Una hora después del asesinato de Giovanni...
—No me puedo creer lo que acaba de pasar. ¡Soy un asesino! ¡Soy un asesino! Joder, le he quitado la vida a una persona.—Harvey, sentando en cuclillas, se balancea de un lado a otro intentando lograr consuelo en alguna parte, cosa que no consigue. Sus lágrimas manchadas de miedo y terror, resbalan por sus mejillas. Él no suele llorar mucho. De hecho, no se acuerda de cuando fue la última vez que lloró por algo o por alguien. Tuvo que ser hace mucho para no acordarse de ello. Harvey siempre fue un chico duro, como si estuviera hecho de piedra. Las circunstancias de la vida lo habían hecho tan fuerte, que ya nada era tan doloroso como fue la muerte de su madre. Esa fue la última vez que se vio inmerso en un completo charco de lágrimas y una depresión que le duró varios meses. Sus ojos color verde esmeralda estaban abiertos como platos aunque apenas conseguía ver nada a través de ellos, las lágrimas emborronaban toda su visión. Se encontraba absorto mirando hacia un punto fijo sin levantar la vista y moviéndose de adelante hacia atrás como si se estuviera meciendo a él mismo.
—Harvey, cálmate. Tranquilo. Hiciste lo que tenías que hacer.—Skye no se había separado de mí en todo momento, puesto que estaba totalmente en shock, y al igual que a Harvey, las lágrimas no paraban de brotar por mis ardientes mejillas. Pero al ver a Harvey llorando tan desconsoladamente, tuvo que hacer de madre por los dos, ya que ella era la única que se mantenía firme en aquella disparatada situación. Todo se había complicado en las últimas horas y para nada ninguno de nosotros se imaginaba que todo fuese a tener un final tan trágico. La muerte de Giovanni me transmitía paz y terror al mismo tiempo. No era capaz de encontrar las palabras adecuadas para describir ese sentimiento que percibía en mi interior. Creo que por mucho que odies a una persona, verlo morir aunque sea en defensa propia, no es un plato de buen gusto para nadie. Nunca imaginé que casi cinco años después de empezar a salir con Giovanni, iba a verme sumergida en su propia muerte.
—Harvey, mírame. Escúchame e intenta respirar hondo. Debes tranquilizarte.—Skye al ver que aquel americano no la respondía intentó hacerlo volver a la realidad. Harvey seguía tambaleándose, al borde de un fortuito ataque de ansiedad. Skye intentaba de mil formas que Harvey la mirara a los ojos, pero éste no levantaba la mirada del bloque de ladrillo repleto de sangre que había empleado para librarse de Giovanni. La intención de Harvey jamás fue la de matar a aquel hombre, pero siendo testigo de los sucesos que iban a darse, no podía dejar que aquel chico me violara. Iba en contra de sus principios. Harvey siempre había respetado a las mujeres y estaba en contra de cualquier tipo de maltrato hacia ellas. Porque no se lo merecían. Las mujeres habían soportado demasiado a lo largo de la historia y él creía que ya era hora de poner las cartas sobre la mesa y hacerle entender al mundo que tanto las mujeres como los hombres son iguales y ambos merecen vivir en igualdad. Sin embargo, es una lucha que todavía sigue en pie. Una lucha que Harvey jamás abandonará, puesto que quería lograr una sociedad un poco más justa, una sociedad que siempre habría querido su difunta madre. Gracias a ella, Harvey entendía de feminismo, entendía el por qué de la lucha de todas esas mujeres a lo largo de la vida y sobre todo, era conocedor de esos sentimientos de pavor cuando una mujer iba sola de noche por la calle. Todo eso se lo había hecho entender su madre y gracias a sus amigas, se había sumado a la lucha de éstas y se prometió a si mismo que jamás permitiría que un hombre maltratara a una mujer. Y ver como Giovanni estaba dispuesto a violarme, hizo que su sangre se moviera rápidamente por sus venas y tomó la iniciativa de golpearlo, al menos para dejarlo inconsciente. Sin embargo, había logrado todo lo contrario. Tras un golpe seco y fuerte en la cabeza, Giovanni no había logrado sobrevivir. Aquel golpe lo mató en el momento.
Harvey por fin se había limitado a hacer caso a Skye. No hablaba. No comentaba nada. Simplemente giró su cabeza y miró con sus vidriosos ojos verde intenso a aquella chica tan peculiar de mechas rosas. Buscó cobijo en los brazos de Skye. Ésta le rodeó con sus brazos y lo apretujó un poco hacia ella.
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Cuestión de prioridades.
Teen FictionDiane es una chica italiana que sufre violencia de género tras los cuatro años de relación que lleva con Giovanni. Tras una fuerte paliza, Diane comienza a replantearse la vida sin Giovanni hasta que un americano, Harvey Sanders, se cruza en su cami...