La cena había finalizado, y aúnque la familia de Aries era amable, Tauro comenzaba a sentirse incómoda, dado que se encontraba ahí desde muy temprano; no quería ser una molestia.
Se encontraba en la sala de estar junto a la pequeña hermana del signo fuego, veía como la niña peinaba una barbie pelinegra, la levantó mostrandosela a la Taurina.
-¿sabes?, esta muñeca se llama Caprina, se lo puse por Capricornio, es muy bella como ella.-Tauro le sonrió con ternura.
-¡vaya!, eso es muy lindo de tu part...- la castaña no pudo terminar su oración, la pequeña Annie había roto la cabeza de la muñeca, despegandola del cuerpo, solto una risa macabra.
-ay, debí haberla convertido en un muñeco voodoo.
-¿porqué... porqué lo hiciste?- la mayor seguía perpleja.
-Te lo dije, me recuerda a Capricornio, ella me traicionó, se quedó con príncipe y por eso la odio- se cruzó de brazos, mirando al frente, no a Tauro sino al chico tras ella. La castaña se giró encontrandose con los ojos azules de su novio, dió un respingo y se llevó la mano al pecho, el chico había logrado asustarla un poco.
-¿desde hace cuanto estás ahí?
-Desde que mi rencorosa hermana decapitó a su muñeca favorita.
-¡YA NO ES MI FAVORITA!- dijo la niña y salió de la habitación hechando humo de sus orejas. Tauro miró a Aries, este estiró sus labios en una sonrisa y pronto ambos se estaban riendo de la situación. Aries deslizó su mano por la mejilla de su novia y con un movimiento ligero depositó un ligero beso en sus labios, la castaña le permitió explorar su boca, colocó sus manos en el cuello de él, dandole mayor profundidad a la danza de sus bocas. Solo existían ellos dos, o almenos hasta que un garraspeo los hizo separarse, con la mejillas sonrojadas de vergüenza miraron al padre de Aries que se encontraba en la entrada de la sala de estar mirándolos divertido.
-Lamento interrumpir- se disculpó, aunque su rostro tenía pintado un gesto de burla que dirigía a su primogénito-pero Aries necesito hablar contigo para coordinar lo de esté fin de semana.- El menor asintió dirogiendole una mirada apenada a su novia.
- Eso supone mi salida de escena- Andrew también la miró apenado, no quería de la joven pensaba que la estaba hechando u era una molestia para él, y mucho menos hacerla sentir incómoda, ella le agradaba, pero antes de mencionarlo ella ya se estaba despidiendo mientras abandonaba la sala.
-No era mi intención hacer que se marchara- dijo a Aries una vez este centro su atención a él.
-lo sé papá, no te preocupes, Tau no sintió que la estuvieras excluyendo tampoco, solo cree que no es algo en lo que se necesite su presencia.
-¿cómo lo sabes? Ella no dijo eso.
-Cree padre, de lo contrario hubiese refutado- sonrió pensando es su novia, el hombre solo miró a su hijo y se vio reflejado en él, cuando tan solo era un chico universitario y conoció a su esposa, ella era la única que lo hacía sonreír de esa manera.
Tauro se adentró en la casa de Capricornio, todo permanecia en un silencio sepulcral, por un momento llegó a pensar que la casa se encontraba vaciada, pero antes de girar al pasillo que conectaba las habitaciones escucho voces, eran los padres de su amiga, sabía que era malo espiar, sus padres la habían educado bien, pero su curiosidad pudo más, además hablaban de un tema delicado que sin duda le interesaría conocer a su amiga. Así que decidió quedarse oculta tras la pared y escuchar.
-Carson ha sido suficiente, Capricornio no se casará, al menos no con Theo y no ahora.- Tauro reconoció en la voz de Colette un deje de enojo.
-Colette, pero esta es una gran oportunidad para el negocio.
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Astrology Academy.
RandomDos bandos. Doce adolescentes. Doce problemas. Doce corazones.