Los días pasaron y Chan aún no me hablaba; la desesperación invadía mi pecho. No tardé mucho en comenzar a enviarle mensajes de si estaba bien y llamarle, pero a nada contestó. Entendía que necesitaba tiempo, pero, el hecho de no volver a verlo me inquietaba, no quería que las cosas terminasen así. Él era especial. ¡Diablos! Aquel novato se había vuelto mi favorito y estaba demasiado encaprichado con él.
Fui a verlo a su trabajo. Él hizo como si nada, lo comprendió todo, e incluso propuso vernos después de su turno. Mi corazón no podía estar más feliz. Volví a mi casa y me senté en el sofá, sin saber qué hacer. De a poco mi vida volvía a la normalidad, y aún mejor por mi "amistad" con Chan. Observé mi teléfono que se encontraba sobre la mesa frente a mí; desde el reciente e inesperado encuentro que había tenido con Ming Hao no podía dejar de pensar en aquello.
Estaba tentado a marcarle, no podía negarlo, pero, si lo hacía, sería simplemente para darle un cierre a todo aquello y terminar de una vez aquella mala etapa de sufrimiento con un final feliz. Tomé mi teléfono, pero dudé, y lo dejé nuevamente sobre la mesa. Repetí aquella secuencia demasiadas veces, no estaba seguro de tener el valor para hacerlo, pero sabía que no era un gallina, así que tomé nuevamente el aparato entre mis manos y, en un rápido movimiento, marqué aquel contacto que tenía oculto desde hacía tiempo y cerré los ojos con fuerza.
El primer tono sonó, también el segundo, y el tercero, y luego el siguiente no sonó pero tampoco su voz. Había un silencio entre ambos.
—Creí que no llamarías... —dijo, apenas audible.
Sentí mis piernas y manos temblar, nuevamente mis fuerzas habían desaparecido.
—Vamos..., no soy tan cobarde... —bromeé, intentando disimular mi voz débil.
—Tienes razón..., siempre fuiste temerario —rió, nostálgico.
—Veamonos —solté, sin más.
Hubo un silencio al otro lado de la línea; duró unos segundos.
—Bien —contestó.
—Llego tarde a otro lado, te enviaré un mensaje con el día, la hora y el lugar —dije, serio—. Supongo que nos vemos allí...
—Claro... —dijo, y, al instante, le colgué.
Tomé mis cosas y fui al encuentro con Chan. Al verlo, todo era diferente en él; se veía como otra persona completamente distinta a la que conocía. No podía dejar de mirarlo, se veía... sexy. No comprendía cómo había cambiado todo en un par de horas. Se veía decidido, una energía fuerte lo rodeaba; me encantaba. Al llegar a mi departamento, de la nada, comenzó a besarme, a lo que no pude negarme, al igual que siempre.
Lentamente me guió hasta el sofá, me empujó sobre este y se quitó la camiseta, brindándome un show de primera, para luego subirse sobre mí y devorarme con sus labios. Podría haberme quedado ahí y haber dejado que Chan me haga todo aquello que él desee y que yo disfrutaría, eso estaba claro. Pero, se sentía raro, como si no fuese el verdadero Chan. Necesitaba saber qué ocurría en sus pensamientos.
—Chan... —susurré en sus labios—, ¿qué haces...? —pregunté, atento a lo que pudiese contestar.
—Te demuestro que no soy un niño —contestó, y, allí, en ese mismo instante, una oleada de lujuria golpeó mi entrepierna.
Uní nuestros labios y continué con el beso. De a poco bajó a mi cuello, el cual besó y succionó sin piedad.
—Me encanta que hagas estas cosas, aunque no tengas nada que demostrarme... —dije, extasiado por el placer que me estaba brindando con sus labios, no me imaginaba lo que sería al pasar al siguiente nivel.
—Claro que debo hacerlo, sino nunca seré suficiente —dijo, mientras besaba el espacio entre mi cuello y mi hombro.
Sus palabras hicieron a mi cerebro reaccionar; sabía que algo no andaba bien.
—Chan, ¿a qué te refieres? —pregunté, incorporándome.
Él me observó, lucía como si estuviese debatiendo si decir algo o no. Pero, finalmente, soltó un suspiró, hizo un ruido de frustración y me miró con ojitos de cachorro.
—Yo... —comenzó—realmente quiero gustarte.
Mi corazón se aceleró, como si estuviese a punto de explotar dentro de mi pecho. Aquellas palabras acababan de tocarme y endulzarme, en especial viniendo de él. No sabía cómo reaccionar, pero sí sabía que no quería nada serio; no quería volver a sufrir a otro Xu Ming Hao. Yo no podía salir con nadie.
—Chan, creo que lo mejor es que vuelvas a casa —dije, poniendo distancia—. Puedo acompañarte si quieres.
Su rostro se había vuelto triste, su mirada había cambiado. Parecía haber comprendido el mensaje.
—No te preocupes, ya he vuelto solo antes —dijo, tomando sus cosas y dirigiéndose a la puerta, igual que las veces anteriores.
"Adiós" susurró, apenas audible, antes de salir por esta última mencionada. Siempre terminábamos igual: él yéndose de mi casa y yo como un tonto sin hacer nada. Me sentía culpable y dolido por lo que acababa de pasar. Todo se me estaba yendo de las manos, lo de Chan se estaba poniendo serio; mi temor era sentir algo por él. Por eso comenzar a alejarlo parecía ser la única opción.
Necesitaba buscar alguna distracción. Acababa de darme cuenta de que Chan era todo lo que estaba en mi mente desde que lo había conocido. Me urgía hacer algo más, no estar siempre pendiente de él, aunque me suene imposible. Pero, ¿qué mejor oportunidad para terminar todo con mi ex, tal vez con sexo de despedida, que esta?
Tomé mi celular y le escribí
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-Veamonos mañana.
21:05 P.M.
_____________________En el fondo, sentía que no estaba haciendo lo correcto, o al menos no con las intenciones correctas, pero, ¿qué más podría hacer? Al instante, mi celular sonó; él ya había respondido mi mensaje.
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Nuevo mensaje-Idiota: Bien, ¿qué te parece ir al cine? Siempre te ha gustado ver películas.
21:06 P.M.
_____________________Esto tenía que ser una broma, no podía ser cierto. De todos los lugares, tenía que elegir el cine. ¡Genial! Ahora podría ver a Chan después de lo de recién y él me vería con mi ex... Aunque, pensándolo mejor, tal vez no era tan mala idea. Es cierto que siempre me ha gustado el cine, y que era un buen lugar donde comenzar algo que terminaría llevándonos a la cama. Además, desde que comencé a tener algo con Chan, no había tenido acción en un nivel alto, ¿sabes? Refiriéndome a sexo.
Esta salida podría ayudarme a alejar un poco a Chan, romper un poco esa ilusión que él tiene conmigo. No quería hacerlo, pero era lo que debía hacer.
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-Hecho.
21:10 P.M.
_____________________A pesar de no estar del todo seguro de si era lo mejor, estaba decidido a hacerlo. Estas son las cosas que uno hace por evitar el amor.
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Hello, Sweetie • [JuNo]
FanfictionJun Hui ama lo dulce. Y Chan le resultó ser el caramelo más empalagoso del candy shop. 🍬• JuNo como ship principal. 🍬• Aparecen otros ships. 🍬• Aparecen todos los integrantes de Seventeen (porque son suficientes personajes para una historia y...