléfono y me di cuenta que estuve menos días de los que creía, sólo habían pasado cinco días.
Me senté en el banco y busqué en mis contactos a Luke, replicó unas cuantas veces y después atendió.
AISLING, ¿DÓNDE ESTÁS?.- lo asentí alterado al otro lado de la línea.- ¿Estas bien? ¿Te hicieron daño? No, ¿sabés qué? Después hablamos, dime dónde estás para ir a buscarte, amor.
Vi al frente mío para darle algún punto de referencia pero lo único que vi fue una gasolinera que tenía un muñeco súper raro de adorno.
Hay una gasolinera con un muñeco raro.- le expliqué.- no puedo decirte algo más, es lo único que veo aquí.
-Tranquila, ya se donde estás.- soltó aire.- no te muevas de ahí.
Colgué y espere a que llegara, suponía que tardaría un buen rato en hacerlo ya que esto se veía como la salida de la ciudad, la verdad no reconozco esté lugar, nunca había venido por aquí.
Media hora después vi el auto de Luke y en menos de dos segundos ya me tenía en sus brazos.
-¿Estás bien? ¿Te duele algo? Te ¿hicieron algo? ¿Qué fue lo que pasó? ¿Quién fue?.- le tapé la boca y siguió hablando hasta que se dió cuenta.
-Estoy perfectamente bien.- sentí como soltaba el aire retenido lentamente.- fue Zed, me seguía desde hace tiempo, parece que ya lo tenía planeado.
-Definitivamente voy a matarlo.- me sorprendió abrazándome otra vez.- fue un infierno estar sin ti.
Nos subimos al auto y Luke se la pasó todo el camino preguntándome si estaba bien o si quería algo.
Al llegar lo primero que hice fue bañarme, me tomé mi tiempo y cuando terminé me tiré a la cama a ver el techo mientras pensaba en nada.
Y de la nada tenía a cuatro idiotas aplastandome.
-NO RESPIRO IDOTAS.- reí y terminé tosiendo.- ¿cuando llegaron?
-Hace cinco minutos.- Ashton me levantó. Analizó mi cara como buscando alguna herida o algo y luego me abrazó.- Vas a terminar matandonos algún día.
Reí.
Cuando Ashton me soltó Calum y Mike se pusieron uno a cada lado mío.
-SANDWICH.- gritaron para luego abrazarme.- sabíamos que tendrías hambre, así que trajimos mucha comida, galletas y helado.- Mike señaló una bolsa.
-Y esta vez no me comí las papitas.- Calum sonrió.- lo que hago por ti y aún así no te casas conmigo.
Hasta que no vea el anillo no hay respuesta.- bromeé enseñando mi mano.
¿Una gomita cuenta?.- sacó una gomita en forma circular.
Luke salió de la nada y se la comió.
-Ahora no hay gomita.- habló con la boca llena.- así que no hay boda.
-Tengo una bolsa hasta puedes elegir el color...- Calum no terminó de hablar porque Luke tiró la bolsa por la ventana.- me encanta molestarlo.
-Cállate Calum.- le dió un golpe en la cabeza.
-Ay pero no te enojes.- Calum se sobó la cabeza.- sabes que es juego, nunca te haría eso hermano.
Ya me perdí.
-Tengo hombre.- Michael y yo hablamos al mismo tiempo.
-Cuando no.- Ashton rodó los ojos.
Y así, mientras comíamos, hacíamos bromas y nos divertimos jugando cosas estúpidas, pasé la mejor tarde y me olvidé por completo de lo sucesivo con Zed.
A veces sólo necesitas pasar un buen rato con tus amigos y se te reinicia la vida.

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Hard [Luke Hemmings]
Fanfiction{"Es difícil ser tu amiga, Luke"} Enamorarse de tu mejor amigo es algo cliché, pero hablado de Luke Hemmings, ¿quién no lo haría?