La pelinegra sintió su presión arterial descender, tan solo entrar a la estancia volvía a sentirse una niña manipulable nuevamente; sentimiento que quiso alejar casi de inmediato.
Dio un agradecimiento a todos los Dioses del olimpo al ver que quien abrió la puerta fue la ama de llaves que le ayudaba a su madre en casa unas dos o tres veces por semana.-señorita Capricornio, que sorpresa tenerla por aquí en estas épocas. Pensé la vería hasta vacaciones de invierno.- la chica le regalo un sonrisa calida a quien había sido su cómplice de pequeña.- y esta hermosa joven ¿es amiga suya? ¿también se quedara- ambas asistieron Tauro un poco incomoda por la manera en que se dirigía la mujer hacia ella, se sentía toda una noble.
- Haberlo dicho antes, le prepararé ya mismo una habitación.-no, no te preocupes Vania, Tauro se quedara junto a mi en mi habitación.
-oh, entonces permítame las maletas.-Tauro aun dudosa la dejo a su cargo. Vio como la mujer adulta se dirigía fuera del salón, pero Capricornio la detuvo con una pregunta antes de que esta lo dejara completamente.
- ¿mis padres se encuentran en casa?
-Su madre a de estar en cocina y el señor esta en la oficina.
La ojiazul asintió forzando una sonrisa.
-ven- capricornio se giro hacia Tauro tomandola por la muñeca- te presentaré a la mujer que casi me trajo al mundo.
-¿casi?- pregunto confundida.
-soy de cesárea- dijo la pelinegra riendo.
Salieron de la estancia entrando ahora a una amplia sala de estar, no estuvieron mas que unos segundos en los que se dirigían hacia un largo pasillo, pasaron dos puertas que se encontraban cerradas en aquel momento por lo que la Taurina no tuvo oportunidad fisgonear con la mirada, justo después se abria una amplia puerta y el olor a chocolate les inundó de inmediato las fosas nasales.
Entraron sin preocuparse por ser cuidadosas, una mujer de alrededor de unos cuarenta y cinco años las recibió dándole la espalda pues aun no se percataba de las presencias de más. Su cabello rubio cenizo atado en un perfecto moño bajo contrastaba con su elegante movimiento al cocinar.
-¡ya llegue!- la voz de Capricornio le causo un sobresalto acompañado de una enorme alegría. Se giro esta vez recibiendo a su hija con una enorme sonrisa maternal. Se quito el delantal y se aproximó a su primogénita dándole lo que conocemos como un abrazo de oso, aunque Capricornio sintió que mas como ser asfixiado por una boa constrictor.
La mujer miro ahora a la castaña a quien segundos después uno a su abrazo asfixiante.
Se separo poco después mirando a las jóvenes.-Tu debes ser Tauro ¿no?- la chica asintió confundida de ser identificada y miro a Capricornio pidiendo una explicación con la mirada.
- Ann te ha llamado- dijo a su madre afirmando lo que sucedió.
-claro que me ha llamado cariño, ¿tú crees que mi mejor amiga no me llamaría para contarme que su hijo tiene novia?
Capricornio pov
Me alegraba saber que mamá era la misma de siempre.
Mire a Tauro con una sonrisa de burla, el color de su rostro estaba varios tonos por arriba del rosa. Debí advertirle que algo así sucedería, solo rezaba para que Ann no se le haya ido la lengua y mencionara a Escorpio, o para ser exacta mi relación con él.
--También me ha dicho que Aries ha traído a un amigo, por eso Tauro se quedaría con nosotros- debo agradecer a la madre de Aries por respetar mi vida personal, mamá se volvió a colocar su delantal de cocina favorito- Nos ha invitado a cenar, así que estoy preparando el postre. Espero que te guste Tauro.
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Astrology Academy.
OverigDos bandos. Doce adolescentes. Doce problemas. Doce corazones.